Las políticas de inclusión digital en el gobierno de Javier Milei: mucho slogan y cero financiamiento

07 de noviembre, 2025 | 15.44

“La inversión en estos dispositivos no mejoran los aprendizajes”. Entre las críticas más falaces que se hacen sobre el Programa Conectar Igualdad se encuentra esta, utilizada el miércoles pasado en la presentación del proyecto de presupuesto educativo del 2026 por el Secretario de Educación Nacional Carlos Torrendell.

Los gobiernos neoliberales no son originales, ni en el programa económico ni en los supuestos fundamentos del desfinanciamiento educativo. Ya Mauricio Macri había ensayado una frase que quiso ser una metáfora, muy poco feliz e igualmente mentirosa por cierto, cuando afirmó que ”les dan el asado pero no la parrilla” en relación con la distribución de computadoras y la falta de universalización del servicio de internet en todo el país. Vale recordar que, entre 2010 y 2015, se instaló el servicio de acceso a internet a 4.906 escuelas en el marco del Programa “Internet para establecimientos educativos” y a través del Programa Argentina Conectada se adjudicaron otras 2.428 escuelas con tecnología satelital desde el 2011.

Las críticas al “gasto excesivo” en tecnología en nombre de la falta de resultados en la mejora de los aprendizajes, fue moneda corriente durante toda la implementación de Conectar Igualdad, sirviendo de excusa para el desfinanciamiento del programa. En este caso vale mencionar que el gobierno de Javier Milei no ha distribuido ningún dispositivo tecnológico en el sistema educativo desde el inicio de su gestión, la ejecución presupuestaria del 2024 fue equivalente a la quinta parte de la de 2023 y en 2025, el programa fue eliminado. Es decir, en el proyecto de presupuesto del año 2026 no existe el Programa Conectar Igualdad.

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Sobre este argumento-slogan repetido como mantra con poco sentido ni análisis, me permito algunas consideraciones

Lo irrenunciable de diseñar e implementar políticas de inclusión digital en la actualidad.

Más allá de las transformaciones necesarias que cualquier política de inclusión digital debiera tener en el escenario contemporáneo respecto de lo que fue Conectar Igualdad ¿Alguien puede hoy negar la imperiosa necesidad de desarrollar políticas públicas sobre tecnologías infocomunicacionales e IA Generativas? Si comprendemos lo que implican estos desarrollos en la construcción de la identidad, la cultura, el conocimiento, la manera en que transforman las relaciones sociales y el mundo en general, así como los nuevos desafíos que suponen para las infancias y adolescencias; ¿el presupuesto educativo no debiera contemplar políticas de formación docente, de acompañamiento a niños, niñas y jóvenes con sus familias, de desarrollo de contenidos, entornos y software soberano?

El Secretario mencionó al pasar, en el inicio de su presentación, la existencia de Paideia (Programa Argentino de Innovación de la Educación con Inteligencia Artificial) un plan para integrar el uso pedagógico de herramientas basadas en IA para los niveles primario y secundario de la educación obligatoria, el cual dicho sea de paso, no tiene reflejo presupuestario específico en el proyecto 2026.

En la página del Ministerio de Capital Humano se mencionan entre sus objetivos:

  • Aplicación de IA: busca que los estudiantes usen herramientas de IA para organizar información, producir textos y resolver problemas, siempre desde una perspectiva ética y reflexiva.
  • Desarrollo de IA: incentiva la creación de soluciones tecnológicas mediante conocimientos de programación, modelado de sistemas y análisis de datos.

No puedo dejar de preguntarme, ¿cómo piensa la Secretaría de Educación formar miradas críticas respecto de la IA, productores y no consumidores, capacidades y habilidades de nuevo tipo para el mundo del trabajo, si no hay computadoras en las escuelas para interactuar con estos sistemas de Inteligencia Artificial? ¿De qué manera los docentes van a incorporarlas en sus prácticas y acompañar los procesos de los estudiantes si no pueden experimentar y formarse en el uso y la reflexión sobre ellos?

Quizá, al igual que Mauricio Macri cuando discontinuó Conectar Igualdad a través del decreto N° 386, el relato será que gran parte de la población tanto de estudiantes como de docentes tiene celulares o computadora en sus hogares, lo que no quiere decir datos móviles o conexión doméstica a internet.

Más allá de la presencia de dispositivos en los hogares o de uso personal, los celulares y las computadoras no tienen las mismas implicancias ni funcionalidades pedagógicas. Para escribir textos, para diseñar, para programar, necesitamos que tanto estudiantes como docentes tengan computadoras. Según la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC del año 2024 sólo el 60% de los hogares argentinos tiene acceso a una computadora y su utilización en la población entre los 4 y 17 años viene descendiendo.

