Desde hace semanas, fuerzas de tránsito en diversas provincias volvieron a aplicar sanciones contra los conductores que circulan sin la chapa patente obligatoria, una práctica que había sido parcialmente tolerada durante el último año debido al faltante de chapas metálicas. Ante la normalización de esta carencia, el Estado nacional decidió reinstaurar de lleno las multas, generando alerta entre automovilistas que aún esperan recibir su placa definitiva.
La “normalización” de la falta de chapas
El origen del problema se remonta a la interrupción en la provisión de chapas metálicas, lo que provocó un desabastecimiento prolongado. En muchos casos, los registros automotores entregaban chapas provisorias de papel que debían renovarse mes a mes, y en otros, los vehículos circulaban directamente sin placa metálica.
Durante meses, las autoridades de tránsito habían relajado la fiscalización de esta infracción, pero con el avance en la regularización del sistema, se resolvió volver a aplicar las sanciones previstas por la Ley Nacional de Tránsito 24.449, que considera falta grave circular sin patente o con una chapa irregular.
Alcance de las multas: cifras que impactan
Las sanciones que vuelven a aplicarse pueden ser elevadas. En la mayoría de las jurisdicciones, la multa por circular sin patente visible o con una chapa adulterada oscila entre $72.000 y $145.000, dependiendo del distrito y de la gravedad de la infracción.
En algunos casos, los valores pueden ser mucho mayores si se detecta que el vehículo porta una placa que no le corresponde. En esas circunstancias, la normativa prevé sanciones de entre 300 y 1.000 Unidades Fijas (UF), que al valor actual representan montos de entre $348.000 y más de un millón de pesos.
Además del castigo económico, la sanción puede incluir la retención preventiva del vehículo por hasta quince días, hasta que el propietario regularice la documentación correspondiente. De esta manera, la infracción deja de ser una simple multa administrativa para transformarse en un problema que puede afectar el uso cotidiano del vehículo.
Cuántas chapas hay disponibles
Uno de los principales problemas sigue siendo la escasez de chapas metálicas. Desde principios de este año, el Gobierno dispuso que cada Registro del Automotor puede solicitar solo dos lotes de chapas por mes, lo que limita la capacidad de entrega y genera demoras en la provisión.
Esa restricción se traduce en una capacidad estimada de patentamiento de alrededor de 43.000 vehículos mensuales en todo el país, una cifra que resulta insuficiente frente al crecimiento reciente de los patentamientos.
A ello se suma que los tiempos de espera para la entrega de las chapas metálicas pueden alcanzar hasta cuatro meses, obligando a miles de conductores a circular con placas provisorias de cartón o sin ninguna identificación visible.