El nuevo ministro del Interior abre el diálogo, pero sólo para los gobernadores amigos

El Gobierno resucitó el Ministerio del Interior y puso al frente a Lisandro Catalán, quien ocupaba esa función pero como secretario. Convocará al "diálogo federal", pero sólo con los "gobernadores afines". No serían más de cinco.

11 de septiembre, 2025 | 00.05

El Gobierno aceptó el reclamo que venían planteando los gobernadores y resucitó el Ministerio del Interior que había dejado de existir hacía más de un año, en una de las tantas decisiones insólitas de Javier Milei. Pero si bien aceptó esa parte del pedido, no hizo caso al planteo de que lo ocupara alguien relacionado con las fuerzas políticas provinciales sino que dejó a Lisandro Catalán, quien ya se venía desempeñando como vicejefe de Gabinete y secretario de Interior. No sólo eso. Además, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, aclaró que la pomposa convocatoria a una "mesa de diálogo federal", en realidad está sólo destinada a los "gobernadores afines", que no excederían de cinco. Como gesto de apertura, el Ejecutivo mantiene la idea de vetar el viernes la ley de coparticipación de los ATN que impulsaron todos los mandatarios provinciales.

"Con el objetivo de retomar el diálogo con los gobernadores afines, hemos constituido la Mesa Federal junto al Ministro de Economía", informó Francos luego de la designación de Catalán. La "mesa de diálogo federal" había sido uno de los tres anuncios del lunes posterior a la paliza que el Gobierno sufrió en las elecciones en la provincia de Buenos Aires. Las otras dos mesas -una de política nacional y la otra de política bonaerense- en verdad tenían que ver con una reorganización interna del oficialismo y poca relevancia tienen para la población en general. En cambio, la convocatoria a un diálogo con los gobernadores podría derivar en un acuerdo para que el Ejecutivo regularice el envío de recursos a las provincias, a las que no dejó de recortarle fondos. "Se buscará tener una voz nítida, política, de interlocución con los Ejecutivos provinciales", sostuvo Catalán en una entrevista.

De movida, la propuesta fue recibida con frialdad por la mayoría de los gobernadores. Muchos dialoguistas que acompañaron las principales propuestas de La Libertad Avanza dijeron que no colaborarían porque el Ejecutivo nunca les cumplió los acuerdos. "Paloma de iglesia", los bautizó el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, porque "cagan a los fieles". Dijo que le habían incumplido con recursos, con obras y también en lo político, porque le armaron una lista violeta para las elecciones de octubre y son acérrimos opositores a su gestión. El gobernador radical de Corrientes, Gustavo Valdés, sostuvo que si los convocaban para sacarse una foto que utilizaran la que se sacaron para el Pacto de Mayo, cuyos objetivos dijo que no se habían cumplido. 

Varios de esos gobernadores que fueron dialoguistas y hoy están enojados pertenecen al nuevo espacio Provincias Unidas, que se lanzó semanas atrás a nivel nacional con listas propias para octubre. Con el comando de Juan Schiaretti, Martín Llaryora y Maximiliano Pullaro realizarán un acto de presentación de campaña en estos días en Córdoba, con un discurso opositor al Gobierno. El amplio triunfo conseguido días atrás por Valdés en Corrientes y la paliza del último domingo en la provincia de Buenos Aires dejaron en evidencia que el oficialismo ya no tiene aquel caudal de votos de dos años atrás y los gobernadores retomaron sus reclamos con más fuerza.

Ante esa negativa, el Gobierno ascendió a Catalán y anunció que pondría en marcha la mesa del diálogo pero sólo para gobernadores amigos. "¿Qué sentido tendría que invitáramos a Kicillof o a Quintela que ya dijeron que no van a venir?", explicaban cerca del flamante ministro. Por cierto, el riojano Ricardo Quintela respondió a El Destape Radio que no tenía mayores expectativas respecto al ascenso de Catalán porque si bien "es un buen chico", como lo definió, no tiene poder sobre los recursos para luego poder cumplir con lo que se compromete. Los gobernadores ya acumulan una larga experiencia en ese sentido tanto con él como con Francos. Por eso, llegó un momento que dejaron de ir a tomar café a la Casa Rosada.

En principio, la cuenta llegaría hasta cinco mandatarios, que serían convocados en los próximos días. Con tres de ellos, el oficialismo cerró acuerdos electorales y listas conjuntas: el mendocino Alfredo Cornejo, el entrerriano Rogelio Figerio y el chaqueño Leandro Zdero. El sanjuanino Marcelo Orrego adelantó este miércoles que todavía no había recibido una invitación formal, pero que tenía resuelto asistir a la convocatoria. "Lo haré para plantear, con firmeza y decisión, la importancia de construir y consolidar un modelo de país que potencie los sectores productivos, la inversión y el empleo privado en la provincia y en la Argentina", sostuvo. El quinto, aseguraban en la Rosada, sería el jujeño Carlos Sadir, quien pese a pertenecer a Provincias Unidas mantiene un diálogo fluido con el Ejecutivo.

Con ellos, el Gobierno aspira a recrear los apoyos que, al menos, le permitan asegurar el tercio de votos en Diputados para garantizar los vetos presidenciales a las leyes que vayan saliendo. Para convencer a los gobernadores, la mesa estará integrada por el ministro de Economía, Luis Caputo, principal responsable de los recursos que les quitaron a los distritos. Habrá que esperar para conocer qué tan dispuesto está Caputo a abrir la billetera a los gobernadores. 

Lo curioso del caso, es que como previa al encuentro, Milei vetará la ley de ATN, así como este miércoles lo hizo con la ley de financiamiento universitario y la de emergencia pediátrica que representaba más recursos para el Garrahan. En un hecho inédito, semanas atrás, los 23 gobernadores y el jefe de gobierno se pusieron de acuerdo para presentar dos proyectos de ley en el Congreso. Ya fue aprobado el que establece la automatización de las transferencias de los ATN, algo que el Ejecutivo debería hacer de manera discrecional para atender situaciones de emergencia y desequilibrios financieros. Como no lo hace, las provincias determinaron que esos recursos se transfieran en forma automática y diaria como el resto de los fondos coparticipables. El Gobierno vetará la ley y posiblemente busque convencer a los gobernadores amigos de mantener el reparto discrecional, así ellos se ven beneficiados en desmedro de los opositores. "Es robarle la plata a las provincias. Habrá que darle una nueva respuesta desde el Congreso echando por tierra ese veto", adelantó el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, en los estudios de El Destape Radio.