En la Ciudad de Buenos Aires todavía hay rincones que se mantienen ocultos para muchos vecinos y turistas: se trata de lugares cargados de historia, con detalles únicos y secretos que resisten el paso del tiempo.
Uno de esos sitios es el Pasaje Roverano, un espacio encantador que une dos calles del centro porteño y, como pocos, te lleva directo a la estación Perú del subte A. Todos los detalles al respecto, acá.
El Pasaje Roverano, un rincón único que conecta con el subte y pocos conocen
El Pasaje Roverano está ubicado entre Avenida de Mayo 560 e Hipólito Yrigoyen 561. Es una joya escondida que pocos conocen pese a que está ubicada dentro de una de las avenidas más emblemáticas de la ciudad.
Su historia comienza en 1878, cuando los hermanos Ángel y Pascual Roverano construyeron allí un edificio con locales comerciales en la planta baja y viviendas en los pisos superiores. Años más tarde, con la apertura de la Avenida de Mayo, parte de la estructura original se perdió, pero el pasaje logró mantenerse en pie y adaptarse a los cambios de la ciudad.
Actualmente, el edificio cuenta con subsuelo, planta baja comercial y siete pisos. Aunque a simple vista no parece tan distinto de otros edificios de la zona, el verdadero atractivo está en su interior: el Pasaje Roverano permite ingresar directamente a la estación Perú de la línea A del subte, algo único en la ciudad.
Pero además de esa conexión directa con el transporte porteño, este lugar enamora por su estética. Caminando por allí se pueden ver vitrales, vidrieras curvas, carpinterías de bronce, mármoles, maderas nobles y detalles de hierro forjado que remiten a una Buenos Aires de otra época. Es una experiencia visual que vale la pena redescubrir.
Como dato de color, dentro del pasaje se encuentra la barbería que solía frecuentar el cardenal Jorge Bergoglio, quien fuera después el Papa Francisco. Este es un detalle más que convierte a este rincón porteño en un verdadero tesoro escondido.
Cómo visitar la Basílica Santa Rosa de Lima, en Buenos Aires
Son cada vez más las personas que buscan experiencias distintas sin ir muy lejos de casa. La combinación de historia, arquitectura y algo rico para compartir es un plan perfecto para una tarde cultural. Y en pleno corazón de la Ciudad de Buenos Aires, hay un lugar que lo tiene todo.
Se trata de la Basílica Santa Rosa de Lima, uno de los templos más antiguos y majestuosos de CABA. Está ubicada en Balvanera, fue inaugurada en 1934 y todavía conserva cada uno de sus detalles originales. Acá, todos los detalles al respecto.