La tiranía del 30 por ciento y la ilegalidad como política de Estado

El presidente limita el derecho a huelga, ajusta sobre los ingresos y destruye empleo registrado. Ausentismo y represión o la agonía de las formas democráticas. Las dudas que genera el colchonero Caputo y el derrumbe del superávit comercial detrás del dolar barato. 

25 de mayo, 2025 | 00.05

Quedará en la historia, como postal de época. En la misma semana en que Javier Milei decidió limitar el derecho a huelga por decreto, el gobierno exhibió la cabeza de Héctor Daer en la Casa Rosada. El todavía jefe de la CGT salió sin dar explicaciones y solo argumentó que había ido a Balcarce 50 por otro tema. Pero su presencia alcanzó para escenificar la intimidad de la jerarquía sindical con el gobierno de La Libertad Avanza. El derecho a huelga está en el artículo 14 bis inciso 75 de la Constitución Nacional que se sancionó en 1957 y reformó en 1994, con el acuerdo de casi toda la clase política, pero Milei lo quiere reducir al mínimo con el DNU340/25. La ilegalidad como política de Estado.

En un país donde la informalidad laboral llega al 42%, está en el nivel más alto desde 1991 y afecta según el INDEC a 8 millones de trabajadores, Milei ataca a los asalariados registrados, los sobrevivientes de un mundo en extinción. Es parte de un plan flexibilizador que se inició con el mega decreto 70 y genera dos fenómenos convergentes: la destrucción de empleo de calidad y la creación de trabajo precario. Con un peso determinante en el polo oleaginoso por donde salen el 48% de las exportaciones argentinas, el sindicato de Aceiteros definió el DNU 340 como un nuevo capítulo en la guerra del gobierno contra la clase trabajadora. 

Con otro lenguaje y otra historia, Miguel Angel Pichetto arrancó aplausos transversales el último miércoles en Diputados. “Presidente, yo me pregunto cómo puede haber dirigentes sindicales de gremios estatales que firmen por el 1% en los últimos seis meses”. Se refería a Andres Rodriguez Larrea, el líder de UPCN al que conoce desde hace décadas pero señala como responsable máximo de la entrega de los empleados públicos. El compañero de fórmula de Mauricio Macri en 2019 se declara entre los más preocupados por el rumbo del gobierno.  Solo en los últimos dos meses, marca, la inflación llegó al 6% y un sindicalismo a medida de Milei convalida aumentos del 1%. El colaboracionismo es tal que hasta Armando Cavalieri se asusta. El líder de Comercio le acaba de decir a La Nación que Milei es capaz de prohibir los sindicatos como hizo la última dictadura y que su experimento puede terminar en “un brote de violencia”.

Pichetto se queja de los gremialistas que se limitan a hacer presentaciones en la Justicia y advierte también un proceso extorsivo que enmudeció a importantes líderes sindicales. “Es imprescindible comprender que la gente ya no puede vivir, que hay dificultades graves para llegar a fin de mes. Y el deterioro del Poder Legislativo, un empleo calificado de trabajadores capacitados ha tenido una pérdida de más del 60% en un año. Estoy hablando de los trabajadores de la Cámara de Diputados”, le dijo el ex senador a Martin Menem. Alineado con Karina Milei, el sobrino del ex presidente tiene demasiados enemigos en la esfera que le toca conducir. Pichetto dice que hoy un empleado categoría 3, en general profesionales con altas responsabilidades, en el Congreso cobra menos de un millón y medio de pesos. Afuera del Palacio, la situación es todavía peor.

La crisis de representación es gigantesca. En la sesión fallida del miércoles 21, donde se pretendía aprobar un aumento para los jubilados, el bloque de Unión por la Patria volvió a sufrir deserciones. Entre los diputados que se ausentaron en beneficio de la extrema derecha, estuvieron los tres que responden al gobernador de Santiago del Estero Gerardo Zamora. La versión más extendida es que el avión de Aerolíneas Argentinas que traía a Ricardo Daives, José Gomez y Bernardo Herrera llegó tarde, una vez más. Pero entre los legisladores que siguieron el tema con detalle la información es otra. El avión aterrizó y los santiagueños se subieron al auto de la Cámara con el objetivo declarado de dar quórum. Algo pasó en el medio porque se perdieron en el camino de Aeroparque al Congreso y no estuvieron cuando hacía falta. Experto en supervivencia, Zamora anunció unas horas después que no va a desdoblar las elecciones, un gesto de fuerte alineamiento con el deseo de Cristina. Además, faltaron los diputados de Raúl Jalil y Martin Llaryora.

Afuera del Congreso, las fuerzas de seguridad de Patricia Bullrich usaron la victoria de Manuel Adorni para volver a desplegar un operativo destinado a amedrentar jubilados, manifestantes y trabajadores de prensa. La Policía Federal, la Prefectura, la Gendarmería y la Policía de Seguridad Aeroportuaria destinaron alrededor de 100 efectivos cada una. Esta vez, el Grupo de Operaciones Motorizado de la Federal no arremetió contra los manifestantes como había pasado sin excepción hasta que, en medio de una ofensiva criminal, el gendarme Guerrero disparó a la cabeza de Pablo Grillo. 

