El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, anunció un importante aumento de las jubilaciones provinciales a días de que el presidente Javier Milei firme el veto al aumento previsional -mucho más módico- que aprobó el Congreso para los jubilados nacionales. "Esto va en línea con nuestro compromiso de estar siempre al lado de quienes más lo necesitan, especialmente en un contexto tan difícil como el que atraviesa nuestro país", subrayó Llaryora. A medida que se acercan las elecciones de octubre, el gobernador cordobés se muestra cada vez más lejos del Ejecutivo nacional y más afín a los lineamientos tradicionales del peronismo. Todo indica que en los próximos días Juan Schiaretti anunciará que será candidato a diputado por el codobesismo, que aspira a revalidar títulos ante La Libertad Avanza y demás opciones de derecha. El peronismo kirchnerista se jugará a mantener su lugar bajo la denominación de Fuerza Patria Córdoba y, casi seguro, con Pablo Carro al frente de la lista.
El incremento de las jubilaciones anunciado por Llaryora fue de nada menos que el 84,2%, por lo que la mínima paso de 380 mil a 700 mil pesos. Llaryora lo pudo hacer luego de que la Corte Suprema fallara a favor de la provincia en su reclamo a Nación por los recursos de las cajas previsionales no transferidas. Los fondos nacionales comenzaron a llegar y el gobernador cumplió su promesa de destinarlo al aumento de las jubilaciones. El contraste con el gobierno de Milei no pudo ser más evidente. El Presidente llamó el fin de semana "asesinos genocidas" a los senadores que aprobaron en la última sesión una tanda de proyectos, incluyendo el aumento jubilaciones, del bono y la moratoria previsional. En la Casa Rosada anticiparon que Milei vetará esos proyectos el próximo lunes 4, al límite del plazo legal.
Los diputados y senadores cordobeses ya venían marcando diferencias con el Gobierno en las últimas votaciones y en esa sesión final quedó más que claro. "Gracias Alejandra Vigo por no traicionar a los cordobeses", le escribió Llaryora en las redes a la senadora cordobesa, esposa de Schiaretti, por su voto a favor del proyecto de redistribución de los ATN y de lo recaudado por el impuesto a los Combustibles. El senador Luis Juez, cercano al Ejecutivo, fue el único voto en contra de la propuesta que presentaron los 23 gobernadores y el jefe de gobierno. La otra senadora cordobesa Carmen Alvarez Rivero, alineada con Patricia Bullrich, también se comporta como libertaria. En ese contexto provincial, los representantes del peronismo cordobés vienen marcando una diferencia importante.
En un escenario económico recesivo que golpea los ejes de la economía local -campo, industria automotriz, turismo-, la imagen de Milei en Córdoba viene en caída. Con todo, La Libertad Avanza se mantiene como favorita para ganar en octubre. Basta recordar que Milei sacó en la provincia el 74% de los votos en el balotaje de 2023. Sin embargo, el mapa electoral recién quedará definido cuando el próximo 17 de agosto se conozcan las candidaturas. Tres veces gobernador, sin duda la mejor opción para defender los colores del peronismo cordobés es Schiaretti, quien viene de ser uno de los artífices de la creación de Somos Buenos Aires, la coalición de centro que participará de las elecciones bonaerenses. Sería lógico que busque potenciar algo similar a nivel nacional, con él y Llaryora como figuras centrales desde Córdoba. Schiaretti no es de anticipar sus jugadas, pero todo indicaría que encabezará la boleta.
Como sucede en otras provincias, no se sabe si La Libertad Avanza hará alianza con los sectores del Pro y del radicalismo que le son afines o preferirá una opción violeta pura. Córdoba renueva nueve bancas: seis pertenecen al ex Juntos por el Cambio, dos al cordobesismo y una al kirchnerismo. Entre esos seis ex macristas que aparecen con pocas chances de renovar está el jefe del bloque de la UCR, Rodrigo de Loredo, quien aspira a sumar fuerzas con el oficialismo, con el que suele votar. Como opción pura, se menciona al ideólogo ultraderechista Agustín Laje, uno de los organizadores de la reciente Derecha Fest. Quien viene recorriendo la provincia es el jefe del bloque del oficialismo, Gabriel Bornoroni, pero a él todavía le quedan dos años de mandato.
El kirchnerismo se presentará con el nombre de Fuerza Patria Córdoba y es casi un hecho que Pablo Carro irá por la renovación de su mandato como diputado. Como viene haciendo en otros distritos, días atrás Juan Grabois planteó la posibilidad de armar una lista aparte con la docente Coti San Pedro, a quien impulsa como cara nueva de la política cordobesa. Si hay acuaerod, podría terminar en segundo lugar, acompañando a Carro. En una provincia claramente inclinada a la derecha, hay una porción del electorado -alrededor del 15%- que busca otras opciones y que el kirchnerismo suele interpelar. Es la oposición más clara a Milei y también a la gestión provincial, a la que acusan de cómplice de la Rosada. Carro cree que conseguirá renovar e, incluso, con posibilidad de ganar una banca más.
En cambio, Natalia de la Sota, quien también termina su mandato, cercana a Sergio Massa, es probable que recale en el armado del peronismo cordobés como segunda de Schiaretti. "Quiero seguir en el Congreso para poner un límite", avisó De la Sota a través de un video, pero sin especificar el espacio a través del acual lo haría. En una lista propia las posibilidades serían escasas: es necesario obtener unos 9 puntos para resultar electo diputado, aunque el sistema D´Hont a veces juega un poco para arriba o para abajo. Es un porcentaje desafiante para las aventuras personales. Por eso, en la provincia la veían como posible acompañante del ex gobernador, porque su apellido tiene un peso propio. "La fórmula Schiaretti-De la Sota sigue siendo importante", comentaba un experimentado dirigente cordobés.