Desde que La Corte Suprema de Justicia confirmó la condena de Cristina Fernández de Kirchner, las visitas a su domicilio en San José 1111 no cesaron. Miles de votantes se acercaron desde el martes 10 de junio al lugar donde llevará adelante la prisión domiciliaria. Un músico de 44 años se dio cuenta de inmediato que lo que se vivía en su cuadra era un evento histórico y decidió retratarlo a través de una cuenta que denominó @vecinodeCristina, desde donde busca con su "registro amateur", como dice, el clima y las historias que se van gestando en las cercanías del balcón.
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El Destape dialogó con el vecino que prefirió mantener su identidad reservada, por la repercusión que tuvo la cuenta y para su seguridad debido al “hate” que recibe por parte de los opositores a Cristina. "Me dio la sensación de que los libros de historia estan en la puerta de mi casa. En 44 años, siempre viví muchos hechos, pero este está en mi cuadra. Eso me atravesó y fue la inquietud que me movió a hacerlo”, explicó, a pesar de que su primer impulso "fue salir a vender sanguches o algo, como muchos vecinos que empezaron a hacer eso como vender agua caliente".
El vecino se maravilla del impacto que generó su cuenta, ya que si bien es un registro, el aclara que es amateur: “Yo soy músico, algunos de los videos que hice tienen tres mil visualizaciones, jamás tuve un impacto así con mi música”, cuenta sorprendido.
La cuenta de instagram permite ver de cerca a los personajes que se acercaron estos días al domicilio de la líder política de la oposición, desde una vendedora de empanadas, carteles, artistas y militantes. “Lo que vi, fue gente autoconvocada real, genuina, agradecidos. Incluso cuando lees las notas que se dejaron en la pared de su edificio la palabra que más se repite sin dudas fue GRACIAS”, aseguró.
Desde el momento en que comenzó la movilización popular, se replicaron en medios opositores las quejas de supuestos vecinos que estaban en contra de lo que se estaba generando en San José 1111. Pero él prefirió agarrar el celular y mostrar "la fiesta".
“Hice el ejercicio de mirar canales y chequeaba lo que decía la televisión, mi opinión es que, cuando buscaban alguien en contra siempre fue la misma señora”. Y agregó: “Los vecinos en contra no los vi, fue una fiesta, las razones son tristes pero es una fiesta popular. Si bien todos tuvimos que modificar nuestros hábitos pero benefició a varios. Este no es un barrio residencial, los barrenderos que aparecieron antes no estaban, el cuidado por el tráfico tampoco. El garaje estuvo todos estos días explotado de autos, el supermercado, el kiosco también, osea nos hicimos visibles” relata el vecino. Respecto al olor a choripán, que en muchos medios denostaron el vecino dijo: “Con mi compañera entendimos que era inevitable, vos salias a comprar y te quedaba en la ropa pero fue lo de menos, estamos viviendo la historia”.