A las puertas de que comience la campaña presidencial en Perú, la autoridad electoral planea dotar de chalecos antibalas a sus funcionarios y a los aspirantes, tras recientes ataques a precandidatos en un persistente clima de inseguridad.
En octubre, el postulante de derecha Phillip Butters escapó, protegido por policías con escudos de plástico, de las piedras que le arrojaron residentes de una región históricamente de izquierda durante una visita proselitista.
Esta semana el liberal Rafael Belaúnde, otro precandidato, salió ileso de varios disparos de desconocidos contra el vehículo que conducía, lo que alarmó a varios postulantes de los más de una treintena de partidos que buscan participar en las elecciones presidenciales y al Congreso del próximo 12 de abril.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Días antes, a fines de noviembre, el abogado Percy Ipanaqué del partido de izquierda Juntos por el Perú, y que planeaba postular al Congreso, fue asesinado a tiros supuestamente por sicarios, según la policía en el norte del país.
El presidente del Jurado Nacional de Elecciones, Roberto Burneo, pidió al Gobierno tras el atentado del martes adelantar los protocolos de seguridad electoral, en un país que sufre de una ola de crímenes y extorsión a ciudadanos.
El funcionario teme que en 2026 los ataques superen los "cerca de 50 eventos violentos" de las elecciones del 2021.
"Lo que queremos es prevenir e identificar riesgos", dijo a periodistas. "Y que no se escatime esfuerzos, si es necesario llegar al extremo de usar chalecos antibalas. Desde ya estamos evaluando y adquiriendo chalecos para nuestro personal".
Los ataques a candidatos afectan también a otros países de América Latina. En junio, le dispararon al aspirante colombiano a la presidencia Miguel Uribe durante un acto proselitista y dos meses después falleció, y, en Ecuador, Fernando Villavicencio murió baleado mientras hacía campaña en Quito en 2023.
Para las elecciones en Perú unos 39 partidos o alianzas políticas pueden presentar a sus candidatos presidenciales antes del 23 de diciembre, según el jurado electoral. En los comicios del 2021, el voto tenía 18 postulantes.
Belaúnde, nieto del expresidente Fernando Belaúnde, dijo que no estaba realizando campaña cuando fue atacado, sino visitando un negocio de ventas de terrenos de su propiedad al sur de Lima.
"No creo que tenga vinculación política, yo pensaría que tiene que ver con la inseguridad ciudadana", dijo a periodistas el miércoles, un día después del atentado. "Cada candidato tomará las medidas de seguridad que crea conveniente (...) creo que la cantidad de peruanos expuestos a la inseguridad es muy alta".
Belaúnde tiene un 2% de intención de votos según un sondeo de Ipsos Perú difundido el domingo, entre un disperso abanico de precandidatos, con ninguno sobre el 10%. No se espera un ganador en la primera ronda y se preve un balotaje para el 7 de junio.
La inseguridad ciudadana en Perú se ha convertido desde hace años en la mayor preocupación ciudadana, según varias encuestas, y desplazó a la economía, en un país de baja inflación y que crece a tasas con niveles entre las mayores de América Latina.
El precandidato presidencial Roberto Sánchez, del partido Juntos por el Perú, cuyo aspirante al Congreso fue asesinado el viernes último en la región norteña de Piura, dijo que las medidas del Gobierno contra la inseguridad han fracasado.
"La prioridad no es la seguridad de los candidatos presidenciales, es proteger al pueblo", dijo a Reuters.
El presidente de Perú, José Jerí, asumió al poder en octubre tras la destitución de su predecesora y ese mismo mes decretó un estado de emergencia en Lima. Los homicidios han aumentado un 10% entre enero y noviembre, a 2.053, según datos oficiales.
Con información de Reuters
