Los gobernadores se muestran proclives a avalar la reforma laboral

El sanjuanino Orrego y el cordobés Llaryora se sumaron este lunes al chubutense Torres y al catamarqueño Jalil, que concurrieron el viernes a la Casa Rosada. El impacto del resultado electoral continúa siendo grande y todos se mostraron a favor de aprobar las reformas que empuja el Gobierno. 

11 de noviembre, 2025 | 00.05

"Argentina necesita una modernización laboral", afirmó el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, luego de reunirse con los flamantes jefe de Gabinete, Manuel Adorni, y ministro del Interior, Diego Santilli, en la Casa Rosada. La palabra clave es "modernización" en lugar de "reforma" -que el Gobierno ya comprendió que restaba-, que no para de sumar respaldos entre los mandatarios. El gobernador de San Juan, Manuel Orrego, que se reunió un poco antes, se mostró inclinado, incluso, a darle el visto bueno al dictamen de Presupuesto que votó el oficialismo, cuestionado por la mayor parte de la oposición. En su desfile por la Casa de Gobierno, los gobernadores dialoguistas muestran que el impacto político del triunfo electoral del gobierno de Javier Milei todavía se mantiene muy fuerte.

Llaryora, uno de los líderes del espacio federal Provincias Unidas, se posicionó muy de acuerdo con la "modernización". Aclaró que tenía que ser exclusivamente para pymes y no para las grandes empresas que, imaginó, ya debían tener todo su personal en blanco. Dijo estar seguro que si ponían de un lado de la mesa a empresarios pymes y del otro a dirigentes sindicales se pondrían rápidamente de acuerdo a favor de una reforma de ese tipo. El gobernador cordobés se cruzó brevemente con el ministro de Economía, Luis Caputo, en un estudio de televisión y le agradeció públicamente "lo bien que venimos trabajando".

Llaryora sostuvo que la cuestión central era resolver "el problema de los millones de argentinos que están trabajando en negro" y consideró que si el Gobierno "de buena fe" querían encontrar una solución tendrían "mucho apoyo". Insistió que todavía no conocía el texto de la reforma -hasta ahora sólo circularon borradores y versiones- y que cuando pudiera pegarle una leída quedaría claro hacia dónde apuntaba el Ejecutivo. Hasta ahora, vale aclarar, la lógica del Gobierno no ha sido favorecerle las cosas a los sectores más desfavorecidos y lo que trascendió de la reforma -salarios dinámicos, banco de horas laborales, jornadas de hasta 12 horas- se ve en la misma dirección.

El sanjuanino Orrego, el otro visitante del día, llegó a gobernador en una boleta de Juntos por el Cambio pero hoy orbita como independiente, con buen diálogo con la Casa Rosada. "A todo el que le toca gobernar es fundamental que tenga un presupuesto, porque es una hoja de ruta que marca el camino. Es fundamental para la Argentina", sostuvo a la salida del encuentro con Adorni y Santilli. Adelantó que acompañará el presupuesto que disponga el Ejecutivo porque "estoy convencido de que el principal aliado que tiene un presidente son los gobernadores, porque tienen la misma responsabilidad administrativa". Orrego cayó en las elecciones legislativas contra el peronismo y una alianza con La Libertad Avanza le posibilitaría recuperar la mayoría perdida.

El Gobierno buscará tratar el Presupuesto -que ya tiene dictamen- y las reformas laboral, tributaria y penal durante las sesiones extraordinarias, a las que planea convocar para después de que asuman los legisladores electos en octubre. El diputado Miguel Angel Pichetto, que preside el bloque Encuentro Federal y que solía representar las posiciones de los gobernadores, sostuvo en El Destape Radio que veía poco probable que el oficialismo consiga los 129 diputados necesarios para la media sanción si no consideraba algunos cambios al proyecto. Por ejemplo, incorporar lo necesario para que las tres leyes vetadas y luego de nuevo votadas por el Congreso -financiamiento universitario, Garrahan y discapacidad- se apliquen. Según Pichetto, a diferencia de lo que se interpretó, el Gobierno no devolvió las leyes al Congreso y que, en el caso del Hospital Garrahan, ya puso en marcha.

Sin dudas, el Gobierno está consiguiendo la mejor recepción de parte de los gobernadores, casi todos pertenecientes a la oposición dialoguista. Primero, con la participación de 20 mandatarios del encuentro con Milei y su gabinete, que está en los planes repetir para conseguir el respaldo a proyectos concretos. Además, Santilli jurará este martes formalmente como ministro y comenzará una recorrida por el interior para seguir con los contactos. Lo que todavía está por verse es con qué poder de fuego -llámese recursos- contará para convencer a estos gobernadores de aprobarle los proyectos al Ejecutivo. El dato será clave para el éxito de su gestión.