Actualmente son un bien indispensable para el trabajo, el estudio y el ejercicio de la ciudadanía. Algunas de esas actividades pueden resolverse con el celular, por supuesto. Otras no. Por otra parte, el uso de celulares con criterios pedagógicos supone desafíos importantes en relación con el modelo de interacción que plantean (el scrolleo, la observación pasiva) y la convergencia de gran cantidad de aplicaciones en un solo dispositivo que hace mucho más intensa la dependencia a las redes sociales o plataformas diversas. Una temática, de hecho, que habría que abordar seria y urgentemente desde las políticas de inclusión digital y que excede la inteligencia artificial.

Sobre la mejora de los aprendizajes

Para desarmar el slogan, es importante poner en contexto cómo fue el surgimiento del programa. Conectar Igualdad tuvo en sus inicios un propósito de inclusión social y cultural a partir de comprender que las sociedades de los próximos años comenzarían a producir conocimientos y formas de comunicarse o relacionarse a través de entornos digitales que iban a configurar escenarios de nuevo tipo para la construcción de ciudadanía y para la inclusión. En este sentido, la distribución uno a uno de computadoras a estudiantes y docentes, la instalación de servidores con gran capacidad de almacenamiento, la conexión paulatina a Internet de los establecimientos fue acompañada por acciones territoriales de sensibilización, así como por el desarrollo de contenidos, materiales, documentos de trabajo y postítulos virtuales de formación docente a través del Portal Educar.

En diciembre del 2014, con la distribución de 4.700.000 netbooks, el Programa alcanzó la brecha digital cero al terminar de dotar de equipamiento a todas las instituciones educativas previstas en el universo inicial. En este contexto surgió el Plan Nacional de Inclusión Digital Educativa (PNIDE) como dispositivo de formación docente situada y en servicio que articuló el Programa Conectar Igualdad y el Programa Nacional de Formación Docente.

El PNIDE impactó en el año 2015 al 44% de las escuelas secundarias del país alcanzando a 18.386 docentes y 7869 directores. Se desarrollaron propuestas pedagógicas en todas las jurisdicciones del país que aún pueden verse circulando por entornos virtuales y repositorios digitales diversos. Si estas políticas, con los ajustes o modificaciones que otras gestiones creyeran necesarias hubieran tenido continuidad, hoy seguramente tendríamos conocimiento pedagógico original, investigación, resultados, nuevos interrogantes y múltiples desafíos.

Más allá de eso, no es cierto que mientras estuvo en funcionamiento, el programa no haya mejorado los aprendizajes.

Para tomar algunos puntos de referencia, podemos citar el estudio publicado en 2016 por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) sobre el impacto de Conectar Igualdad realizado por las investigadoras del Conicet, Marta Formichella y María Alderete, basándose en datos de las pruebas PISA 2012 que miden la calidad educativa. Las conclusiones de las autoras señalan que “se encontró una diferencia significativa en el rendimiento académico promedio entre el grupo de estudiantes beneficiarios del programa y aquellos que no lo fueron”. Asimismo se indica que el impacto de Conectar Igualdad en un corto periodo de tiempo “constituye una evidencia de que la implementación del programa, aunque se encuentra en las primeras etapas, no ha explotado todas sus potencialidades”.

Se realizaron también evaluaciones externas a cargo de las Universidades Nacionales que se encuentran publicadas para su consulta.

Es decir, existen datos e informes, de los cuales los mencionados en esta nota son solo algunos ejemplos, que sostienen el impacto positivo de Conectar Igualdad. En solo cinco años se iniciaron procesos de innovación y transformación de la enseñanza con niveles de alcance variables entendiendo que los cambios profundos, en la escuela secundaria sobre todo, son de largo aliento y requieren del sostenimiento y la reactualización de los programas, no de su desfinanciamiento y discontinuidad.

La nueva estatalidad en materia de inclusión digital

Desde hace varios meses gran parte de la comunidad educativa a nivel nacional comenzó a organizarse y a debatir nuevos roles y modos de intervención del Estado para el desarrollo de políticas públicas. El Congreso Educativo Imaginar y Transformar tiene ese propósito: evaluar, mirar en perspectiva y diseñar un programa político educativo en términos contemporáneos.

En el encuentro de la región NEA que se realizó en la provincia de Chaco el pasado 18 de octubre, Cristina Kirchner nos envió un audio ya que no pudo estar presente por la injusta detención y proscripción a la que se encuentra sometida desde hace ya, al momento de escribir esta nota, 148 días. Con el coraje y la fuerza de siempre, hizo mención a la importancia del nombre del congreso para pensar un programa de gobierno futuro: “Imaginar algo nuevo para transformar lo que ya no sirve. Este es el gran desafío que tenemos que llevar adelante”.

Para hacerlo posible, destacó: “Necesitamos gente con mucho coraje, con mucha inteligencia pero no solo la inteligencia que dan los libros sino la inteligencia del que comprende y entiende cuando ve que las cosas no andan bien y hay que cambiarlas. Entonces en lugar de criticar y no hacer nada, se arremanga y participa en la construcción de algo nuevo”.

Eso es lo que esperamos como comunidad educativa de nuestros gobernantes. Es lo que vamos a hacer más temprano que tarde. Porque el pueblo siempre vuelve y Conectar Igualdad, con los cambios que requiera, también.