Donald Trump está poniendo en juego mucho de su capital político para apoyar a Javier Milei. Mientras el equipo económico se volvió de su estadía en Washington con un acuerdo bajo el brazo que se presentará oficialmente -y se espera, con más detalles- en la reunión de los dos presidentes en la Casa Blanca este martes, en el país del Norte reina la indignación.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, fue el encargado de anunciar el acuerdo y la inédita decisión, para Argentina, de la compra de pesos en el mercado de cambios local. En el mismo tuit, el funcionario estadounidense volvió a dejar en claro que el gobierno de Estados Unidos hará todo lo que tiene a su alcance para salvar a Milei de la crisis. Además, en una entrevista posterior reiteró su convicción de que el oficialismo libertario "le irá bastante bien" en las elecciones de medio mandato del 26 de octubre próximo.
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El análisis de Washington parece estar ligado a la necesidad de preservación de los pocos aliados que tiene Estados Unidos en la región y sobre todo no dejar caer a un exponente máximo del MAGA del Cono Sur. El jueves por la noche, Bessent lo confirmó en la televisión estadounidense y lo justificó por dos elementos: reducir la influencia de China de la región y garantizar los recursos naturales argentinos para las empresas norteamericanas.
En una primera instancia, la posición de los productores fue notable. Los farmers expresaron en un comunicado de la American Soybean Association (ASA) en medio de la cosecha en marcha y los precios de la soja en baja “los agricultores de Estados Unidos no pueden esperar más. Llamamos al presidente Trump y a su equipo a asegurar de inmediato un acuerdo comercial con China".
El enojo escaló luego que Argentina, tras eliminar sus retenciones, logró colocar en apenas dos días 20 cargamentos de soja en el mercado chino, justo cuando la Casa Blanca anunciaba un paquete de 20 mil millones de dólares de asistencia económica para Buenos Aires.
"La frustración es abrumadora. Los precios de la soja en Estados Unidos están cayendo, la cosecha está en marcha, y los agricultores leen titulares no sobre asegurar un acuerdo comercial con China, sino que el gobierno de Estados Unidos está extendiendo 20 mil millones de dólares en apoyo económico a Argentina mientras ese país elimina los impuestos a la exportación de soja para vender 20 cargamentos de soja argentina a China en apenas dos días", afirmó el comunicado.
En la misma línea, el siete veces senador Chuck Grassley, del estado de Iowa, expresó su enojo por redes y dijo: ”¿Por qué Estados Unidos tiene que rescatar a la Argentina, mientras esta toma el mayor mercado de nuestros productores de soja?”. Grassley es republicano, presidente pro tempore del Senado de Estados Unidos y ocupa su banda desde 1981.
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El jueves, ante las cámaras de Fox News, Bessent esbozó una respuesta a estas críticas y culpó de todo a China. Dijo que tiene "rehenes" a los sojeros estadounidenses y les pidió que aguanten porque Beijing, sostuvo, va a tener que volver a comprar la soja estadounidense. Claro primero se requiere negociar un nuevo acuerdo comercial que reemplace los inéditos aranceles que le impuso Trump en su guerra comercial con su principal rival global. Eso le reclama el campo norteamericano y, de eso, aún no hay noticias.
Joaquin Harguindey, consultor político y especialista en política estadounidense, dijo a El Destape que "la economía estadounidense parece continuar con los problemas de la post-pandemia, más que nada una inflación obstinadamente alta (en parámetros estadounidenses), a los cuales se suma tanto las idas y vueltas arancelarias como una posible burbuja en el sector tecnológico. En cuanto a la imagen del país en general, la mayoría cree que el país está mal encaminado, sea por la polarización política o por la violación de normas y concentración de poder en el ejecutivo".
Para Harguindey, "Trump fue electo en buena medida por prometer un regreso a la economía pre-2020 de baja inflación y mayor consumo, lo cual no sólo no ha ocurrido sino que su administración cuenta con otros objetivos que son contradictorios con ello (principalmente las barreras arancelarias). Las porciones del electorado que coyunturalmente votaron por él por esos motivos en 2024 llevan meses mostrando señales de insatisfacción y tampoco son receptivas a los demás objetivos del Gobierno en cuanto a políticas públicas migratorias o impositivas, de las cuales no se benefician".
"También debe considerarse la distancia entre el resultado electoral y el comportamiento político. Trump ha gobernado en su segundo mandato como si contara con un cheque en blanco respaldado por una mayoría abrumadora de estadounidenses, cuando en realidad su victoria obedece a apenas 230.000 votos en tres estados. Una porción importante del electorado que votó por él no tiene simpatía por el ambicioso plan de Gobierno de ultraderecha que se puso en marcha desde enero", agregó.
