En medio de la crisis económica que generó el gobierno de Javier Milei, los trabajadores de una importante fábrica de máquinas agrarias denuncian el despido inminente de 180 personas.
Se trata de empleados de la empresa fabricante de cosechadoras Vassalli en la ciudad de Firmat, Santa Fe, que viven un duro momento con deudas salariales e incertidumbre sobre el futuro.
En ese sentido, los trabajadores detallaron que el último pago que recibieron fue de a finales de noviembre y que fue de solo 125.000 pesos, algo que está lejos de la deuda que mantiene la firma con los empleados, que ronda los 4 millones de pesos a cada uno.
Por ese motivo, el último lunes realizaron una asamblea en la que solicitaron dialogar con las máximas autoridades presentes en la planta, aunque no tuvieron la respuesta que esperaban.
Según detallaron, el presidente y el vicepresidente de la sociedad anónima, Marzó padre e hijo, continúan sin dar señales ni a los trabajadores ni a las autoridades internas por ningún medio.
La empresa también mantiene deudas con los proveedores
Las deudas que acarrea Vassalli con sus trabajadores no son las únicas que mantiene la firma, ya que también mantiene un importante endeudamiento con proveedores. Por este motivo, la producción está paralizada sin la entrega de drapers y cosechadoras que ya estarían señadas.
"La incertidumbre es absoluta. Los trabajadores no solo enfrentan la falta de ingresos, sino también el silencio de los responsables empresariales y la ausencia de respuestas concretas desde el Ministerio de Trabajo de la provincia de Santa Fe, que hasta el momento no ha brindado novedades ni alternativas claras para destrabar el conflicto", expresaron los trabajadores ante esta situación.
La empresa ya había acordado pagar parte de la deuda en seis cuotas, pero no sucedió. "La familia Marsó hizo poco por llegar a un acuerdo. Todo lo que habíamos logrado era por los trabajadores. Fue todo un sacrificio de poder llegar a un acuerdo para poder reabrir la planta, sacrificando horas de trabajo y el no pago del aporte de la obra social", manifestó el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Firmat, Diego Romero.
También explicó la situación en la que está la planta: "No entró un tornillo. Ni chapas, ni pintura, motores, nada. Cuando firmamos el acuerdo nos dijeron que había nueve máquinas vendidas. Nos pidieron que no nos tomemos vacaciones hasta que no terminemos esas máquinas. Nos pareció excelente. Pero no entró motor, pintura ni nada. Solo un radiador para una máquina que estaba casi lista, y nada más".
