Hábitos saludables para prevenir problemas de articulaciones: chau al dolor

Los expertos indican que si se practican ciertas actividades con asiduidad, los problemas de articulaciones se verán reducidos en un futuro. Se trata de pequeñas rutinas que solo ocuparán poco tiempo de tus días.

09 de diciembre, 2025 | 13.39

Las articulaciones son una de las partes del cuerpo que más se desgastan con el correr de los años y por eso los adultos mayores suelen tener dolores en las mismas. Para evitar que esto suceda o reducirlo, se pueden seguir una serie de hábitos desde la juventud que llevan poco tiempo y son fáciles de llevar a cabo.

Prevenir los problemas de articulaciones mediante conductas saludables es fundamental para mantener una buena movilidad a lo largo de la vida. Actividades como realizar ejercicio de bajo impacto, mantener un peso adecuado, estirar con regularidad y fortalecer los músculos que rodean las articulaciones ayudan a reducir la presión y evitar lesiones. Además, incorporar una alimentación rica en antioxidantes, omega-3 y vitaminas contribuye a disminuir la inflamación y a proteger el cartílago, lo que favorece un funcionamiento articular más eficiente y duradero.

Con el paso del tiempo, las articulaciones tienden a desgastarse porque el cartílago -el tejido que actúa como amortiguador- se va deteriorando de manera natural. Este proceso se acelera por factores como la edad, el sedentarismo, el sobrepeso, los movimientos repetitivos y antiguas lesiones mal recuperadas. A medida que el cartílago pierde elasticidad y grosor, los huesos comienzan a rozarse con mayor facilidad, provocando rigidez, dolor y menor rango de movimiento. Por eso es tan importante adoptar hábitos preventivos que ayuden a cuidar estas estructuras antes de que aparezcan los síntomas.

Hábitos para prevenir el dolor de articulaciones

  • Hacer actividad física regular: Ejercicios de bajo impacto como caminar, nadar o andar en bicicleta fortalecen músculos y protegen las articulaciones sin sobrecargarlas.

  • Realizar estiramientos diarios: Mantienen la flexibilidad, mejoran el rango de movimiento y evitan tensiones que pueden generar molestias.
  • Cuidar la postura: Sentarse y pararse correctamente evita que ciertas articulaciones trabajen de más y se inflamen con el tiempo.

  • Elegir calzado adecuado: Un buen apoyo del pie mejora la alineación corporal y reduce impactos dañinos al caminar o correr.

Dolor de rodillas.

  • Mantener una buena hidratación: El agua ayuda a conservar el cartílago lubricado, evitando rigidez y desgaste prematuro.

  • Mantener un peso adecuado: Reduce la presión sobre rodillas, caderas y tobillos, disminuyendo el desgaste y el riesgo de dolor crónico.

  • Incorporar alimentos antiinflamatorios: Pescados, frutas, verduras y semillas ayudan a reducir inflamaciones que afectan a las articulaciones.

  • Evitar movimientos repetitivos: Hacer pausas en trabajos manuales o frente a la computadora previene tensiones continuas en las mismas zonas.

  • Fortalecer la musculatura: Trabajos de fuerza suave mantienen articulaciones estables y menos propensas a lesiones.

  • Descansar lo suficiente: Un sueño adecuado permite que el cuerpo regenere tejidos y reduzca inflamaciones que afectan al movimiento.