A lo largo de la orilla oriental de la bahía de Hudson, en la provincia canadiense de Quebec, cerca del municipio inuit de Inukjuak, se extiende un cinturón de roca volcánica de colores verde oscuro y claro, con toques de rosa y negro. Nuevas pruebas demuestran que se trata de las rocas más antiguas de la Tierra.
Según dos métodos de análisis diferentes, las rocas de la zona denominada Cinturón de Piedras Verdes de Nuvvuagittuq, en el norte de Quebec, datan de hace 4.160 millones de años, una época conocida como eón Hádico. Este eón recibe su nombre del antiguo dios griego del inframundo, Hades, debido al paisaje infernal que se cree que existía entonces en la Tierra.
La investigación indica que el Cinturón de Piedras Verdes de Nuvvuagittuq alberga fragmentos supervivientes de la corteza terrestre más antigua, la capa sólida más externa del planeta. Las rocas de Nuvvuagittuq son principalmente rocas volcánicas metamorfoseadas de composición basáltica.
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Una roca metamorfoseada es un tipo que ha sido modificado por el calor y la presión a lo largo del tiempo. El basalto es un tipo común de roca volcánica.
Las rocas analizadas en el nuevo estudio se denominaron intrusiones. Eso significa que se formaron cuando el magma -roca fundida- penetró en las capas de roca existentes y luego se enfrió y solidificó bajo tierra.
Los investigadores aplicaron dos métodos de datación basados en el análisis de la desintegración radiactiva de los elementos samario y neodimio que contienen. Ambos llegaron a la misma conclusión: que las rocas tenían 4.160 millones de años.
Los futuros análisis químicos de estas rocas podrían proporcionar información sobre las condiciones de la Tierra durante el Hádico, una época rodeada de misterio debido a la escasez de restos físicos.
"Estas rocas y el cinturón de Nuvvuagittuq, que son el único registro rocoso del Hádico, ofrecen una ventana única a la época más temprana de nuestro planeta para comprender mejor cómo se formó la primera corteza terrestre y cuáles fueron los procesos geodinámicos implicados", declaró el profesor de geología de la Universidad de Ottawa Jonathan O'Neil, que dirigió el estudio publicado el jueves en la revista Science.
Las rocas podrían haberse formado cuando la lluvia cayó sobre roca fundida, enfriándola y solidificándola. Esa lluvia se habría compuesto de agua evaporada de los mares primordiales de la Tierra.
"Dado que algunas de estas rocas también se formaron a partir de la precipitación del agua de los antiguos mares, pueden arrojar luz sobre la composición y las temperaturas de los primeros océanos y ayudar a establecer el entorno en el que pudo comenzar la vida en la Tierra", afirma O'Neil.
Hasta ahora, las rocas más antiguas que se conocían databan de hace unos 4.030 millones de años y procedían de los Territorios del Noroeste de Canadá, explicó O'Neil.
Mientras que las muestras de Nuvvuagittuq son ahora las rocas más antiguas conocidas, diminutos cristales del mineral circón del oeste de Australia han sido datados en 4.400 millones de años.
El Hádico se extendió desde la formación de la Tierra, hace unos 4.500 millones de años, hasta hace 4.030 millones de años. Al principio de este eón, se produjo una enorme colisión que se cree que dio lugar a la formación de la Luna. Pero para cuando se formaron las rocas Nuvvuagittuq, la Tierra había empezado a convertirse en un lugar más reconocible.
"La Tierra no fue ciertamente una gran bola de lava fundida durante todo el eón Hádico, como su nombre podría sugerir. Hace casi 4.400 millones de años, ya existía en la Tierra una corteza rocosa, probablemente basáltica en su mayor parte y cubierta de océanos poco profundos y más cálidos. Había una atmósfera, pero distinta de la actual", explicó O'Neil.
Ha habido cierta controversia sobre la edad de las rocas de Nuvvuagittuq.
Como se informó en un estudio publicado en 2008, pruebas anteriores realizadas en muestras de las capas de roca volcánica que contenían las intrusiones arrojaron fechas contradictorias: una daba una edad de 4.300 millones de años y otra una edad más temprana de 3.300 a 3.800 millones de años. Según O'Neil, la discrepancia pudo deberse a que el método que dio como resultado una edad más temprana era sensible a los fenómenos térmicos ocurridos desde que se formó la roca, lo que sesgó el resultado.
El nuevo estudio, con dos métodos de prueba que producen conclusiones armoniosas sobre la edad de las rocas de intrusión, proporciona una edad mínima para las rocas volcánicas que contienen estas intrusiones, añadió O'Neil.
"La intrusión tendría 4.160 millones de años y, dado que las rocas volcánicas deben ser más antiguas, su mejor edad sería de 4.300 millones de años, como apoya el estudio de 2008", dijo O'Neil.
Con información de Reuters