Al parecer, la zurdera no es exclusivamente humana. Aunque solemos asociar la preferencia por una mano o pie como una característica distintiva de nuestra especie, un grupo de científicos descubrió que algunos canguros también son, sorprendentemente, zurdos.
Durante mucho tiempo, los investigadores sostuvieron que solo los grandes simios, incluidos los humanos, presentaban una dominancia lateral definida, es decir, que usaban una mano con mayor frecuencia que la otra. Pero un estudio reciente vino a desafiar esa noción: los canguros rojos y los canguros grises orientales, dos de las especies más emblemáticas de Australia, muestran una marcada preferencia por usar sus patas izquierdas para alimentarse, acicalarse o realizar tareas cotidianas.
El fenómeno, conocido como “lateralidad”, podría haberse desarrollado cuando los canguros comenzaron a desplazarse erguidos, un cambio evolutivo que también experimentó la especie humana. “Parece que ya no somos tan únicos”, comentó Yegor Malashichev, zoólogo de la Universidad Estatal de San Petersburgo y líder del estudio, publicado en Current Biology.
La investigación detrás del canguro zurdo
El equipo de Malashichev realizó cientos de observaciones en distintas regiones de Australia y Tasmania. Allí analizaron tres especies de marsupiales salvajes: el ualabí de cuello rojo, el canguro rojo y el canguro gris oriental. También observaron canguros arborícolas de Goodfellow en cautiverio, originarios de Papúa Nueva Guinea. Curiosamente, esta última especie, que depende de las cuatro extremidades para trepar, no mostró señales de lateralidad.
El comportamiento de los canguros terrestres, en cambio, fue claro. Los ualabíes de cuello rojo usaban con frecuencia su pata izquierda para alimentarse o asearse cuando estaban erguidos, mientras que los canguros rojos y grises llevaban la tendencia al extremo: la preferencia por la pata izquierda se mantenía incluso cuando se desplazaban en cuatro patas.
“Me sorprendió la cantidad de canguros zurdos, considerando lo pequeñas y poco funcionales que parecen sus patas delanteras”, explicó Paul MacNeilage, biólogo de la Universidad de Texas en Austin, quien no participó en el estudio pero reconoció su relevancia.
La explicación podría encontrarse en la evolución del cerebro. Según Malashichev, la lateralidad en humanos y canguros tiene raíces en antiguas diferencias funcionales entre los hemisferios cerebrales. El lado derecho del cuerpo, controlado por el hemisferio izquierdo, suele ocuparse de las tareas cotidianas, mientras que el izquierdo, dominado por el hemisferio derecho, reacciona en situaciones de peligro o alerta.
Sin embargo, la preferencia de los canguros por la izquierda podría tener un origen más simple, y es que sus ancestros arborícolas usaban mayormente el lado derecho para sostenerse en los árboles, lo que dejaba libre la pata izquierda para otras tareas.
