Tras la notificación de la prisión domiciliaria a la ex presidenta Cristina Kirchner, la CGT convocó a una "concentración popular" para este miércoles, no un paro general, como pedían muchos gremios, y tampoco movilizó a todas sus columnas. Esto desató una ola de críticas entre entidades sindicales y dirigentes que le exigieron a la central actuar ahora.
Los principales dirigentes de la CGT decidieron no participar el martes del encuentro convocado por el Consejo Nacional del Partido Justicialista (PJ) que buscaba coordinar una movilización conjunta. La decisión se tomó durante una reunión realizada en la sede de la Federación de Trabajadores de la Sanidad (FATSA), donde se cuestionó la desprolijidad de la convocatoria a la sede partidaria y el hecho de que se postergara desde el jueves anterior para permitir la presencia de algunos gobernadores. Sin embargo, estos argumentos no convencieron a varios sindicatos y dirigentes políticos.
Esta posición poco contundente se plasmó en la movilización limitada que hizo la CGT este miércoles, mientras más de 100.000 militantes se movilizan junto a organizaciones sociales, políticas y de Derechos Humanos a Plaza de Mayo en defensa de la democracia y en rechazo a la condena a Cristina a seis años de prisión e inhabilitación para ocupar cargos públicos. En ese marco, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) citó a sus afiliados a concentrarse a las 9 en Paseo Colón y Belgrano para marchar "en unidad", y le exigió a la CGT que debe pronunciarse firmemente en defensa de la absolución y plena reivindicación política de las dos veces Presidenta.
El comunicado de la UOM, con la consigna "Vienen por ella, vamos con ella", llamó a rechazar "al lawfare como herramienta de disciplinamiento político y social". A su vez, le requirió a la central histórica un pronunciamiento por la "protección de las libertades democráticas y la derogación de los superpoderes represivos" otorgados a las fuerzas de seguridad que comanda la ministra Patricia Bullrich.
Asimismo, pidió que la CGT convoque a un comité central confederal para debatir la situación nacional y coordinar una respuesta común y federal del conjunto del movimiento obrero. El malestar también fue evidenciado por algunos dirigentes que presionaban por una medida de fuerza: el titular de la UOM, Abel Furlán.
Furlán sostuvo que la central debía “construir un objetivo común con consistencia en el tiempo”, pero finalmente su gremio no decretó una medida de fuerza, limitándose a participar de la movilización. Por eso, remarcó la importancia de que la confederación de los trabajadores realice un plan de lucha “sistemático” e insistió en que la convocatoria la hace “la historia del movimiento político”.
"Estamos convencidos de que Cristina no cometió ningún delito. Ha funcionado el lawfare y creo que lo ha explicado muy bien muchísimas veces", aseguró el secretario General al referirse al fallo de la Corte Suprema. En diálogo con Radio Rivadavia, el gremialista consideró que la decisión es "una injusticia" y afirmó que el acompañamiento será por la "necesidad de ser solidarios con la compañera en estos momentos difíciles que está pasando".
Dirigentes sindicales y políticos presionan a la CGT: "Actitud tibia"
En tanto, diversos dirigentes políticos y sindicales se pronunciaron sobre la no decisión de la CGT. El secretario general del Sindicato de los trabajadores de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Secasfpi), que nuclea al personal de la Anses, Carlos Ortega, criticó duramente a la conducción de la CGT por lo que consideró una "actitud tibia" y hasta "prescindente" en relación con la movilización de respaldo a Cristina.
Ortega pidió cambios en la toma de decisiones de la confederación: “La CGT tendría que haberse reunido desde el viernes, cuando los medios de la derecha empezaron a anunciar que Cristina iba a ir presa. Tendríamos que haber estado todos al lado de Cristina. Después se juntaron tarde, y sacaron un comunicado porque la movilización era irreversible", señaló.
En esa línea, apuntó contra la concentración del poder en pocas manos dentro de la central obrera: “No puede ser que tres o cuatro organizaciones elijan a la conducción de la CGT. Lingeri, Cavalieri, Andrés Rodríguez… ¿Quién los eligió para decidir por toda la CGT? Necesitamos un sistema más democrático. Un voto por cada secretario general”.
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Por su parte, el secretario general de SMATA y diputado nacional por Unión por la Patria (UP), Mario Manrique, exigió que la CGT "actúe como se lo reclama el momento histórico". Manrique pidió que la manifestación sea en paz para no "darle motivos al Gobierno" y remarcó que “la marcha será contundente y será una foto que recorrerá el mundo”.
De cara al futuro, Manrique sostuvo que el escenario que plantea la gestión de Javier Milei “es el peronismo o son ellos y culmina con la detención de Cristina”. Por eso, el Partido Justicialista “deberá tener la inteligencia suficiente para reordenarse y siempre bajo su conducción, porque será siempre nuestra guía. Tenemos que tener una propuesta, para lograr ser un opción política real y despertar la confianza que se perdió en la gente”.
Tras el posteo de la central obrera, la dirigente del Frente de Izquierda y ex diputada Myriam Bregman, aseguró que "es increíble que la CGT se haya convertido en una cuenta de Twitter". "Solo aparece para un acto electoral o preelectoral viendo qué lugar consigue en las listas. Ahí está la falla del último tiempo. Lo hemos dicho hace muchísimo tiempo a este gobierno se lo derrota en calle", lanzó en diálogo con este medio.
Además, apuntó: "Para el Gobierno y la Justicia es mucho más peligrosa Cristina Kirchner que Alfredo Astiz. Colocarle una tobillera electrónica a CFK, una persona que tiene custodia, es un chiste y una burla. Hoy luchamos contra la proscripción y contra esta condena tan arbitraria".