Argentina vuelve a ser noticia con una renovada crisis financiera impulsada por la mala imagen política del presidente Milei. Esta mala imagen es producto del enojo por el pésimo desempeño económico de Argentina y la corrupción masiva dentro de la administración de Milei, y augura un mal desempeño para su partido en las próximas elecciones de octubre de 2025.
En respuesta, el FMI y Estados Unidos han entrado en acción para salvar al gobierno de Milei. El FMI ya había proporcionado un rescate de 20.000 millones de dólares en abril de 2025. Ahora, el gobierno estadounidense ha proporcionado otros 20.000 millones de dólares (en forma de una línea de swap de divisas del Banco Central). Además, Estados Unidos ha expresado su disposición a proporcionar crédito stand-by adicional e incluso a comprar deuda del gobierno argentino.
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Los medios de comunicación se han centrado en la larga y problemática historia financiera de Argentina, la difícil situación inflacionaria que heredó el presidente Milei y la afinidad política del presidente Trump con él . Sin embargo, esto no explica por qué el FMI y Estados Unidos han brindado una asistencia tan cuantiosa a Argentina, dada su escasa solvencia.
El apoyo a Milei debe entenderse como una continuación de los préstamos anteriores a los presidentes Macri (2015-2019) y Menem (1989-1999). El objetivo es consolidar el neoliberalismo en Argentina y endeudarlo con dólares. Cuenta con el apoyo de las élites locales, ya que son las beneficiarias del neoliberalismo y, además, saquean al Estado argentino mediante el endeudamiento.
1. La complicada verdad en Argentina
Llegar a la verdad en Argentina es como pelar una cebolla. Primero, hay que descubrir la verdadera situación económica, que es fundamentalmente diferente a la descrita por los grandes medios de comunicación. Después, hay que introducir la política y sacar a la luz las verdaderas agendas que impulsan los acontecimientos. Finalmente, hay que explicar cómo funcionan esos acontecimientos y sus consecuencias.
Una vez analizados los detalles, la imagen que surge es que la asistencia financiera del FMI y EE.UU. es una interferencia electoral destinada a salvar al presidente Milei y su programa neoliberal extremo; a disminuir la influencia económica de China; y a maniatar financieramente a Argentina mediante la trampa de la deuda en dólares. Además, la asistencia facilita el saqueo tácito del Estado argentino por parte de las élites argentinas y las multinacionales estadounidenses. Esta es una imagen muy diferente a la que presentan los principales medios de comunicación y los economistas convencionales.
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2. El mito del milagro económico de Milei
El punto de partida es el desempeño económico de Argentina, descrito con entusiasmo por los grandes medios de comunicación como un "milagro económico". Por ejemplo, The New York Times afirma que Milei estaba "a punto de lograr un milagro económico" antes de la reciente crisis financiera. Este enfoque es crucial porque distorsiona la percepción pública, otorgando legitimidad económica a los préstamos del FMI y Estados Unidos.
Lo cierto es que no ha habido ningún milagro. Las políticas de Milei han sido una catástrofe tanto para los argentinos comunes como para el futuro de Argentina. Esta realidad explica la impopularidad política de Milei, que ha generado temores en los mercados financieros.
Milei asumió el cargo en diciembre de 2023, y Argentina ha estado sumida en una profunda recesión desde entonces. Esta recesión ha sido causada por una austeridad fiscal extrema que recortó drásticamente los servicios públicos y la inversión; un tipo de cambio enormemente sobrevaluado que debilitó la balanza comercial; y una desregulación que incrementó las ganancias a expensas de los salarios.
La recesión se hace visible en el colapso de la producción industrial y del crecimiento del PIB . La producción industrial sigue baja, pero finalmente se ha recuperado algo del crecimiento del PIB (como era inevitable, ya que las economías no se contraen indefinidamente). Sin embargo, la recuperación ha sido débil y la economía se ha contraído.
Además, el panorama es aún peor porque el PIB no refleja la miseria, el hambre y la inseguridad. Inicialmente, la inseguridad alimentaria y el hambre se dispararon , con el escorbuto aumentando entre los pobres. La tasa oficial de pobreza ha vuelto a bajar, pero subestima la situación al no reconocer el aumento masivo de los precios del agua, el gas y la electricidad . Las pensiones de los jubilados se han visto diezmadas, los precios de los medicamentos recetados se han disparado y el gobierno de Milei también ha reprimido brutalmente las protestas de los jubilados .
