Lo publicaron diversos medios y lo confirma el Boletín Epidemiológico Nacional: aunque en la actualidad solo se testea con hisopado a las personas que se internan, de modo que debe haber un importante subregistro, en las últimas semanas está creciendo el número de casos de Covid.
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No solo Formosa, cuya directora de Epidemiología, Claudia Rodríguez, comentó que la provincia está atravesando “un nuevo incremento de contagios” e instó a la población a mantener medidas de precaución (como ventilar ambientes y consulta precoz), sino otras jurisdicciones están en pie de alerta porque en medio de este nuevo brote faltan vacunas contra el SARS-CoV-2. Es más, de acuerdo con diferentes fuentes, mañana se vencerían todas las disponibles.
“La mayoría de las provincias le venimos insistiendo a Nación para que nos dé una fecha cierta de entrega de dosis nuevas, porque las que tenemos vencen el 21 de noviembre, o sea, mañana –dice Leticia Ceriani, Subsecretaria de Planificación en Salud del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires–. No puedo asegurar que ocurra lo mismo en todas, aunque intuyo que sí”.
Lo confirma Analía Rearte, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología: “Las que hay vencen ahora”. Y según otra fuente, cuando las reclaman, reciben la respuesta de que “las están nacionalizando, sin fecha probable de entrega”.
Ante la consulta de El Destape, Federico Lada, vocero del ministro Lugones, aclara que “hay vacunas que se demoraron en la Aduana. Se hicieron trámites para acelerar estos procesos y las provincias las recibirán en los primeros días de diciembre”. Es decir, que aun en el mejor de los casos y suponiendo que la distribución se inicie en los primeros días del mes próximo, teniendo en cuenta que la Argentina cuenta con más de ocho mil vacunatorios, estos permanecerán sin inmunizaciones contra el Covid alrededor de medio mes o más.
Esta situación se da después de que la “motosierra” del gobierno rebanó aproximadamente a la mitad la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles del Ministerio, precisamente la que se ocupa de centralizar y coordinar acciones para detectar y registrar las nuevas infecciones, alertar precozmente sobre casos que requieran prevención y control comunitarios, adquirir las vacunas y gestionar su distribución. Con los despidos, no solo se redujo su dotación en número de agentes, sino que se prescindió de personas claves por su conocimiento y experiencia.
Por otro lado, mientras se adquiere la inmunización a la compañía norteamericana Pfizer, se prescinde de la desarrollada en el país como refuerzo por investigadores del Conicet en la Universidad Nacional de San Martín, escalada y producida por Laboratorios Cassará, la Arvac “Cecilia Grierson”, que ganó reconocimiento internacional.
“La nuestra es más económica, no solo por el precio, sino porque por su envase multidosis y su vida útil de apenas 10 semanas a la temperatura de los vacunatorios, de la Pfizer se descartan más del 60% de las dosis”, cuenta Jorge Cassará. La fórmula norteamericana debe conservarse “a ultrafrío”, entre -80ºC y -60ºC.
Aunque en este momento están analizando muestras pequeñas, Mariana Viegas, bioquímica, investigadora del Conicet en la Facultad de Ciencias Exactas de La Plata y ex coordinadora del Proyecto Argentino de Genómica del SARS-CoV-2 (PAIS), que les siguió el rastro a las variantes del virus circulantes en el territorio nacional durante la pandemia, explica que probablemente los últimos casos se deban a la transmisión del linaje conocido popularmente como Frankenstein (XFG), que produce cuadros con tos seca y ronquera. “Aunque no podemos elaborar una estadística precisa, porque eso está en manos del Malbrán, parecería ser la variante predominante (casi excluyente). Está presente en el país por lo menos desde julio”. Hasta la conclusión de este texto, fue imposible comunicarse con el mencionado instituto.
