Un pequeño tatú bola fue abandonado en la calle y ahora encontró un nuevo hogar en Temaikén

Este armadillo es el único en su especie que puede enrollarse en una bola perfecta cuando se siente amenazado. Fue mascotizado y no puede volver a la naturaleza. 

30 de mayo, 2025 | 20.57

En la ciudad de José C. Paz, un transeúnte se llevó una inesperada sorpresa: en plena vía pública, se topó con un curioso visitante cubierto de placas, con una mirada tímida y costumbres claramente distintas a las de un animal silvestre. Se trataba de un tatú bola (Tolypeutes matacus), una especie de armadillo que vive en zonas secas del norte argentino y que, en este caso, estaba muy lejos de casa.

El ejemplar, un macho adulto, fue trasladado a Fundación Temaikén, donde especialistas en fauna silvestre lo recibieron con los brazos abiertos. Aunque se encuentra en buen estado general, este pequeño había pasado tanto tiempo viviendo con personas que su vínculo con la naturaleza se había debilitado. Mascotizado de forma irreversible, ya no puede desenvolverse por sí mismo en su hábitat natural, lo que hace imposible su reinserción. Pero no todo es tristeza: ahora vive bajo cuidado profesional, rodeado de cariño y respeto.

Un tatú muy especial

El tatú bola es toda una rareza. Es el único armadillo argentino –y uno de solo dos en todo el mundo– que puede enrollarse en una bola perfecta cuando se siente en peligro, protegiendo sus partes blandas como si se cerrara con un "candado biológico". Esta habilidad única lo convierte en un verdadero pequeño superhéroe de la naturaleza.

Con su larga lengua pegajosa se alimenta de hormigas y termitas, y camina con elegancia sobre las puntas de sus uñas delanteras. En la naturaleza puede vivir hasta 12 años, pero bajo cuidado humano su esperanza de vida se extiende hasta los 20.

El caso de este tatú bola es tan tierno como preocupante. Esta especie, que habita desde el norte del país hasta San Luis, está catalogada como Casi Amenazada por la ociedad Argentina para el Estudio de los Mamíferos (SAREM). La caza, la pérdida de hábitat y el tráfico ilegal para mascotización ponen en riesgo su supervivencia. Por eso, desde Fundación Temaikén hacen un llamado: “No compres animales silvestres. No son mascotas, son parte de la naturaleza y deben vivir en libertad”.

Este pequeño tatú, aunque ya no pueda volver a su hogar original, ahora forma parte de una historia que puede ayudar a muchos otros: la de un animal que, pese a todo, encontró un lugar donde vivir con dignidad, y cuya historia puede servir para concientizar y proteger a los que aún están en libertad.

Especies de armadillos en Argentina

Tatú carreta (Priodontes maximus): el armadillo más grande del mundo, que habita en el Chaco argentino y está en peligro de extinción.

Pichi patagónico (Zaedyus pichiy): un armadillo pequeño que vive en la Patagonia y el Monte, conocido como "piche" o "armadillo enano".

Peludo (Chaetophractus villosus): se encuentra en gran parte de Argentina, excepto en la Mesopotamia, y es omnívoro.

Pichiciego menor (Chlamyphorus truncatus): el armadillo más pequeño del mundo, endémico del centro de Argentina.

Quirquincho bola (Tolypeutes matacus): también conocido como armadillo de tres bandas, se encuentra en el Chaco y parte del sur de Brasil.

Mulita (Dasypus novemcinctus): una especie común en Argentina, conocida como "mulita de nueve bandas" o "tatú negro".