El Gobierno armó una mesa con tres gobernadores amigos y después les vetó la ley de ATN

La primera imagen del diálogo federal lució escuálida, con sólo tres mandatarios aliados del oficialismo. Poco después, la Casa Rosada anunció el veto al proyecto que habían impulsado todos los gobernadores para distribuir los ATN.

12 de septiembre, 2025 | 00.05

El Diálogo Federal convocado por la Casa Rosada y el reflotado Ministerio del Interior no pudo tener un comienzo más modesto al reunir apenas a los tres gobernadores que unieron su suerte a la del oficialismo con listas conjuntas en sus provincias de un lado de la mesa y al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y los ministros Luis Caputo y Lisandro Catalán, del otro. Como es costumbre en el gobierno de Javier Milei, los gobernadores se fueron con más promesas que certezas. En principio, tendrán que escuchar la cadena nacional del lunes donde les aseguraron que el Presidente les dará buenas noticias al anunciar el proyecto de Presupuesto. Luego de que se fueran los gobernadores amigos, Milei firmó el veto total a la ley de ATN que habían impulsado todos los gobernadores -incluyendo los tres que estuvieron en la mesa de diálogo-, que establecía la distribución automática de recursos que pertenecen a las provincias y que el Ejecutivo les retiene de manera irregular. Habrá que ver qué gobernador se anima a pisar de nuevo la Rosada después de esta primera ronda.

Se presentó como un cambio de dirección del Ejecutivo luego de la abultada derrota del domingo en la provincia de Buenos Aires. Resucitar el Ministerio del Interior y convocar a los gobernadores a dialogar tenía la impronta de retomar la senda del año pasado, cuando los gobernadores dialoguistas resultaron fundamentales para que el Gobierno consiguiera victorias clave en el Congreso como la aprobación de la ley Bases. Pero se ve muy difícil que este Gobierno pueda recrear aquel clima porque muchos gobernadores que acompañaban entonces ahora están alineados en el espacio Provincias Unidas y sostienen un discurso opositor, muy crítico a las políticas del oficialismo con el interior. Que esta primera vuelta de diálogo con los gobernadores se hayan asegurado tan solo a los tres mandatarios más cercanos es una muestra de ello.

En la previa, se rumoreaba que el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, el de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, y el de Chaco, Leandro Zdero, intentarían convencer a Francos y, principalmente, a Caputo, de la inconveniencia de vetar la ley de ATN.Con su experiencia como ministro del Interior, Frigerio fue uno de los mandatarios que participó más activamente en la redacción de la ley que, de manera inédita, impulsaron los 23 gobernadores y el jefe de gobierno. De ser cierto, su misión fue un fracaso. La idea de Milei y Caputo es mantener el esquema actual de distribución discrecional de los fondos ATN de manera de premiar a los gobernadores amigos y castigar a los opositores. Es decir, otra promesa como las que les hicieron el año pasado. También prometen retomar obras, que el Presidente en su mensaje del lunes denominaría "tareas de infraestructura" o algo parecido, porque decir obra pública es mala palabra.

Llamativamente, hasta la noche del jueves, ni Cornejo, ni Frigerio, ni Zdero, habían dado cuenta en sus redes sociales del encuentro en la Casa Rosada. Lo que antes era motivo de publicidad para cualquier gobernador, ahora mejor vale evitarlo. En la Casa Rosada tenían planeadas otras reuniones la semana próxima, pero tendrán que trajinar para saber si encuentran otros candidatos. En principio, el gobernador de San Juan, Marcelo Orrego, anunció su predisposición a dialogar, pero luego expresó su rechazo a los vetos a las leyes de financiamiento universitario y de ATN. 

La aspiración del Gobierno es reunir el apoyo de un puñado de gobernadores que le aseguren contar de nuevo con un tercio sólido en Diputados que permitan validar los vetos de Milei a las leyes que vayan saliendo. Pero la movida parece cada vez más difícil si poco después de la foto con los tres primeros gobernadores que se acercaron al diálogo, el Gobierno firmó la impugnación a la ley que ellos redactaron e impulsaron. La ley establece que los fondos de ATN deben ser distribuidos en forma diaria y automática, igual que el resto de los recursos coparticipables. En su rechazo, el Ejecutivo argumentó que los ATN son un recurso extraordinario por lo que deben permanecer en su jurisdicción para ser utilizados según su finalidad original "que es asistir a las provincias en situaciones de emergencia, como desastres naturales, crisis económicas o sanitarias, como ocurrió durante la pandemia de Covid”. La cuestión es que no lo hacía y se quedaba con esos recursos.

Ahora el Gobierno quedó expuesto a un nuevo revés en el Congreso. "Es otro ataque al federalismo y a las autonomías provinciales", avisó el gobernador de La Pampa, el peronista Sergio Ziliotto. El veto fue remitido al Senado donde la oposición no debería tener inconvenientes para reunir los dos tercios, dado que la votación en julio pasado salió 56 a 1. En cambio, en Diputados tendrán que recolectar más votos que los 143 a 90 con los que se le dio sanción. La posición de los gobernadores resultará clave. Este viernes habrá un lanzamiento de campaña de Provincias Unidas en Córdoba donde se reunirán al menos cinco mandatarios y probablemente expresen una posición común frente al veto.