El proyecto de ley de recortes fiscales del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que llevaba días estancado por las luchas internas republicanas sobre los recortes de gastos, obtuvo el domingo la aprobación de un comité clave del Congreso, en una rara victoria para Trump y el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson.
En una inusual sesión el domingo por la noche, cuatro conservadores republicanos de línea dura en el Comité de Presupuesto de la Cámara, que habían bloqueado la legislación el viernes, permitieron que el proyecto de ley avanzara mientras presionaban por recortes de gastos más profundos en conversaciones a puerta cerrada con líderes republicanos y representantes de la Casa Blanca.
"Hemos avanzado este fin de semana, pero no lo suficiente", declaró a la prensa el representante Chip Roy, uno de los cuatro miembros de la línea dura, tras la aprobación de la ley.
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A lo largo de esta semana podría votarse su aprobación en la Cámara de Representantes.
Según analistas no partidistas, el proyecto de ley añadiría entre 3 y 5 billones de dólares a la deuda nacional de 36,2 billones de dólares durante la próxima década. Moody's citó la creciente deuda, que dijo que estaba en camino de alcanzar el 134% del PIB en 2035, para su decisión el viernes de rebajar la calificación crediticia de Estados Unidos.
La medida ampliaría los recortes de impuestos de Trump en 2017, su principal logro legislativo del primer mandato, reduciría los impuestos sobre algunas propinas y los ingresos por horas extras —ambas promesas de campaña—, aumentaría el gasto en defensa y proporcionaría más fondos para su represión fronteriza y de inmigración.
Los partidarios de línea dura quieren mayores recortes en el programa de asistencia sanitaria Medicaid para los estadounidenses con rentas más bajas y la derogación completa de los créditos fiscales ecológicos implantados por los demócratas.
La aprobación del panel presupuestario envía el proyecto a la Cámara de Representantes, que considerará enmiendas para cambiar la legislación mientras se prepara para una votación en el pleno sobre su aprobación. Johnson está presionando para que se apruebe en pleno antes de la festividad del Día de los Caídos, el 26 de mayo.
Otro partidario de la línea dura, el representante Ralph Norman, dijo que los líderes republicanos estaban negociando cambios en los requisitos de trabajo propuestos para Medicaid. Pero también quería una mayor reducción en el apoyo médico federal para los beneficiarios sanos.
Los republicanos de Trump tienen una mayoría de 220-213 en la Cámara y están divididos sobre la profundidad del recorte del gasto para compensar el coste de los recortes fiscales.
Los republicanos moderados de la Cámara de Representantes y algunos senadores republicanos se han opuesto a cambios a gran escala en Medicaid y el apoyo nutricional para los pobres, porque dicen que perjudicaría a los mismos votantes que eligieron a Trump en noviembre, y cuyo apoyo necesitarán en 2026, cuando el control del Congreso vuelva a estar en juego.
Con información de Reuters
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