Luego de mucho tiempo, los sectores que componen Unión por la Patria se sentaron a conversar alrededor de una mesa y no de las diferencias internas. Fue en la sede del PJ Nacional, en la previa al acto que encabezó Cristina Kirchner para conmemorar el Día de la Resistencia peronista, que terminó convirtiéndose en una fervorosa reunión de respaldo a la ex presidenta ante las insistentes versiones de que la Corte Suprema confirmará su sentencia, con lo que quedaría detenida e imposibilitada de competir en las elecciones bonaerenses. Los dirigentes de UP convinieron centralizar todas las decisiones en un comando que se establecerá en la misma sede de la calle Matheu, con diferentes acciones que se irán decidiendo sobre la marcha, desde paros a movilizaciones. También plantearon la necesidad de difundir la persecución a CFK en el exterior y buscar apoyo internacional. La postal de unidad quedó completada cuando llegó el gobernador Axel Kicillof, más allá de las tensiones que persisten.
El acto estaba convocado para las 18, pero desde más temprano la sede del Partido Justicialista se convirtió en un hervidero de actividad, tanto dentro como en las calles, donde se fue congregando la militancia. Referentes políticos, sindicales y sociales participaron de un encuentro para organizar la resistencia contra la proscripción a Cristina Kirchner que coordinaron el senador Oscar Parrilli, la senadora bonaerense María Teresa García y el sindicalista Mario "Paco" Manrique. Participaron dirigentes del Frente Renovador de Sergio Massa como Cecilia Moreau y Diego Giuliano, diputados no alineados con el cristinismo como Victoria Tolosa Paz y Leandro Santoro, también quienes hoy participan del armado de Kicillof como Hugo Yasky, Daniel Gollán, Victoria Montenegro y Juan Marino, otros de origen radical como el sindicalista Sergio Palazzo y el diputado Leopoldo Moreau. Obviamente, participaron varios cercanos a la ex presidenta como los senadores Mariano Recalde, Wado de Pedro y Juliana Di Tullio, junto a históricos como Eduardo Valdés, Jorge Taiana, Felipe Solá y Nilda Garré.
Se resolvió coordinar la realización de las diferentes acciones en una mesa que funcionará en Matheu. Se habló, por ejemplo, de una marcha federal que sirviera para movilizar la militancia peronista de todo el país. Los sindicalistas tiraron la propuesta de un paro general, pero por ahora pareció más una expresión de deseos que una posibilidad concreta. Buena parte de la cúpula cegetista se encuentra en Ginebra participando de la asamblea de la OIT, bien lejos de la situación de Cristina. Con todo, algunos gremios como Smata, UOM, Bancarios y ATE adelantaron un cese de actividades si la Corte efectivamente firma la condena. También se habló de vigilias, cortes de calle y demás.
Una coincidencia fue que se debían potenciar las acciones a nivel internacional, pavimentando un posible reclamo ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Valdés y Taiana consiguieron un temprano rechazo del Grupo de Puebla que reúne a los principales referentes progresistas de Iberoamérica como José Luis Rodríguez Zapatero, Rafael Correa, Ernesto Samper, Baltasar Garzón, Marco Enríquez Ominami e Irene Montero, entre muchos otros. Ellos suscribieron una declaración que puso de relieve la influencia del gobierno de Mauricio Macri en el avance de la causa Vialidad, en la que confluyeron peritajes forzados, jueces amigos y la violación de principios constitucionales. Por ahora, no consiguieron una declaración del presidente de Brasil, Lula da Silva, notoria víctima del lawfare en su país. Desde Brasilia prometieron que buscarían la manera de decir algo sin generar un conflicto bilateral con Javier Milei, siempre dispuesto a abrir una controversia con el país vecino.
Pero si hacía falta una postal de unidad en la sede del PJ Nacional era la presencia del gobernador Kicillof, en especial luego de las tensiones de los últimos tiempos. Kicillof envió para la reunión de más temprano a un grupo de dirigentes y avisó que él tenía que encabezar un encuentro con 42 intendentes de su Movimiento Derecho al Futuro en La Plata, una actividad prevista desde hacía varios días. Pero, enterado de la movida que se estaba armado en el PJ, apuró el cierre del encuentro y se trasladó hasta la calle Matheu al frente de una comitiva que incluyó a sus ministros Carlos Bianco, Andrés Larroque, Gabriel Katopodis, Walter Correa y Cristina Alvarez Rodríguez, además de los intendentes Mario Secco, Fernando Espinoza, Andrés Watson y Mariano Cascallares. El acto se retrasó para esperar su llegada. A Kicillof luego lo ubicaron en primera fila, al lado de Mayra Mendoza. Más allá de que su presencia completó el cuadro de unidad indispensable, Cristina le dedicó algunas indirectas durante su mensaje, señal de las tensiones que persisten.
Cuando promediaba el acto, comenzaron a circular las versiones de que la Corte Suprema finalmente no emitiría su resolución este martes y probablemente no lo haga en esta semana. En el PJ también sabían que Carlos Rosenkrantz tenía que viajar a México, así que probablemente tampoco fallarán la semana que viene. Lo veían como un primer logro producto de la reacción inmediata de dirigentes y militantes a las versiones que hicieron circular desde el mismo Tribunal. "Creo que entendieron que no les va a salir gratis y que tienen que elaborar bien su decisión. Esperemos que recapaciten, pero si siguen adelante con su idea ya saben que todo el peronismo va a defender a Cristina", comentaba un dirigente que participó desde temprano de todas las reuniones en la sede partidaria.