Las políticas de Milei no solo han provocado una recesión económica, sino que también han saboteado el futuro de Argentina. El colapso de la inversión pública y privada implica un menor stock de capital. El recorte drástico del gasto en educación y salud se traduce en una población con menor nivel educativo y mayor riesgo de enfermedad. Además, el recorte drástico del apoyo a las universidades y las artes es un ataque a las industrias de alto valor del futuro (como las tecnologías de la información, las ciencias médicas y la producción cinematográfica), y ha contribuido a una mayor fuga de talentos de Argentina.
El endeudamiento externo de Milei también significa mayores pagos futuros de intereses, lo que cargará el presupuesto del gobierno, limitará las posibilidades de la política económica y amenazará perennemente con una crisis financiera.
El único resultado económico positivo es la tasa de inflación , que ha disminuido significativamente, pero incluso en este caso la situación es compleja. Inicialmente, la inflación aumentó significativamente con Milei. Si bien ha vuelto a bajar, se mantiene en un 35 % anual. El anterior gobierno de Fernández perdió el control de la inflación, pero también heredó una tasa del 50 % del anterior gobierno de Macri. Además, la inflación solo se aceleró en 2022 con las consecuencias de la pandemia de COVID-19. La tasa de inflación de Argentina se quintuplicó, como también ocurrió en otros países. Sin embargo, dada la alta inflación inicial de Argentina y su vulnerabilidad estructural a la inflación, el aumento absoluto fue mucho mayor.
En resumen, no ha habido ningún "milagro económico". El programa de Milei nunca pudo ni pretendió generar prosperidad compartida en Argentina. En cambio, es un programa ultraneoliberal cuyo objetivo es reducir la inflación mediante una profunda recesión y un tipo de cambio sobrevaluado; aumentar las ganancias a expensas de los salarios mediante la desregulación y el debilitamiento de la mano de obra; permitir que el capital explote los recursos naturales de Argentina; y utilizar la austeridad fiscal para desmantelar las instituciones sociales que promueven el bienestar y el progreso social.
3. El FMI y EE.UU.: la política del saqueo y la trampa de la deuda
El carácter desastroso del programa económico de Milei plantea la pregunta de por qué el FMI y Estados Unidos se han apresurado a ofrecer un rescate. Esto introduce un tema político. Para Milei, un rescate es esencial para su futuro político. Las élites argentinas también lo apoyan, ya que son las beneficiarias del programa. Pero ¿qué pasa con el FMI y Estados Unidos?
3.a El FMI como herramienta útil de EE.UU.
El FMI es el más fácil de entender. Está dominado por Estados Unidos y ha sido durante mucho tiempo un bastión neoliberal, contribuyendo a la propagación e implementación del neoliberalismo global durante los últimos cuarenta años. Esto facilita el apoyo a Milei, quien es sumiso a Estados Unidos y está alineado con el neoliberalismo extremo.
Lo inusual del momento actual es la evidente complicidad del FMI, que lo lleva a violar sus propios protocolos de maneras que lo ponen en riesgo legal en el futuro. Las huellas de la corrupción política están por todas partes en el préstamo de 20 000 millones de dólares del FMI.
En primer lugar, a pesar de la considerable oposición al préstamo en el Directorio Ejecutivo del FMI, argumentando que no cumplía con los estándares crediticios, Estados Unidos y sus aliados lo impulsaron. Sumados a los préstamos preexistentes, más del 40% del total de préstamos del FMI se destinará a Argentina , lo que potencialmente pone en riesgo la solvencia financiera del FMI.
En segundo lugar, el nuevo préstamo se otorgó sin las estrictas condicionalidades económicas que son habituales en los paquetes de préstamos del FMI. Esta ausencia no se debe a que el FMI haya cambiado su postura neoliberal, sino a que dichas condicionalidades habrían debilitado la economía argentina, socavando así el propósito político del préstamo: ayudar a Milei a ganar las elecciones de octubre de 2025.
