Fernando Cerimedo, ex estratega digital de la campaña de Javier Milei, es uno de los engranajes locales de la maquinaria de difusión y propaganda de la ultraderecha a nivel global. Tras generar e impulsar buena parte de las usinas digitales que empujaron a Milei a la Presidencia y luego de aparecer señalado por el Poder Judicial de Brasil por su actuación en la difusión de noticias falsas durante los días previos al intento de golpe de Estado de Jair Bolsonaro contra Luiz Inácio Lula da Silva; ahora el consultor argentino fue denunciado públicamente por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. La mandataria lo señaló como uno de los organizadores de una convocatoria a una manifestación en su contra que, en redes sociales, se presentaba como espontánea y generada por jóvenes pero que, sin embargo, estaba orquestada por Cerimedo y otras figuras de la derecha mexicana y regional.
La convocatoria fue para el sábado último, 15 de noviembre, en varias ciudades del país. Supuestamente, los jóvenes de la Generación Z, enojados con la gestión de Sheinbaum, convocaban a marchar en su contra y a pedir su renuncia. Sin embargo, dos días antes de la manifestación, el diario El Milenio detectó que la gran mayoría de las cuentas que en redes sociales agitaban la convocatoria eran bots. Ocho millones de robots posteando en X, en Instagram y en Tik Tok con consignas en contra de Sheinbaum. Para tomar perspectiva, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México, en el primer trimestre de 2025 había 30,4 millones de personas entre 15 y 29 años (Generación Z) en el país. Y las cuentas agitando la manifestación ascendían a ocho millones.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
Tras la revelación de El Milenio otros medios, como La Jornada, se sumaron a la cobertura. Y también usuarios de internet. Uno de ellos, llamado Ajax, autor del blog “Internet me está consumiendo” en Substack, observó de cerca los posteos, videos e interacciones de las cuentas que promocionaban la manifestación, y encontró varios detalles llamativos. Por ejemplo, detectó que la mayoría de las fotos y videos publicados habían sido hechos con inteligencia artificial y mostraban a personas (no reales) con las caras tapadas. Además, encontró que la cuenta de X llamada "Generación X" que convocaba a la marcha sólo seguía a usuarios vinculados a personas adultas, de alrededor de 50 años, como medios tradicionales o políticos opositores de partidos tradicionales mexicanos, como el PRI o del PAN. Usuarios que difícilmente seguiría una persona de 20. Finalmente, también notó que en algunos de los posteos llamando a marchar contra Sheinbaum aparecía la imagen de un YouTuber llamado Luisito Comunica, que fue tendencia entre los jóvenes... hace cinco años.
Además, según marcó esa investigación, en el servidor de Discord del supuesto movimiento de jóvenes se publicó un “Manifiesto generación Z México” y los metadatos del documento mostraban que el autor del texto fue una empresa llamada Monetiq Agencia, vinculada a un dirigente del PRI.
En este punto, entró en acción el gobierno mexicano y en una de sus habituales alocuciones públicas, llamadas "Mañaneras", la presidenta Sheinbaum expuso los hallazgos de Infodemia, la unidad del Ejecutivo dedicada a analizar desinformación. "¿Quién está promoviendo la manifestación? A lo mejor hay personas que vieron en las redes y se suman porque a lo mejor no están de acuerdo con nosotros, jóvenes. Pero es muy importante que se conozca cómo se construyó la convocatoria a esta movilización y quiénes han ido promoviendo esta movilización para que no utilicen a nadie", advirtió.
Luego le dio la palabra al responsable de la unidad gubernamental que analiza la desinformación, Miguel Ángel Elorza Vázquez, quien fue poniendo nombre y apellido a cada uno de los actores que participaron de la organización. Varios de ellos, viejos conocidos para la Argentina, como Cerimedo pero también el español Javier Negre, ambos dueños de La Derecha Diario. Detalló Elorza Vázquez: "Cerimedo, que es argentino, estratega digital y consultor político, se especializa en desinformación y manipulación emocional mediante bots, redes de cuentas coordinadas y campañas audiovisuales virales. Justamente lo que hemos visto en esta campaña."
Según el funcionario, "la narrativa de Cerimedo busca deslegitimar gobiernos progresistas y posicionar líderes antisistema bajo el discurso de libertad individual. Él mismo ha aceptado usar cuentas tipo bot cuando trabajó para Milei en Argentina y ha sido vinculado a la difusión de contenidos falsos y campañas de desinformación digitales coordinadas. Según analistas y verificadores, estuvo detrás de mensajes engañosos sobre el proyecto de la nueva Constitución de Chile y de desinformación sobre la salud del presidente Gabriel Boric". Además, Elorza Vázquez también puso la lupa sobre Agustín Antonetti, miembro de la Fundación Libertad en Rosario. Todos ellos en articulación con, entre otros, Ricardo Salinas Pliego, un magnate mexicano que coquetea con la idea de ser candidato en 2030, dueño de TV Azteca, a quien el jueves último la Suprema Corte de ese país le ordenó pagar deudas fiscales por más de 1,5 mil millones de dólares.
Una vez consumada la manifestación, de la que participaron unas veinte mil personas en varias ciudades mexicanas y que terminó con disturbios, represión y unos 100 heridos, el diario El País sumó un dato sobre Cerimedo, al analizar su vinculación con distintas campañas de desinformación en contra de gobiernos progresistas en la región. Según esa publicación española, “Cerimedo está hoy retirado de La Derecha Diario, aunque aún es socio fundador, y rompió con el Gobierno de Milei disconforme con la deriva comunicacional de la Casa Rosada. Quien quiera contactarlo personalmente debe viajar a La Paz, Bolivia, donde oficia como asesor de comunicación del nuevo presidente, Rodrigo Paz.”
Brasil, Argentina, Chile, México, Bolivia. En todos esos países operó y opera la máquina de la desinformación global, de la que Cerimedo es un engranaje más, para deslegitimar a gobiernos progresistas o de izquierda.
