Milagro: reapareció un mamífero que se creía extinto desde 100 años en Brasil

Las cámaras de un parque registraron a tres ejemplares de un mamífero clave para el ecosistema brasileño.

21 de diciembre, 2025 | 17.55

Tras más de 100 años sin registros, en Brasil reapareció un ejemplar del tapir sudamericano en el Parque Estatal Cunhambebe en la Mata Atlántica. Las cámaras del Instituto Estatal de Medio Ambiente de Río de Janeiro captaron a tres ejemplares, entre las que se encuentra una hembra con su cría.

La situación confirmó que hay una reproducción activa de la especie en la zona. Este mamífero, el más grande de Sudamérica, no había sido visto en estado salvaje desde 1914, la última vez había sido en el Parque Nacional Serra dos Órgãos. Según informaron las autoridades correspondientes, su desaparición local fue producto de la urbanización y la caza.

El regreso del mamífero más grande de Sudamérica

La vuelta del Tapirus terrestris marca un hito histórico para la conservación de la biodiversidad en la región. Puede alcanzar un peso de 300 kilos y medir hasta 2,5 metros de longitud.

Las cámaras instaladas en el Parque Estatal Cunhambebe captaron un total de 108 imágenes y vídeos de estos animales. El parque tiene 38.000 hectáreas de la Mata Atlántica y fue creado en 2008 como refugio para especies amenazadas.

El descubrimiento sucedió en la región de Costa Verde, que incluye áreas de Angra dos Reis, Rio Claro, Itaguaí y Mangaratiba. Este hallazgo, según los científicos, evidencia la recuperación de la biodiversidad en un ecosistema gravemente afectado por la intervención humana. El tapir figura en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN como vulnerable.

El tapir se encuentra en 11 países de Sudamérica a lo largo de 23 biomas diferentes, desde Misiones en Argentina, al Chaco en Bolivia y la Amazonia de Ecuador y Colombia y los llanos de Venezuela.

Milagro: reapareció un mamífero que se creía extinto desde hace 100 años.

El tapir jardinero del bosque

Una de sus características particulares es que cumple una función ecológica fundamental. Como se alimenta de frutas y vegetación, dispersa semillas a través de sus excrementos mientras se desplaza grandes distancias. Este proceso facilita la regeneración natural de los bosques y contribuye a la salud de la Mata Atlántica.

A su vez, su paso entre la vegetación ayuda a abrir caminos para otras especies. Es por ello que se lo conoce como “jardinero del bosque". Las áreas protegidas resultan clave para la recuperación de especies y El Cunhambebe es un baluarte para la biodiversidad de Río de Janeiro.

Desde el 2008 se emplean esfuerzos para su conservación, lo que permitió la restauración de ecosistemas deteriorados. Y por ello, es importante la recuperación de especies emblemáticas. Por otra parte, los científicos aún buscan explicación a cómo una población de tapires pudo mantenerse oculta durante tanto tiempo en un entorno intervenido por el hombre. Una de las teorías sugiere que la supervivencia de una población pequeña estuvo fuera del radar durante décadas y su regreso espontáneo es considerado un milagro ecológico por los expertos.