El propósito manifiestamente político del préstamo del FMI queda patente en las declaraciones de la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, en abril de 2025, quien declaró públicamente en la reunión anual de primavera del FMI: «El país tendrá elecciones en octubre y es muy importante que no descarrilen la voluntad de cambio. Hasta el momento, no vemos que el riesgo se materialice, pero insto a Argentina a mantener el rumbo». Sus declaraciones violan los protocolos fundamentales del FMI que prohíben la interferencia política.
3.b Estados Unidos y la interferencia electoral en Argentina
La asistencia financiera estadounidense no supera las pruebas económicas convencionales y su propósito es político. El objetivo es salvar al gobierno de Milei, excluir a China y atrapar a Argentina con deuda en dólares.
Estados Unidos ha intervenido a favor de Milei porque su ideología es proestadounidense y proempresarial, mientras que sus rivales son pragmáticos nacionalistas argentinos. Creen que las empresas (incluidas las multinacionales estadounidenses) deben rendir cuentas al Estado argentino y están dispuestos a negociar con China si ello beneficia a Argentina. Eso es un anatema para Washington D. C.
Para EE. UU., Milei es "nuestro hombre", que se pone del lado de EE. UU. y trata favorablemente a las corporaciones multinacionales estadounidenses. Prestarle a Argentina es una interferencia electoral. La esperanza es que un préstamo masivo pueda evitar una crisis financiera hasta después de las elecciones legislativas de octubre, salvando así al gobierno de Milei.
Inicialmente, Estados Unidos pensó que podría ayudar a Milei a alcanzar la meta con préstamos del FMI, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Sin embargo, esto ha resultado insuficiente, lo que ha obligado al Tesoro estadounidense a intervenir directamente.
Dicho sea de paso, este proceso de préstamos del FMI (y del Banco Mundial y del BID) con fines de interferencia electoral no es nuevo. Las mismas tácticas se emplearon en 2019 para apoyar al presidente Macri, quien entonces era el candidato favorito de Estados Unidos. El FMI prestó 40.000 millones de dólares al gobierno de Macri, el mayor préstamo en su historia. Macri perdió las elecciones, los 40.000 millones se evaporaron y el siguiente gobierno cargó con la carga.
La animadversión antichina que motiva la política estadounidense se evidencia en la condición de que la asistencia estadounidense esté condicionada a que Argentina sustituya su acuerdo de intercambio de divisas con China por uno respaldado por Estados Unidos. El acuerdo de intercambio entre China y Argentina se estableció en 2009. Se basa en una lógica comercial, ya que ambos países mantienen un comercio masivo y mutuamente beneficioso que involucra bienes manufacturados y productos agrícolas argentinos. Estados Unidos pretende sabotear esa relación, protegiendo a Argentina de Estados Unidos, lo que reduce su poder.
Por último, existen indicios de tratos privados indebidos por parte del secretario del Tesoro estadounidense, Bessent. Se informa que Bessent impulsó tanto el préstamo del FMI de abril como la propuesta estadounidense de septiembre de rescatar a su socio de Wall Street, Robert Citrone, y a otros fondos de Wall Street que habían apostado especulativamente por los bonos argentinos. Estas apuestas fracasaron con las crecientes dificultades políticas de Milei. El rescate de Bessent impulsó un repunte en el precio de los bonos argentinos que ha salvado y beneficiado a Wall Street.
4. La mecánica del saqueo y el endeudamiento de Argentina
La parte obvia de estos tratos es la interferencia electoral y la trampa de la deuda en dólares. La parte menos obvia es la mecánica del saqueo.
El proceso de saqueo se centra en la sobrevaluación del tipo de cambio, que artificialmente revaloriza el peso. Esto significa que quienes poseen pesos excedentes (es decir, la élite argentina) pueden beneficiarse de la sobrevaluación comprando dólares a un precio subsidiado. El Estado argentino paga la cuenta, vendiendo los dólares que ha tomado prestados y endeudándose en dólares. Este proceso ha sido utilizado repetidamente por anteriores gobiernos argentinos proempresariales y proestadounidenses. Esto explica cómo el préstamo del FMI de 2019 de 40 000 millones de dólares al presidente Macri se evaporó sin dejar rastro.
El proceso quedó en evidencia tras el nuevo préstamo del FMI. Argentina suspendió de inmediato la mayoría de sus controles de capital, lo que permitió a empresas y personas adineradas comprar dólares subsidiados .
