Corrientes terminó siendo otro golpe para Karina Milei. En medio del escándalo de coimas que la tiene como protagonista y luego de tener que salir corriendo de sus dos últimos actos en la calle, la persona de mayor confianza del Presidente fracasó en su estrategia electoral y su decisión de no negociar con el oficialismo provincial del gobernador Gustavo Valdés, que resultó ganador con más del 51%. La Libertad Avanza fue con candidatos propios y quedó cuarta, muy lejos, con apenas poco más del 9% de los votos, según los únicos resultados oficiales parciales disponibles al cierre de esta nota.
A la medianoche, el conteo oficial solo había mostrado resultados parciales con el 27% de las mesas escrutadas. Luego, la página dejó de funcionar. Pese a los inconvenientes técnicos, en Corrientes nadie puso en duda la contundencia de los resultados. La Libertad Avanza quedó última entre las principales fuerzas que participaban y no llegaba al 10% de los votos en ninguna de las tres categorías: gobernador, senadores provinciales y diputados provinciales.
Por eso, el búnker libertario, al caer la noche, estaba desierto y en silencio. El resultado había sido devastador. Demostró que la estrategia electoral de no negociar alianzas e ir con candidatos propios -una idea impulsada por Karina Milei y los Menem, casualmente los mismos tres dirigentes del oficialismo nacional que hoy están en el ojo de la tormenta por el escándalo de coimas- convirtió en irrelevantes a los libertarios, como al actual diputado nacional Lisandro Almirón, en la distribución de fuerzas locales. En otras palabras, las distintas fuerzas se repartieron los votos de manera más o menos similar -con excepción de alguna ruptura- como en 2021.
Esa fue la consecuencia a nivel local. Pero el resultado de Corrientes trascendió las fronteras provinciales. Prueba de ellos es que varios gobernadores hicieron propia la victoria de los Valdés el domingo a la noche, especialmente los jefes de gobiernos que intentaron ser socios del Gobierno nacional en estos últimos dos años pero, ante los insultos y los malos tratos constantes de Javier Milei y su entorno, decidieron salir a competirle.
Los gobernadores de la flamante coalición federal de Provincias Unidas viajaron a Corrientes o acercaron su saludo. El santafesino Maximiliano Pullaro, el chaqueño Leandro Zdero y el ex gobernador cordobés Juan Schiaretti se subieron al escenario con los Valdés y celebraron, mientras que el cordobés Martín Llaryora y el jujeño Carlos Sadir hicieron llegar su satisfacción vía redes.
Lo mismo hizo el entrerriano Rogelio Frigerio. Tanto él como el mendocino Alfredo Cornejo -quien dijo presente en los festejos correntinos- sí llegaron a un acuerdo electoral con Karina Milei y LLA en sus provincias. Aún así, el domingo se sumaron a los saludos a los hermanos Valdés.
La victoria de los Valdés
Aún sin resultados oficiales consolidados, los medios locales y el arco político correntino no dudaron el domingo a la noche que la victoria había sido del oficialismo provincial. Vamos Corrientes, la fuerza de los Valdés, evitó un balotaje para elegir gobernador -la gran esperanza del peronismo que no se concretó- y, según medios locales, se quedó con la mayoría de los municipios del interior de la provincia. Además, todo indicaba que estaba muy bien posicionado para conseguir la mayoría de las bancas en juego en las dos cámaras en la legislatura, con más del 52% de los votos para senadores y diputados.
Por eso, el gobernador Gustavo Valdés no dudó en salir a celebrar en la sede de la UCR aún sin números y calificó la elección como "un día histórico". "Con el esfuerzo de cada uno de nosotros, con el esfuerzo de cada militante, hombres, mujeres que hicieron todo para que ganemos estas elecciones, le queremos dar un abrazo inmenso y decirle gracias", aseguró.
Su hermano y quien será su sucesor, Juan Pablo, también habló con la certeza de una victoria irreversible. "Gracias a la fortaleza de cada uno de ustedes que nos alentaron, gracias a la fortaleza de Gustavo que me apoyó, que me mostró que teníamos que seguir, que valía la pena, acá estamos", aseguró y sentenció: "Corrientes decidió que tiene un nuevo gobernador en primera vuelta."
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Aunque a la tarde, poco después del cierre de la votación, el candidato peronista a gobernador, Martín Ascúa, de Limpiar Corrientes, había afirmado en sus redes sociales que habría un balotaje y que su fórmula iba a competir, las cifras parciales quedaban lejos de ese escenario. Según la ley electoral correntina, un candidato necesita de 45% de los votos o de 40% con diferencia de 10 puntos porcentuales con respecto al segundo para ganar en primera vuelta, como sucede a nivel nacional.
Según las cifras parciales, Ascúa se ubicaba segundo, apenas por encima del 20% de los votos. Tercero lo seguía el ex gobernador Ricardo Colombi de Encuentro por Corrientes (ECO) con poco más de 16%. Mientras el peronista aún no se había pronunciado a la medianoche, Colombi reconoció la derrota aún antes de que se conozcan los primeros resultados oficiales.