Con reservas y columna acotada la CGT irá a la marcha por Cristina

La “mesa chica” deliberó toda la tarde en Sanidad y evitó ir a un encuentro en la sede del PJ. Sigue la tensión con el kirchnerismo pero parte de la dirigencia ve en la crisis una oportunidad de redefinir el vínculo. 

17 de junio, 2025 | 23.52

La CGT irá este miércoles con reservas a la movilización a la Plaza de Mayo por Cristina Fernández al frente de una columna módica pero con la expectativa de abrir un puente con otros sectores del peronismo para incorporarse al intento de unidad partidaria. Así lo resolvió una veintena de dirigentes de la “mesa chica ampliada” de la central obrera que deliberó buena parte del martes en la sede del sindicato de Sanidad. Allí estuvieron dos de los secretarios generales, Héctor Daer y Octavio Argüello, junto al camionero Hugo Moyano y otros referentes pero sin la participación del espacio que responde a Luis Barrionuevo. 

La conducción sindical había asistido en los últimos días con relativa distancia de las deliberaciones del PJ y del propio entorno de Cristina para delinear una estrategia tendiente a presionar por una detención domiciliaria con la menor cantidad posible de restricciones. En ningún momento barajó la posibilidad de llamar a un paro nacional de actividades, como le reclamó a la jefatura el núcleo de gremios alineados con el kirchnerismo, aunque aceptó planificar una marcha masiva en caso de una amenaza de cárcel efectiva para la presidenta del partido. 

A última hora del lunes y primera del martes la CGT parecía dispuesta a resolver la movilización de gran porte frente a versiones que ponían en duda la domiciliaria y también tras conocerse los dictámenes fiscales emitidos en ese mismo sentido. Las novedades contradictorias estiraron el encuentro en Sanidad y frustraron una reunión de la cúpula sindical con la representación del PJ para estructurar la protesta. A esa altura de la tarde estaban abiertas las opciones de marchar a los tribunales federales de Comodoro Py o a la Plaza de Mayo, ya fuese desde la esquina de la casa de Cristina, en San José y Humberto Primo, en Constitución, o bien desde la esquina de San Juan y la avenida 9 de Julio, a 400 metros de distancia. 

Por fin, a media tarde la resolución judicial que otorgó la prisión domiciliaria con tobillera electrónica convenció a la cúpula de la CGT que el objetivo primordial estaba cumplido y que ya no hacía falta una acción que demandara, para acudir a la Plaza de Mayo, decretar desde la CGT un cese de actividades que diese cobertura legal a los trabajadores que quisieran dejar sus puestos para movilizarse. 

La charla en Sanidad también volvió a poner en común el debate por el pasado, presente y futuro del PJ. Hubo críticas a la administración del Frente de Todos 2019-2023 cuya interna impidió el nombramiento de un procurador general y dejó en su cargo al interino Eduardo Casal, a la postre partícipe de la cadena que derivó en la condena a Cristina. También, como había consignado El Destape, en la “mesa chica” hay quienes creen que con Ariel Lijo en la Corte la suerte de la dos veces presidenta hubiese sido otra. 

Como matiz a las críticas al PJ que se convirtieron en un clásico de la central obrera, en el debate terció Víctor Santa María, del gremio de encargados de edificios y uno de los más recurrentes participantes de los debates partidarios de los días posteriores al fallo de la Corte. Para el jefe del gremio de encargados de edificios la coyuntura ofrece un nuevo punto de partida para rediseñar el vínculo entre el partido y la CGT, con una mayor integración de la estructura sindical en la mesa de decisiones políticas. 

Participaron de la reunión en Sanidad, además de Daer, Argüello, Moyano y Santa María, otros gremialistas como José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Omar Plaíni (canillitas), Marina Jaureguiberry (docentes privados, Sadop), Jorge Sola (personal del seguro), Julio Piumato (judiciales de UEJN y enlace de la CGT con la Corte), Rodolfo Daer (Alimentación), Guillermo Moser (Luz y Fuerza), Horacio Arreceygor (televisión, Satsaid) y Juan Pablo Brey (aeronavegantes, AAA) entre otros. 

Se ausentó con aviso el tercer triunviro, Carlos Acuña, aunque en la “mesa chica” atribuyeron a su jefe político, el gastronómico Luis Barrionuevo, versiones sobre un supuesto enfrentamiento interno en la reunión que los dirigentes consultados por este medio desmintieron. Tampoco estuvo Gerardo Martínez (albañiles, Uocra), responsable de la comitiva de la CGT ante la conferencia anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que deliberó hasta la semana pasada en Ginebra. 

Ambas ausencias también pueden vincularse con una tensión incipiente interna frente al proceso de renovación de autoridades que la CGT afrontará en noviembre con varias escalas previas que arrancarán a mitad de año. Otro que no asistió a Sanidad pero estuvo en contacto permanente fue Sergio Palazzo, el jefe de la Asociación Bancaria y el dirigente del Consejo Directivo de la CGT con más diálogo con Cristina. 

Fruto de la deliberación la CGT emitió un comunicado a media tarde en el que destaca que esa central “convoca, por convicción, pertenencia y solidaridad, a todos los gremios y trabajadores que quieran sumarse a la concentración para dar testimonio de acompañamiento” y libera a los sindicatos que así lo deseen “para realizar todas las medidas que estimen conducentes en función de cada una de las actividades que representen”.