Francia atrapada en una crisis en loop: ajuste, protestas, elecciones y apatía democrática

Cayó el gobierno de Bayrou y quedó al desnudo, otra vez, la debilidad de Macron. Pese a la creciente crisis de representatividad, el presidente francés volvió a ignorar a la primera minoría parlamentaria de izquierda y eligió como primer ministro a un hombre de derecha de su confianza. En paralelo, se calienta la calle con protestas y piquetes. 

13 de septiembre, 2025 | 00.05

Francia se sumerge en una nueva crisis política y social. Francois Bayrou, el ahora ex primer ministro, fue destituido esta semana por la Asamblea Nacional, porque no superó la moción de confianza. Se convirtió así en el cuarto premier que debe dejar el gobierno del presidente, Emmanuel Macron, en menos de dos años. El motivo de su salida es el rechazo de la oposición, tanto por derecha como por izquierda, a un presupuesto que contempla un fuerte ajuste, sumado al malestar de la izquierda que ganó las elecciones pasadas y no logró la mayoría necesaria para nombrar al primer ministro. La bronca no se limita a la clase dirigente. Cientos de miles de franceses salieron estos días a la calles a protestar en contra de la austeridad y se espera una gran convocatoria para la siguiente, que contará con todas las centrales sindicales.

El primer ministro francés saliente, François Bayrou, estrecha la mano del recién nombrado primer ministro, Sébastien Lecornu, a su llegada a la ceremonia de traspaso de poderes en el Hotel Matignon de París, Francia

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El déficit

"Francia no tiene un presupuesto equilibrado desde hace 51 años", afirmó Bayrou unos minutos antes de someterse al voto en la Asamblea, que lo dejó afuera del cargo. Había sido el propio premier el que había dado iniciativa a la moción de confianza para garantizar continuidad o rechazo, y 364 legisladores votaron a favor de que se fuera. El motivo tiene que ver con el rechazo al presupuesto que buscaba aprobar y en el que se contempla un recorte de 44 mil millones de euros. Un frente de izquierda fue quien ganó las legislativas el año pasado, pero Macron desoyó su pedido para que nominen a un primer ministro de la coalición progresista, por eso también es que se registra cierto malestar en la oposición.

Bayrou estuvo en el cargo tan solo nueve meses y no logró conseguir el aval para aprobar el ajuste que quiere llevar adelante el gobierno de Macron. De acuerdo al ahora ex premier, el problema de Francia es que mantiene un presupuesto deficitario desde hace años, que tan solo en el 2024 fue del 5,8% del PBI y el de este año estaría arriba del 5% también.

Además, el ex funcionario cuestionó también el nivel de endeudamiento del país. El plan del ajuste se da además en un contexto en el que Europa se plantea un rearme por la guerra en Ucrania, y se comprometió con la OTAN a destinar un 5% del Producto Bruto Interno en defensa, algo que también genera un gran debate en la sociedad que considera que se recortará en áreas sensibles como educación y salud para destinar más dinero en armas.

Tras la salida de Bayrou, Macron nominó a un nuevo premier, Sébastien Lecornu. Algo que también generó malestar en la oposición, debido a que las últimas jugadas políticas de Macron pareciera desoír los pedidos del resto de la dirigencia. En 2024, tras el duro golpe por la derrota en las elecciones parlamentarias europeas, el jefe del Ejecutivo decidió disolver la Asamblea y convocar a elecciones, las cuales volvió a perder en este caso de la mano de la izquierda. Sin embargo, el presidente hizo caso omiso a esa parte de la oposición que le pedía poder nominar a un primer ministro, algo que volvieron a hacer nuevamente pero el mandatario eligió a un funcionario que ya ha sido parte de gobiernos anteriores.

FOTO DE ARCHIVO: Sébastien Lecornu, también ex ministro de Defensa

A todo este contexto en lo que tiene que ver con el malestar de la oposición y las erráticas decisiones de Macron y el rechazo a la austeridad, hay que recordar también que el segundo gobierno del presidente estuvo marcado por una fuerte baja en su popularidad. Principalmente, debido a las masivas protestas en el 2023 en desacuerdo con la subida en la edad jubilatoria, que pese a contar con un rechazo de más del 70% de la sociedad el jefe del Ejecutivo decidió imponer a través de un herramienta constitucional con la que cuenta el país y que no necesita la aprobación de la Asamblea, que es la aplicación dell artículo 49.3 de la Constitución.

Las calles

Un día después de la nominación del nuevo premier, volvieron a ser postales de París y otras partes de Francia cientos de franceses en las calles con la consigna de “bloqueemos todo” en los que en muchos casos pedían directamente por la renuncia de Macron, algo que sostuvo que no hará y que terminará su gobierno en el 2027. De acuerdo a cifras oficiales, los manifestantes fueron más de 170 mil, sin embargo, según alguno de los partidos convocantes como la Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon, el número bordeaba el medio millón. Lo cierto es que nuevamente las movilizaciones estuvieron marcadas por la violencia y la detención de cientos de personas.

“Estas jornadas de movilización se inscriben en un ciclo político más largo que tiene que ver con la crisis en la que quedó sumido el Gobierno de Macron luego de la derrota electoral sufrida el año pasado, cuando después de perder las elecciones europeas decide disolver la Asamblea y convocar a nuevas elecciones que vuelve a perder y quedar en minoría. A partir de ese momento, es que se viene desarrollando esta crisis”, explicó a El Destape el doctor en Ciencias Políticas con Diploma de Estudios Avanzados (DEA) en Francia e investigador de UBA-CONICET, Emilio Taddei, sobre lo que considera también que debe sumarse la “herida abierta” de lo que fueron las protestas por el rechazo a la reforma jubilatoria dos años atrás.

Para el especialista, el hecho de que Macron se haya negado a concederle el cargo de primer ministro a la izquierda, llevó al gobierno a una crisis de legitimidad y recuerda que las distintas centrales sindicales convocaron a una gran movilización para el 18 de septiembre. “Para ese día se convocó a una huelga general contra el presupuesto de austeridad, es una dinámica que está abierta y dejar emerger las heridas no cerradas que dejó la reforma neoliberal de las jubilación realizada por Macron, y esta nueva protesta es como un segundo momento de este ciclo de protestas”, agregó Taddei.

Qué puede suceder ahora es la gran pregunta. Como se dijo antes, Macron rechaza dejar el Gobierno, como piden los manifestantes o como amenazó la oposición con avanzar en ese sentido. “Si bien no se sabe muy bien cómo va a evolucionar, el contexto político social es objetivamente explosivo, no se descarta la posibilidad de que la amplitud de la protesta obligue a Macron a disolver la Asamblea y convocar a nuevas elecciones”, explicó Taddei.

Por lo tanto, a un mandatario en caída en su popularidad, que desoyó el pedido de la oposición por lo cual se ve más difícil algún acuerdo, buscar llevar adelante en ese contexto un ajuste, parece ser un caldo de cultivo que por lo pronto mostrará sus primeros rasgos en los próximos días en las calles francesas.