Los que estuvieron en el lugar coinciden en que la represión apuntó directo a evitar el registro y difusión de lo que estaba pasando en la Plaza de los Dos Congresos. Así le pegaron y gasearon a Lula González de “El Destape” y se llevaron detenido al reportero gráfico Tomás Cuesta. Los fotógrafos son el blanco principal de la cacería semanal que se volvió una constante. Cada miércoles, la incertidumbre es absoluta. Nadie, ni los manifestantes ni la policía, sabe cómo va a terminar el día. 

Después del triunfo del oficialismo en la ciudad de Buenos Aires, Milei saldó la interna de la derecha con Macri y aprovechó para atropellar con una batería de anuncios. Lo hizo en el marco de un abstencionismo récord, la gran constante desde que se inició el calendario electoral hace dos meses en Santa Fe y en medio de un proceso en el que el electorado de LLA parece redefinirse. 

La elección mostró que el presidente perdió el voto de los sectores bajos, lo que lo distinguía de Macri, y ahora el apoyo que le queda es el del electorado tradicional del PRO. Sobre ese panorama, apunta a sellar el acuerdo en provincia de Buenos Aires. Arruinado, Macri tiene poco para discutir en el territorio en el que el PRO aspira a conservar las 15 intendencias que hoy tiene. Después de todo lo que se dijeron, ¿Milei y Macri pueden saldar sus diferencias más fácil que las distintas corrientes del peronismo? 

Si algo insinúan los comicios de este año es que el rechazo al sistema político ya no lo encarna Milei. El presidente se castizó y decenas de miles de personas expresaron con  ausentismo su desconexión con la política. Como explica el politólogo Pablo Salinas, no es enojo sino algo peor: indiferencia. Ante un sistema de partidos que se desliga de las necesidades sociales, son cada vez más los que deciden desertar. Con el 30% de los votos positivos, Milei se cree habiiitado para ejercer su tiranía. Lo puede hacer, siempre y cuando el vacio no se convierta en un bumerán.

El anuncio de Luis Caputo en la Casa Rosada confirmó que no tiene límites en su papel de converso. La mezcla de nerviosismo y prepotencia con la que buscó eludir la pregunta de Jonathan Heguier no hizo más que exponer la contradicción del experimento oficial a cargo de un trader que tiene sus ahorros en la británica isla de Man. 

En su último informe, Epyca advierte que Caputo promete un sistema alternativo que todavía no existe y crea un vacío informativo-regulatorio. El trabajo de la consultora que dirige Martín Kalos ubica los anuncios en línea con la estrategia de beneficiar de manera especial a actores con capacidad de ocultar el origen de sus ingresos. Pero, aclara, hoy tampoco los controles funcionan. “La UIF recibe anualmente más de 50 mil reportes de operaciones sospechosas, pero menos del 1% avanza en causas judiciales y casi no hay condenas efectivas por lavado”, marca. Milei, que dejó los dedos pegados en la estafa de Libra, promueve una amnistía para los dólares de los narcotraficantes. 

Epyca señala que el anuncio tiene poco de efectivo porque, sin ley del Congreso, no existe garantía para seducir a alguien que no entró al blanqueo. Es más bien una forma de activar el aspiracional en los sectores sin ahorros que rechazan la intromisión del Estado y están a años luz de verse beneficiados por la política de Milei. El efecto de mediano plazo, sostienen los autores, puede ser menor recaudación sin avances en la dolarización endógena. “No se está fomentando el uso del dólar como medio de pago, no se implementaron pagos en cuotas en dólares ni otras formas para su uso cotidiano. Tampoco abordan problemas estructurales del sistema tributario como la multiplicidad de regímenes o la falta de coordinación entre organismos o entre Nación y Provincias”, dice el informe.

De fondo, lo que persiste es la desesperación del gobierno por sostener un esquema de dólar barato que, día a día, se confirma inviable. En abril, el superávit comercial dio signos de agonía: llegó a 204 millones de dólares, un resultado pésimo si se lo compara con el superávit de 1.806 millones que se registró en abril de 2024. Además, en el primer trimestre del año electoral, el superávit tocó los 253 millones de dólares, 6 veces menos que en el primer trimestre de 2024, cuando había ascendido a U$ 1446 millones. Mientras las exportaciones crecieron apenas 2,3% interanual, las importaciones se dispararon en un 37,3%. 

Los datos de la consultora Abeceb van todavía más allá. “Con Brasil, el principal socio comercial de Argentina, el déficit alcanzó los 697 millones de dólares en el año -importaciones  +53,6% y exportaciones -12,1%- . Con China, el segundo socio comercial de la Argentina de Milei, el déficit fue peor: escaló a 999 millones de dólares, con un aumento del 92,5% en las importaciones. 

“El primer cuatrimestre de 2025 cierra con un superávit comercial acumulado de USD 1.265 millones, un 20% de los 6.208 millones acumulados en el primer cuatrimestre de 2024”, dice el informe de la consultora de Dante Sica, el ex ministro de Producción de Macri. En un contexto de precios más bajos para las exportaciones, la disparada de las importaciones viene de la mano de la mayor apertura, la apreciación cambiaria y el rebote de la actividad económica. Para Abeced, incluso con la corrección del dólar de en torno a 10% en abril, viene una significativa reducción del superávit comercial en 2025. Las proyecciones de Sica apuntan a un superávit comercial de USD 8.000 M, menos de la mitad de lo registrado en 2024 (cuando llegó a USD 18.899 M). Son 10.000 millones de dólares menos para el experimento paleolibertario. Para compensarlo, Milei y Caputo solo tienen una herramienta: las mil formas de seguir incrementando la deuda.