En el contexto de crisis económica que vive Argentina desde el arribo de Javier Milei a la presidencia, una histórica fábrica de heladeras y termotanques está al borde del cierre. Su dueño reconoció que votó al mandatario libertario, pero hoy el presente está lejos de lo que esperaba.
César Maccio presidente de FAME S.A. marcó el difícil momento que vive su empresa cordobesa, especialmente por la apertura de importaciones que impulsó el gobierno nacional y advirtió que hay riesgo de que la compañía cierre sus puertas.
"Nos ha llevado 25 años meternos en el mercado y formar parte de esta red de fabricantes que son 14, 15 las empresas más grandes del país y que competimos a capa y espada entre todos porque el mercado es muy competitivo", relató el empresario a Mitre Córdoba.
En esa línea, agregó: "Ya en el 2016, 2017 tuvimos con Macri una apertura de frontera a donde nuestras ventas cayeron, no el 30%, sino el 70%. Nos quedamos con el 30% de la producción y fue allá cuando incorporamos los termotanques solares como para darle a nuestro know-how de conocimiento de manejo de chapa y poliuretano algún rubro distinto que nos pudiera permitir sostener la capacidad instalada".
"Hoy estamos en una similar situación, otra vez con la frontera abierta, otra vez con la asimetría de los chinos que subsidian el producto terminado con un 15% de retorno de impuestos. Nosotros compramos los insumos para hacer el mismo producto base 100 y el chino nos manda el producto terminado base 85", reclamó.
El empresario reconoció que votó a Milei
Maccio se refirió a su voto a Javier Milei en el 2021: "Es cierto, lo voté. Porque necesitábamos un cambio, necesitábamos políticas transparentes, necesitábamos sincerar muchas cosas, dejar de subsidiar los servicios, y dejar de tener que transar con el gobierno para poder adquirir las materias primas".
Sin embargo, relata que hoy la realidad es muy dura para el sector. "La diferencia está siempre en el costo argentino que tenemos con la gran presión impositiva y sobre todo la reimposición de impuestos como el ingreso bruto o el impuesto municipal, a donde toda la cadena de proveedores locales, cada vez que facturan, reimponen nuevamente esos impuestos, que no son desgravables, obviamente", subrayó.
Asimismo, se mostró duro contra el gobierno nacional: "A mi criterio esto es re simple. A ellos no les importa que hoy la industria pierda puestos de trabajo porque consideran que todos esos puestos de trabajo serán absorbidos más adelante por empresas de servicios".
"Al igual que Chile, no producen nada, simplemente producen bienes primarios, energía, cobre, algún agroalimento. Una vez que nos aniquile a todas las empresas y ya no le podamos pagar más el gasto, ¿quién va a pagar la fiesta? Si todavía nadie se reconvirtió a una empresa de servicios", recalcó.
Por último, contó que le manifiesta a sus empleados que "hay que ser competitivos para poder subsistir", y que si no logran hacerlo, "va a cerrar la empresa", aunque reconoció que "trasmitirle eso a un empleado es duro".
