Organismos de prensa y de derechos humanos expusieron ante la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) sobre el ataque del gobierno de Javier Milei a la libertad de prensa. La respuesta vino de parte del secretario de Derechos Humanos de la Nación, Alberto Baños, que advirtió la intención de "poner de rodillas al Estado argentino".
"Es una audiencia temática, sino derivamos a pretender poner de rodillas al Estado argentino defendiendo políticas de cualquier tinte de que se trate. A algunos puede no gustarle determinadas políticas que lleva la gestión actual,lo que no significa la protección de la comisión Interamericana, porque no están conculcados derechos humanos como se pretende hacer ver de forma masiva la Argentina. Se defienden los derechos humanos de manera horizontal en la Nación", afirmó Baños, que días atrás había expuesto su negacionismo ante el Comité de la Tortura de las Naciones Unidas.
Hoy se realizó la primera audiencia convocada por la CIDH en la que el gobierno argentino tuvo que explicar el deterioro sostenido y alarmante en el ejercicio de la libertad de expresión y prensa en el país. Están citados a responder el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Amnistía Internacional, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) y el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA).
Uno de los casos emblemáticos del ataque a la prensa en la gestión Milei es el del fotoreportero Pablo Grillo, que fue gravemente herido durante la represión del 12 de marzo, durante la marcha de los jubilados que se lleva adelante cada miércoles, en contra de los ajustes del gobierno de Milei, cuando recibió el impacto de una granada de gas lacrimógeno que le produjo una fractura de cráneo.
El antecedente negacionista de Baños
Baños aseguró ante el Comité contra la Tortura (CAT) de las Naciones Unidas que la cifra de 30.000 desaparecidos es un "dato falso" que forma parte de "un negocio de la defensa de los derechos humanos" que se llevó adelante en las últimas décadas. También defendió su gestión al frente del área, negó que se hayan cerrado espacios de memoria y argumentó los despidos al afirmar que se había convertido "una bolsa de trabajo para aquellos organismos ideologizados".
"Si uno llega a cuestionar el famoso número de la cantidad de desaparecidos que hubo durante el período de la dictadura militar 1976-1983, cae en el negacionismo", dijo Baños durante el 83º período de sesiones del CAT. De esta manera, el secretario de DDHH comenzaba a desacreditar la política de Memoria, Verdad y Justicia llevada adelante por distintas gestiones y organismos durante los últimos 20 años. En concreto, cuestionó la figura de los 30.000 desaparecidos, con el que se hace mención a los estragos que generó el último gobierno militar en la sociedad.
"Todos sabemos, no podemos ser ingenuos, cómo se arribó a ese número. Hoy en día, quien lo ideó lo dice públicamente. Hay un montón de reportajes en las redes sociales donde confiesa por qué se hizo y con qué intención", deslizó Baños. El funcionario hizo alusión a Luis Labraña, un ex militante de Montoneros que se adjudica haber inventado esa cifra, un testimonio utilizado por el gobierno de Milei para ir contra la histórica lucha de los organismos de derechos humanos.
En esa línea, el funcionario siguió: "A partir de que ese número no puede ser negado porque, según ellos, entraríamos en el negacionismo, la verdad no les interesa en absoluto. El tema es cuestionar a la República Argentina. ¿Cómo vamos a creer en esos organismos que defienden datos falsos, sabidamente falsos".
