Femicidio de Catalina Gutiérrez: revelaron los fundamentos de la perpetua para Néstor Soto

El Tribunal sostuvo que el asesino eligió “el peor camino” y señalaron que el femicida “se colocaba en una posición superior" a la de Catalina, y "se creía con derecho a reclamar más atención". Cuáles fueron los ejes para establecer la condena. 

10 de abril, 2025 | 18.05

A tres semanas de la condena a prisión perpetua contra Néstor Aguilar Soto (22) por el femicidio de Catalina Gutiérrez (21), se conocieron los fundamentos de la mayoría del jurado popular y las vocales de cámara María Susana Frascaroli y María Gabriela Rojas Moresi para determinar su culpabilidad. Los ejes fueron la “amistad tóxica y posesiva” y el asesinato para encubrir la golpiza.

Soto era el único acusado por el asesinato de la influencer ocurrido el 17 de julio de 2024. Luego de confesar el delito en el marco de sus declaraciones realizadas este martes, pero negar que es "un femicida", el fiscal Marcelo Sicardi planteó que "según el marco legal y convencional" esto "tiene un solo nombre: violencia de género en su modalidad psicológica”. Además, afirmó que "hubo un contexto de violencia de género" previo al femicidio y ninguno de sus amigos y amigas “lo conocía en realidad”.

Acerca del agravante criminis causa, que indica matar para procurar su impunidad, el fiscal acusó a Soto de que “se cansó de mentir en su declaración”“Haberlo hecho como él dice (al crimen) es homicidio simple, cuya pena va de 8 a 10 años, pero si lo hizo como yo sostengo (agravantes violencia de género y criminis causa) es homicidio a prisión perpetua”, expresó.

“Si bien contó cómo la mató, es mentira. Es mentira, pero no porque yo creo que lo es”, insistió el funcionario judicial. “Se trató de un manojo de mentirasmanotazos de ahogado para escapar de la perpetua”, afirmó, y pasó a enumerar cada punto de la declaración de Soto, que no coinciden con la prueba y reflejan sus mentiras, bajo su análisis.

En ese marco, la Cámara en lo Criminal y Correccional de 11° Nominación de Córdoba sostuvo: “Tenemos por acreditada una sutil, pero clara y constante violencia psicológica del acusado hacia la víctima”. 

Siete fueron los miembros del jurado que lo encontraron culpable del femicidio. De los tres restantes, dos votaron por homicidio simple, que le daba a Soto una condena menor, y uno entendió que el crimen se encuadraba en la violencia de género, pero “no el homicidio para procurar la impunidad”.

Femicidio de Catalina: la pruebas del juicio demostraron que Soto golpeó a la víctima y luego la asesinó

El cuerpo de la estudiante de arquitectura de 21 años fue encontrado en el asiento trasero del auto Renault Clio de su madre, en el barrio Ampliación Kennedy, en la zona sur de la ciudad de Córdoba. Tenía signos de haber sido brutalmente golpeada y algunas quemaduras, que surgieron como consecuencia de que el agresor intentó incendiar el vehículo.

Las pruebas del juicio mostraron que Soto golpeó a Catalina hasta dejarla inconsciente y luego la asesinó para ocultar esa golpiza. El jurado popular y las camaristas entendieron que esa decisión significó “elegir el peor camino”. “Maniatar a Catalina, estrangularla hasta darle muerte y, luego, quemar el cadáver y sus pertenencias, todo esto para procurar su total impunidad”, señalaron en los fundamentos.

En ese punto, para el Tribunal “afloró su narcisismo y optó por intentar no perder su imagen, su ‘vida perfecta’ (tal como él mismo la describió en el debate), en lugar de hacer lo correcto”.

Además, subrayaron que el plan homicida se arruinó por la geolocalización del celular de Catalina, que tenía conexión directa con su hermana Lucía. Así como también las cámaras de seguridad de los comercios y las casas cercanas a su departamento y al descampado donde la abandonó.

Femicidio de Catalina: la amistad tóxica que impulsaba Soto

En la sentencia, la mayoría entendió que Soto tenía una amistad tóxica con Catalina y que, con su personalidad narcisista, pretendía ocupar un lugar central en su vida: “Que ella le prestara siempre atención, pasara lo que pasara”, indicaron.

A su vez, indicaron que los celos del femicida aumentaron cuando la joven empezó a salir con Ezequiel García. “Se colocaba en una posición superior a la de Catalina Gutiérrez, y se creía con derecho a reclamar más atención por parte de quien consideraba ‘su mejor amiga’. Ello implica ni más ni menos creer que era él quien decidía en definitiva cómo debía utilizar Catalina su escaso tiempo disponible, y su afecto”, expresaron.

Acerca de la toxicidad en la amistad, el jurado que votó mayoritariamente puntualizó que Soto repitió esos patrones con otras tres chicas antes de Catalina. Sin embargo, marcaron que no tuvo los mismos comportamientos con sus mejores amigos varones. “Esta dominación la imponía solapadamente por ser hombre, y hacia una mujer, por considerarla en un plano inferior, sin derecho a decidir plenamente con relación a su autonomía”, añadieron.