Pelos rojos y una camioneta. Tras la salida de José Luis Espert, envuelto en un escandaloso caso de financiamiento narco y en medio de las definiciones judiciales para modificar la lista de La Libertad Avanza, la campaña violeta se centró inicialmente en la figura de Diego Santilli. Con apenas 19 días por delante —y 17 para la veda electoral—, el actual diputado tiene la misión de achicar la diferencia de 20 puntos en Buenos Aires.
Si bien no hubo una definición concreta para personalizar la campaña, la centralidad de Santilli apareció como un paso lógico para instalarlo como candidato en tan poco tiempo. Esto es especialmente relevante ante la posibilidad de que la cara de Espert siga figurando en la boleta, dado que no hay margen para reimprimir las papeletas.
Esa personalización busca además atraer al electorado del PRO que, el 7 de septiembre, decidió ausentarse de los comicios bonaerenses. Captar al votante amarillo es tan complejo como apelar al libertario, especialmente porque el elector macrista fue violeta en 2023 y el Gobierno lo perdió en el camino.
La posible cabeza de lista con Santilli motivó a la tropa, especialmente al PRO, al que le dio un segundo aire. El diputado no solo apareció como el candidato con mayor imagen en este contexto, sino que también aportó el beneficio adicional de darle más protagonismo al PRO en el proceso electoral.
Por una cuestión natural, se espera que el partido amarillo gane mucha más presencia en la campaña, que hasta ahora estuvo dirigida exclusivamente desde la mesa libertaria, salvo por agendas personales. Este miércoles, Santilli estará con Javier Milei en Mar del Plata, junto al alcalde local, Guillermo Montenegro. Hay otros destinos previstos, aunque ninguno ha sido confirmado por el momento.
Se espera que este refresh impacte positivamente en el territorio, no solo porque funcione como motivación para intendentes, sino también para legisladores, referentes y simpatizantes a los que no pudieron interpelar en septiembre.
La carrera de Santilli y La Libertad Avanza arrancan “menos 20”. El fin de semana pasado no veían un piso para la caída provocada por el escándalo de Espert. De 34 puntos conseguidos en septiembre, habían caído a 20, sin indicios claros de que el derrumbe hubiera tocado fondo. Con ese panorama oscuro, el objetivo de “el Colo” es achicar la diferencia con Fuerza Patria hasta los diez puntos.
Para lograrlo, la campaña planea enfocar esfuerzos en el conurbano bonaerense, donde Santilli mostró fortaleza hace cuatro años cuando compitió con Facundo Manes, pero también en el interior, las grandes ciudades y en los distritos donde, por haber ido divididos, La Libertad Avanza perdió en septiembre. Por ejemplo, la segunda y cuarta sección electoral, donde partes fundamentales del PRO, expulsadas por Javier Milei, compitieron contra el Gobierno nacional.
Desde la campaña anuncian que apelarán a un discurso movilizador, que interpele al votante de Juntos por el Cambio en el interior y en las grandes ciudades, para que concurran a votar en octubre. El tono será constructivo, con una agenda propositiva y sin dejar de lado el contraste con el kirchnerismo. Sin embargo, no será un antikirchnerismo por antikirchnerismo, sino que se buscará asociar las discusiones a ejes temáticos concretos.
En ese proceso, aseguran que Mauricio Macri planteó la necesidad de acompañar al Gobierno en este momento de fragilidad, para evitar un retorno al 2019, cuando el peronismo triunfó en las urnas e impidió la reelección de Cambiemos. “Estamos a favor de la Argentina, creemos que la Argentina necesita un cambio” e “interrumpir este proceso sería una lástima”, afirmó la diputada del PRO Daiana Fernández Molero en TN, en esa misma línea.