Los trabajadores de una histórica fábrica láctea acusan deudas millonarias en medio de la crisis económica que generó el gobierno de Javier Milei y por este motivo pidieron la quiebra de la empresa.
En una asamblea extraordinaria los empleados de Sancor resolvieron por unanimidad y aclamación solicitar la quiebra. La presentación formal se realizará ante el juzgado donde tramita actualmente el Concurso Preventivo de la Cooperativa.
Según los trabajadores, la firma tiene una deuda equivalente a 69.000 millones de pesos y adeuda el pago de sueldos de abril a agosto de 2025 y del aguinaldo del primer semestre.
También señalan que esto se suma a aportaciones y contribuciones retenidas que no fueron depositadas a la obra social OSPIL, la mutual AMPIL y ATILRA. Esto significaría un monto de 14.000 millones de pesos en obligaciones laborales.
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El Comité Provisorio de Control y la representación legal de ATILRA notificaron mes a mes a la sindicatura y al juez del concurso sobre estos incumplimientos, aseguró la asamblea y afirmaron que emitieron más de 2.500 intimaciones de pago cursadas por los trabajadores que Sancor no respondió así como tampoco las intimaciones de las obras sociales.
Además, cabe remarcar que los trabajadores en la asamblea concluyeron que el incumplimiento permanente y generalizado de SANCOR CUL respecto a sus obligaciones esenciales "demuestra incapacidad patrimonial y cesación de pagos, por lo que se decidió solicitar la quiebra con continuidad de la explotación". También pidieron que ATILRA active la búsqueda de soluciones e inversores que permitan mantener los establecimientos y los puestos de trabajo.
Sancor atraviesa una profunda crisis
El conflicto con los trabajadores no es el único que afronta la reconocida empresa. La deuda financiera que acarrea Sancor se ubica en los 400 millones de dólares.
Según información de iProfesional fuentes cercanas de la compañía remarcan que "las instalaciones productivas de Sancor se encuentran paralizadas en un 90%, aunque el acuerdo rubricado con la firma cordobesa Elcor para llevar a cabo la elaboración de la manteca Tonadita, y los entendimientos alcanzados con La Delfina y la firma láctea Delpack, podrían reactivar el funcionamiento de las plantas".
La unión de cooperativas cerró el 2024 con la paralización de su planta en Devoto, en Córdoba, y en lo que va de 2025 redujo su capacidad de procesamiento de leche.
En paralelo, la empresa, que es una de las más importantes en la industria láctea, debe millones en impuestos y la Empresa Provincial de Energía de Santa Fe (EPE) podría hasta cortarle la electricidad.