Esta semana, Argentina se enfrentó a un panorama meteorológico bastante movido. Para arrancar, entre el lunes y el martes, se pronosticaron lluvias y tormentas fuertes, sobre todo en el este del país, donde Buenos Aires y el Litoral serán las zonas más afectadas. Según los expertos, "se espera el desarrollo de tormentas intensas, con alta probabilidad de actividad eléctrica y precipitaciones que en algunos lugares podrían superar los 70 mm".
El Servicio Meteorológico Nacional ya lanzó alertas para estas tormentas, lo que podría causar daños en la agricultura debido a la caída de granizo y fuertes ráfagas. A medida que las tormentas se movieron hacia el noreste, el viento comenzó a rotar al sur, trayendo ráfagas que podrían sobrepasar los 70 km/h y acompañadas por una irrupción de aire frío de origen polar. Para el martes, es probable que la intensidad de las tormentas alcance su pico, con acumulados que fueron de 30 mm a 70 mm.
Los efectos de estas condiciones adversas también podrían provocar problemas logísticos tanto en el ámbito rural como urbano, un hecho preocupante dado que estábamos en plena cosecha gruesa en el norte bonaerense. Además, el exceso de lluvias puede llevar a anegamientos temporales y comprometer la calidad de los cultivos en su etapa final, lo que generó inquietud entre los productores que ya lidian con una campaña difícil.
A partir del martes, una nueva historia se comenzó a contar con la llegada de una masa de aire frío. Esta irrupción empezará en la Patagonia y avanzará rápidamente por el resto del país, ocasionando una notable caída en las temperaturas. Desde el miércoles hasta el domingo, gran parte de Argentina pudo experimentar mínimas muy bajas, algunas incluso bajo los promedios de la época, con heladas que afectaron regiones productivas clave como Cuyo, el norte argentino y algunas áreas del NEA y NOA.
Lo que sorprendió a muchos es que esta entrada de aire frío no será un evento aislado. Parece que se quedaría unos días, generando un clima más típico del invierno en pleno otoño. Este cambio repentino de las condiciones, tras semanas más templadas, llevó a muchos a estar en alerta sobre cómo afectaría a la agricultura y a la vida cotidiana en distintas provincias.
Confirmaron cuándo dejará de llover en Buenos Aires
A menos de un mes del inicio del invierno, las temperaturas mermaron y el SMN advierte que en la próxima semana bajarán aún más, por lo que será indispensable abrigarse bien para salir a la calle. En ese sentido, se conoció a partir de cuándo sería el descenso de temperatura, que comenzará tras unas inminentes lluvias.
Este domingo 25 de mayo por la noche estaría marcado por precipitaciones en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), con una mínima de 13 y una máxima de 18 que se mantendrían hasta el martes. A partir del miércoles comenzarían las bajas de temperatura y lo que los expertos analizan si sería la primera ola polar del 2025 en Argentina.
Las lluvias se mantendrían con intermitencias hasta el martes por la noche, lo que marcaría el inicio del frío más fuerte: para el miércoles dan una máxima de 11 grados y una mínima de 6, mientras que para el jueves la máxima será de 13 y la mínima, de 5. 14 y 6, para el viernes y 14 y 8, para el sábado próximo. Si bien habrá bajas temperaturas, desde el miércoles ya no habría precipitaciones en la zona del AMBA.