A más de diez años de la desaparición del Boeing 777 del vuelo MH370 de Malaysia Airlines, el Ministerio de Transporte de Malasia confirmó que el 30 de diciembre retomará la búsqueda del aeroplano. La operación fue suspendida temporalmente en abril de este año y tendrá una nueva área de rastreo en el océano Índico, lugar donde se le perdió la pista el 8 de marzo de 2014.
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El último registro del avión fue poco después de despegar del Aeropuerto Internacional de Kuala Lumpur rumbo a Beijing con 239 personas a bordo, la mayoría ciudadanos chinos. Datos satelitales posteriores revelaron que la aeronave se desvió abruptamente de su ruta prevista y se dirigió hacia el sur, rumbo al remoto océano Índico, donde se presume que cayó.
Pese al paso del tiempo, la empresa Malasia insiste en que no abandonará el caso hasta aportar un cierre definitivo a las familias. "Las últimas medidas subrayan el compromiso del gobierno de Malasia para proporcionar un cierre a las familias afectadas por esta tragedia”, señalaron las autoridades de la empresa. En Beijing, el Ministerio de Exteriores de China expresó su apoyo al reanudarse la búsqueda y destacó "los esfuerzos realizados por la parte malaya" para esclarecer lo ocurrido.
Cómo estará repartida la búsqueda en el nuevo perímetro del Índico
El nuevo contrato de exploración se centrará en un área de aproximadamente 15.000 kilómetros cuadrados del lecho marino del Índico. La firma Ocean Infinity, que ya participó en una misión privada en 2018 sin resultados, volverá a liderar las operaciones. En esta ocasión, la empresa sólo cobrará los 70 millones de dólares previstos en caso de hallar restos del fuselaje o componentes clave del avión, un esquema conocido como "pago por éxito" que busca incentivar un uso eficiente de recursos y tecnología.
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Entre 2014 y 2017, la búsqueda internacional fue una de las más extensas y costosas de la historia, pero no logró ubicar el avión. Algunos fragmentos aparecieron tiempo después en playas del este de África y en islas propias del océano Índico, lo que reforzó la teoría de un desvío hacia el sur, pero no alcanzó para reconstruir los hechos con precisión. Las autoridades mantienen la hipótesis de que la aeronave agotó su combustible y terminó cayendo en una zona remota, de difícil acceso y con profundidades extremas.
Para los expertos en aviación, la reanudación de la búsqueda representa una posibilidad única de aprovechar tecnologías que no existían hace una década, tales como drones submarinos más precisos, sensores de alta resolución y nuevos modelos de análisis satelital. También podría aportar información fundamental para mejorar protocolos de seguridad y monitoreo aeronáutico.
