Aunque parezca increíble es real: una familia veló y cremó a una persona equivocada en Córdoba. La Justicia de la provincia condenó por este fatal error a la funeraria Caruso y a la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), ya que fueron los que se encargaron de entregar y luego preparar el cuerpo para el funeral.
Los allegados al individuo fallecido llamado Feliciano Mercado se dieron cuenta de lo que había ocurrido al recibir un llamado por parte del Hospital Nacional de Clínicas. Los médicos les comunicaron que habían observado una inconsistencia en los cadáveres de la morgue. Y ahí pudieron dilucidar que, en realidad, habían velado otra persona de nombre Esteban Mercado.
Ahora, el fallo judicial, firmado por el juez N°1 del distrito Capital, Carlos Ochoa, perteneciente a los Tribunales Federales de Córdoba, los obliga tanto a la Universidad como a la cochería a pagar una multa de 10,3 millones de dólares por el hecho.
En dicho escrito, Ocha fue contundente y sostuvo que tanto la funeraria como el Hospital, dependiente de la UNC, deben responder por error el porque "obraron con una clara falta de diligencia".
Y sumó: "No cumplieron con el deber de control que razonablemente se le puede exigir a una empresa que se dedica a la actividad de la demandada sobre un tema tan delicado como es el retiro del cadáver por el cual se les contrató".
Cómo ocurrió el fatal error de la funeraria que entregó un cuerpo equivocado
El hecho ocurrió el 9 de mayo de 2023 a las 1.41 de la mañana, día en el que falleció Feliciano, a raíz de un shock cardiogénico en el Hospital de Clínicas. Horas más tarde del deceso, entra en escena la funeraria Caruso, ahora condenada.
Uno de los empleados del nosocomio, según citó La Voz de Córdoba, Javier Calvo, se retiró del lugar y no verificó con exactitud el nombre del fallecido. Así, la funeraria se llevó un cuerpo con el mismo apellido, es decir, Mercado, pero no era Feliciano, sino Esteban, un hombre que había fallecido unos días antes también en ese centro de salud.
"La persona de la cochería que debería estar controlando se retiró y no hizo el control correspondiente, sólo revisó que era el mismo apellido", explicó Paula Piedrabuena, abogada de la familia Feliciano, en diálogo con La Voz. Y agregó: "Hasta el día de hoy sigue siendo una herida abierta".
