Durante las elecciones bonaerenses del domingo, un joven fiscal de La Libertad Avanza fue arrestado en la Escuela Nº 12 de Villa de Mayo, partido de Malvinas Argentinas, tras ser sorprendido mientras sustraía boletas de la agrupación Fuerza Patria dentro del cuarto oscuro. El joven confesó los hechos y admitió que fue contratado pero que no le pagaron por el ilícito.
En diálogo con Crónica, el detenido -identificado como Gonzalo- relató que fue contratado por una concejala de La Libertad Avanza (LLA), quien le habría prometido 30 mil pesos por retirar boletas de otros partidos y colocarlas en sobres junto a las de su agrupación. “Me hicieron trabajar y no me dieron un centavo. Yo no soy de ningún partido político, lo hice porque no tengo trabajo seguro”, declaró.
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Según su testimonio, recibió instrucciones precisas por llamada telefónica: debía ingresar al cuarto oscuro, retirar boletas de cualquier partido y colocarlas en el sobre donde estaban las de La Libertad Avanza. “La señora que me contrató pasó dos o tres veces por el sector donde yo estaba y me dijo: ‘¿Pasaste al cuarto a hacer lo que dijimos?’ Yo le dije que no. Me insistió: ‘Bueno, pasá y hacelo’”, agregó.
La detención del fiscal de La Libertad Avanza
El hecho fue descubierto por un votante que ingresó al cuarto oscuro y encontró al fiscal guardando fajos de boletas en un sobre. Tras alertar a las autoridades de mesa, el joven fue detenido por la Policía y puesto a disposición de la Justicia Electoral. La Ley Electoral Nº 5.109 de la Provincia de Buenos Aires establece penas de hasta tres años de arresto para quienes sustraigan, adulteren o destruyan documentos electorales. El caso reaviva el debate sobre la transparencia en los comicios y la necesidad de reforzar los controles en los espacios de votación.
Durante la jornada electoral también hubo momentos de fuertes chicanas a La Libertad Avanza en medio de uno de los escándalos de los audios de las coimas. En el Instituto Pedro Poveda de Vicente López, donde votó Karina Milei, apareció una inscripción anónima en el padrón electoral pegado en la puerta: “3%”, escrito con birome junto a su nombre. El número se remite a los audios filtrados de Diego Spagnuolo, exdirector de la ANDIS, quien describe un supuesto circuito de corrupción con sobreprecios y retornos mensuales que, según sus palabras, incluían un 3% destinado a Karina Milei.
Asimismo, Francisco Adorni -hermano del vocero presidencial- fue sorprendido en el Colegio Nacional de La Plata por un militante que, tras pedirle una foto, le entregó un billete diciendo: “Acá le dejo para Karina, el 3 por ciento”. La sonrisa de Adorni se desdibujó al instante, y se retiró cabizbajo mientras el militante lo acusaba de “meterse con los jubilados y pensionados”. La cifra se convirtió en símbolo de crítica y burla. Desde banderas en canchas de fútbol hasta gestos en recitales -como el de Lali Espósito mostrando tres dedos durante su show en Vélez-, el “3%” se volvió una marca incómoda que atraviesa lo político y lo cultural.