Luego de que el Gobierno de Javier Milei decidiera restituir los derechos de exportación a los niveles previos para los principales cultivos agrícolas, el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, cargó con dureza contra la medida al asegurar que "esta decisión resulta profundamente regresiva y perjudicial para el desarrollo productivo de la Argentina", ya que "asfixia al agro en un momento crítico" que atraviesa el país.
Desde el 1° de julio, se restituirá el nivel previo de derechos de exportación para cultivos clave, dejando sin efecto las rebajas transitorias aplicadas en enero. El Gobierno de Córdoba fijó su posición frente a los anuncios surgidos del decreto firmado por el presidente Milei, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro de Economía, Luis Caputo, donde especifican que se fijó una alícuota que para la soja irá del 26% al 33%, mientras que para el maíz y el sorgo pasará del 9,5% al 12%.
Llaryora expresó su "más enérgico rechazo y preocupación" por la disposición publicada en el Boletín Oficial la semana pasada. El mandatario cordobés afirmó que “subir las retenciones es volver a ponerle un freno al campo". De esta manera, el gobierno provincial reiteró su "rechazo a esta medida que vuelve a golpear al interior productivo y al sector más dinámico de la economía”.
A su vez, exigió "medidas que acompañen a quienes producen, invierten y generan puestos de trabajo" ya que "Argentina crecerá con el campo, nunca sin el campo, y mucho menos en contra del campo”. El mandatario destacó que, a contramano de lo dispuesto por el Ejecutivo, su gestión provincial eliminó Ingresos Brutos a la producción, suprimió el Impuesto a la Mera Compra y destinó casi la totalidad de lo recaudado por el Inmobiliario Rural a obras y servicios para el sector. "Ratificamos nuestro compromiso con el campo y vamos a seguir trabajando hasta que las malditas retenciones sean definitivamente eliminadas", agregó el cordobés en su cuenta de X.
Francos admitió que las retenciones sostienen el equilibrio fiscal: "Es imposible"
Mientras distintos mandatarios provinciales y ruralistas cuestionan al gobierno nacional por la "asfixia al agro" que produce el aumento de las retenciones a la soja y maíz, el jefe de ministros Francos reveló que "es imposible" remover esa medida porque "el equilibrio fiscal se mantiene" gracias a ese tributo y a otros "muchos impuestos" que no especificó.
"Siempre escuchamos el reclamo de los productores y entendemos que los gobernadores de provincias agropecuarias puedan sumarse a ese reclamo. Es razonable, pero también es irrazonable que no entiendan que el gasto y el equilibrio fiscal del Gobierno se mantiene con muchos impuestos que no fueron creados por nosotros", dijo Francos en declaraciones a Radio Mitre.
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En medio de los reclamos, el jefe de Gabinete apuntó: "Estamos haciendo todo el juego posible para afectar de la menor manera posible a los productores, pero no nos pidan que eliminemos retenciones porque eso es imposible", apuntó. Si bien consideró que "es un impuesto que no debiera existir". Asimismo, recordó que la vigencia del actual arancel tenía como fecha límite el 30 de junio y ensayó una defensa de las políticas de ajuste de la gestión libertaria. "Hemos bajado muy fuerte el gasto de Nación, hemos reducido 50 mil puestos de trabajo y cerrado organismos. Es una argentina que esta en crisis", indicó.
Entre los aspectos técnicos, la nueva normativa estableció que los exportadores deberán liquidar al menos el 90% de las divisas en un plazo máximo de 30 días hábiles contados desde la Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE). Este plazo se amplió respecto de los 15 días que regían antes, un punto reclamado por exportadores que advertían que el esquema anterior complicaba la operatoria financiera de las empresas