Respecto de lo que pueden aprovechar la oposición demócrata de la crisis interna, el especialista afirmó que "en cierto sentido sí. Los instrumentos disponibles para el partido minoritario en ambas cámaras son pocos y es muy improbable que el liderazgo demócrata logre obtener concesiones importantes de parte de la administración partiendo desde la posición que poseen. Tal vez las consigan en el asunto específico que presentaron como el principal del conflicto, pero no veo posible que puedan doblegar al Gobierno simplemente impidiendo su financiamiento por vía de esta estrategia".
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Este panorama afecta directamente al corazón de una de las narrativas más potentes del trumpismo junto con el Make America Great Again como es el American First, un concepto por el cual Trump se diferenció del globalismo neoliberal de los Demócratas y defendió el proteccionismo de su economía.
En medio de este debate y con los productores agropecuarios furiosos con su Gobierno, la falta de acuerdo de los republicanos con la oposición en el Congreso para aprobar el Presupuesto terminó con el llamado “Shutdown” que paraliza la mayoría de la administración pública federal, con la excepción de las tareas y oficinas que se consideran como esenciales.
En ese contexto, Bessent tuvo que aclarar en una entrevista con la CBS que Estados Unidos no iba darle un préstamo a Argentina sino un swap de monedas. Sin embargo, el jueves pasado, al anunciar el acuerdo, reconoció que había tomado la decisión inédita para Argentina de intervenir en el mercado de cambios local comprando pesos. Con Fox News, explicó después que utilizó dinero Exchange Stabilization Fund, el fondo discrecional del Poder Ejecutivo creado post la crisis de 1930 que Bill Clinton utilizó en los años 90 para ayudar a México a salir de la Crisis Tequila. Bessent sostuvo que la compra de pesos fue un buen negocio porque "el peso está subvaluado ahora". "Comprar bajo, vender alto", sentenció.
El argumento no convenció a la oposición, que ya venía criticando el salvataje. El reclamo interno es claro y los demócratas ven en esto una posibilidad concreta de avanzar contra Trump en un contexto de caída de las encuestas, crecimiento moderado y preocupación por el empleo y la suba de precios.
Chuck Summer, líder demócrata en el Senado, publicó en X que “Donald Trump realmente quiere hacernos creer: no hay suficiente dinero para arreglar las primas de atención médica de la ACA. No hay suficiente dinero para los controladores aéreos ¿¡Pero de alguna manera hay 20 mil millones de dólares disponibles para rescatar a Argentina?!”.
En ese tono, la ex precandidata presidencial Elizabeth Warren dijo en referencia al recital de covers de Milei en el Movistar Arena: “A esto es a lo que Donald Trump quiere darle 20 mil millones de dólares de nuestro dinero mientras destripa la asistencia sanitaria de los estadounidenses en su país”. El jueves, tras el anuncio de Bessent, la veterana senadora volvió a la carga: "En vez de usar nuestros dólares para comprar pesos argentinos, Donald Trump debería ayudar a los estadounidenses a tener cobertura de salud".
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Juan Negri, director de la carrera de Ciencia Política de la Universidad Torcuato di Tella, advirtió en términos del costo político que "hay buena parte de la sociedad estadounidense que estos temas en general no son centrales para el día a día". "Acá estamos hablando de algunos sectores específicos como los que cultivan soja en Estados Unidos que protestaron en el momento en que se anunció la ayuda. Es decir, no es un gran tema, no es que se está discutiendo en Estados Unidos ahora el tema de la ayuda de Argentina. más se está discutiendo la ayuda a Ucrania", aclaró.
"Por un lado, entre la gente que le importa, qué narrativa se instala, si es un gasto inútil, mientras los problemas internos siguen, eso obviamente puede generar costos, ahora se podría vender como una defensa de los índices estratégicos. A mí me parece una defensa difícil que prenda esta última, pero bueno, se podría vender de sentido, y Biden hizo eso con Ucrania. Es decir, la venta de la ayuda a Ucrania fue que esto era la defensa de los intereses geopolíticos de Estados Unidos", apuntó.
Sobre la alianza entre Trump y Milei, Negri la definió como "una alianza que tiene características más ideológicas que económicas. Es decir, en términos de la política económica no son iguales. Milei es mucho más un globalista y defensor del libre comercio y una apertura de economía que lo que es Trump. Trump no es eso. Hay más un discurso anti-establishment, anti-elite globalista, un liderazgo personalista y esa defensa de los valores conservadores".
"Milei necesita más a Trump que Trump a Milei. Para Milei, Trump es un poco una validación internacional, además del salvavidas. Para Trump es un gesto simbólico en su narrativa global del líder querido por todo el mundo", cerró.
Las chances de que Trump tenga que pagar un costo por su intento de ayudar a Milei es una posibilidad concreta, especialmente ante la posibilidad de una derrota del gobierno el 26 de octubre. ¿Cuánto está dispuesto a arriesgar el presidente estadounidense para salvar a su amigo? ¿Cuánto están dispuestos a presionar la oposición demócrata y los sectores económicos afectados por la política actual de la Casa Blanca? Esas preguntas se irán respondiendo con los días.