Luego de varios meses de tensiones, Cristina Kirchner se comunicó con el gobernador Axel Kicillof para organizar una reunión que se realizó este mismo jueves por la tarde. Consensuaron armar una comisión con representantes de cada espacio para acordar listas de unidad en las ocho secciones electorales de la provincia de Buenos Aires para los comicios del 7 de septiembre. Con todo, en la gobernación todavía no evaluaban la unidad como un hecho, pero claramente se había dado un importante primer paso en esa dirección. El Movimiento Derecho al Futuro, que Kicillof lanzó la semana pasada con un multitudinario acto en La Plata, continuará con su esquema de encuentros que en los próximos días mostrará al gobernador junto al nutrido grupo de intendentes que lo apoyan.
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Cristina Kirchner confirmó el lunes en una entrevista su intención de postularse como candidata a diputada provincial por la Tercera sección electoral en las elecciones bonaerenses. A partir de ahí, desde su entorno comenzaron a difundir su deseo de hablar personalmente con el gobernador luego de bastante tiempo. La última vez que se contactaron, Kicillof le había expresado que debían reunirse para resolver las diferencias internas y ella le había respondido que hablara con su hijo Máximo, con quien el gobernador mantiene una relación personal distante. En la gobernación comentaban que ahora notaron una voluntad diferente. Cristina tuvo la iniciativa de llamarlo y conversar con Axel sin intermediarios. En una jornada jalonada por las versiones de un posible encuentro, se reunieron por la tarde en un marco de reserva. La charla fue larga y a solas.
Cristina Kirchner y Axel Kicillof: el armado de cara a las elecciones provinciales
"Se conforma un grupo integrado por representantes de cada espacio para intentar construir una estrategia que confluya en listas conjuntas", informaron al término del encuentro. Desde las cercanías del gobernador advertían que este primer acuerdo no significaba que estuviera todo cerrado, ni que la unidad fuera un hecho consumado. Pero era una apertura necesaria luego de meses de teléfono descompuesto y de declaraciones cruzadas entre los representantes de los distintos sectores. Desde el miércoles, fue notorio como dirigentes camporistas bajaron de decibeles de sus opiniones en los medios sobre Kicillof y los intendentes que lo respaldan.
"Si estás dividido seguro perdés, y perdés mal además", argumentó Cristina en la entrevista en C5N las razones por las que la unidad del peronismo estaba fuera de discusión dado el acuerdo entre la derecha del Pro y la ultraderecha de La Libertad Avanza que irán en una sola lista. Si bien la ex presidenta fundamentó su decisión de postularse para una banca provincial en su intención de poner el hombro para que el peronismo no pierda una elección determinante de cara a las nacionales de octubre, luego se despachó con nuevas críticas al desdoblamiento bonaerense. La vuelta sobre un tema que ya se había dado por cerrado generó enojos en el gobernador y su entorno.
La semana pasada, el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, planteó las condiciones que se deberían dar para alcanzar la unidad del peronismo. Varias de estas cuestiones también se desgranaron en el diálogo de CFK y Kicillof de este jueves, según comentaban cerca del gobernador. La primera, que haya una reivindicación de la gestión provincial, algo que parece fuera de la agenda de La Cámpora, cuyos dirigentes ni mencionan a Kicillof. Incluso, al evaluar la gestión como vulnerable, transmiten un clima derrotista. Por eso, el sábado, al lanzar el Movimiento Derecho al Futuro en un acto multitudinario, Kicillof plantó la bandera de "ganar en septiembre y ganar en octubre" con la idea de que "la motosierra no cruce la General Paz". En La Plata están convencidos de que hay una gestión de seis años muy importante, que los bonaerenses supieron valorar con su voto y que debe reivindicarse como un modelo exitoso, opuesto al de Milei en Nación.
Otra cuestión central planteada por Bianco es que los bloques de senadores y diputados de Unión por la Patria -presididos por María Teresa García y Facundo Tignanelli, quienes responden a Cristina y a Máximo- comiencen a comportarse como verdaderas bancadas oficialistas y no estén pensando en zancadillas al trabajo del gobernador. Desde la discusión del presupuesto y endeudamiento enviado por Kicillof en noviembre del año pasado, prácticamente no hubo más que cortocircuitos entre el Ejecutivo provincial y lo que debería funcionar como sus bloques parlamentarios. Algo que, remarcan en La Plata, es un caso único en el país, más tratándose de una administración peronista, de tradición verticalista.
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Desde el MDF también pretenden que los intendentes, centrales en el esquema político de Axel, tengan el manejo de las listas en los municipios y no les impongan candidatos que no sean de su agrado. Varios jefes comunales jugaron fuerte en el espacio del gobernador y en La Plata no querían que se les retaceara apoyo. En base a esas premisas y a un reparto equitativo de espacios en las boletas de senadores y de diputados provinciales podría transitarse en el camino de la unidad. Todavía quedaba bastante por recorrer pero el primer movimiento en esa dirección -fundamental- fue dado este jueves.