El proceso también quedó en evidencia tras la declaración de apoyo de Estados Unidos. Argentina suspendió temporalmente el impuesto a la exportación de granos y soja, y se produjo un aluvión masivo de exportaciones . Estas exportaciones salieron libres de impuestos, beneficiando a los grandes exportadores agrícolas que apoyan a Milei. El Estado argentino perdió una enorme cantidad de ingresos por impuestos a la exportación, fundamentales para las finanzas públicas argentinas. Dados los controles de capital más débiles, esas abundantes ventas de exportación pudieron entonces convertirse en dólares, lo que supuso un doble golpe. Los exportadores agrícolas evadieron impuestos y compraron dólares subsidiados. El Estado argentino perdió ingresos fiscales y se endeudó en dólares.
El dólar sobrevaluado también se ha utilizado para saquear a la clase media argentina. Estas familias acumulan dólares como fondo de emergencia. La recesión económica causada por las políticas de Milei las ha obligado a vender dólares para llegar a fin de mes. El tipo de cambio sobrevaluado significa que han recibido menos, y sus dólares han sido absorbidos por quienes tienen exceso de pesos. Esto ha contribuido a una mayor redistribución adversa de la riqueza dentro de Argentina.
5. Los préstamos del FMI y de EE.UU. son una "deuda odiosa"
La deuda odiosa, también conocida como deuda ilegítima, es una doctrina del derecho internacional según la cual la deuda contraída ilegítimamente no debe ser reembolsada. Generalmente, se considera desde la perspectiva de la reputación del prestatario, pero el fraude también puede ser cometido por prestamistas y prestatarios que colaboran. De hecho, es más fácil cuando lo hacen.
Para garantizar el uso adecuado del crédito, los prestamistas tienen la responsabilidad y el deber legal de garantizar que los fondos se utilicen correctamente y que los prestatarios sean capaces de reembolsarlos. Los préstamos del FMI y de Estados Unidos no superan esta prueba fundamental, lo que los convierte en deuda odiosa. Los préstamos se han otorgado explícitamente con fines políticos, no comerciales, y no superan las pruebas de solvencia correspondientes.
Además, el préstamo del FMI de abril de 2025 eludió una ley argentina de 2021 que exigía la aprobación del Congreso para los préstamos del FMI. Dicha ley se aprobó explícitamente para evitar que se repitiera el saqueo ocurrido con el préstamo del FMI de 40 000 millones de dólares al presidente Macri en 2019. Sin embargo, Milei autorizó las negociaciones mediante decreto ejecutivo, que solo puede ser revocado por una mayoría de dos tercios en ambas cámaras del Congreso. Tanto el FMI como Estados Unidos están al tanto de esta maniobra política, lo que los incrimina aún más.
En esta etapa, para detener el saqueo y la trampa de Argentina en la deuda en dólares, la oposición política debería declarar que las nuevas deudas del FMI y de Estados Unidos serán consideradas odiosas y no serán reembolsadas. Aunque la declaración carezca de fuerza legal inmediata, debería desalentar la concesión de préstamos adicionales y deslegitimar aún más cualquier préstamo adicional que se conceda.
6. Colonización por deuda: ¿quo vadis Argentina?
La historia de Milei es la de los presidentes Macri y Menem, solo que más cruel. Ambos implementaron políticas neoliberales extremas basadas en un tipo de cambio sobrevaluado, endeudamiento externo, opresión de la clase trabajadora, privatizaciones y desregulación.
Cada uno se presentó como un "milagro económico", pero nunca fue así. En cada ocasión, se presentó al Estado argentino como el problema fundamental, y en cada ocasión, este fue saqueado y atrapado aún más con deuda en dólares, mientras su riqueza se transfería a las élites económicas. Y en cada ocasión, el FMI y Estados Unidos fueron facilitadores clave.
Los presidentes Milei, Macri y Menem son parte de una historia común. Esa historia es el saqueo neoliberal y la trampa de la deuda de Argentina. La interferencia electoral del FMI y EE. UU. aún podría asegurar la victoria de Milei. Si eso sucede, Argentina se convertirá en una colonia de la deuda estadounidense. También se volverá aún más desigual con un neoliberalismo extremo arraigado. Los grandes medios de comunicación y los economistas lo describirán como un milagro, pero será una miseria para quienes lo vivan.