En el extenso auto de elevación a juicio que presentó la jueza Pozzer Penzo a principios de junio quedaron expuestas los indicios recolectados que serán presentados como prueba contra los siete imputados procesados por la sustracción y ocultamiento de Loan Danilo Peña ocurrida el 13 de junio de 2024 en el paraje El Algarrobal, cerca de la localidad de 9 de Julio en la provincia de Corrientes. En esta descripción aparecen al menos cuatro puntos que fueron centrales en la causa y durante los días de búsqueda alrededor de la casa de la abuela Catalina donde se realizó el almuerzo del que participó y fue visto por última vez el pequeño. Los elementos constituyeron para los investigadores una línea fundamental para poder describir el plan en base al cual creen que actuaron los acusados.
El botín de Loan, plantado para distraer
Durante los primeros días de búsqueda, aún con la causa bajo investigación de la justicia provincial, apareció un rastro fundamental que posteriormente la Justicia determinó que fue plantado y que complicó, al menos, a dos personajes centrales en la acusación. El botín de Loan fue encontrado en medio del barro durante un rastrillaje. Fue hallado muy lejos de la zona donde desapareció y, según varios testimonios, era imposible que el pequeño hubiera llegado caminando solo hasta ese lugar y aún más, que hubiera podido seguir caminando un extenso tramo tras quedar descalzo.
Las pericias oficiales destacan que un día después de la desaparición de Loan se realizó la secuencia alrededor del botín del pequeño. Esto se desprende de mensajes y fotos recuperados durante las pericias a los teléfonos celulares. En cuanto a ese descubrimiento, la descripción de la jueza señala que el 14 de junio “las fotografías permiten apreciar la manipulación del calzado entre las 15:42 hs, primer registro fotográfico recuperado y las 18:36 hs, cuando recién fue preservado como evidencia, recolectado por la perito Marisel Exquivel, el botin fue previamente enterrado y en esas casi tres horas, fue desenterrado, fotografiado en distintos escenarios y colocado nuevamente para su levantamiento”.
En esas fotos la investigación describe la participación y las contradicciones por el hallazgo entre Laudelina y Macarena Peña y el comisario Walter Maciel. Para los investigadores se trata indudablemente de una prueba plantada y quedó pendiente de poder probar fehacientemente que el botín había sido entregado por Victoria Caillava a Laudelina Peña bajo amenazas, tal cual lo declaró la tía de Loan antes de ser detenida e imputada. Además hay que tener en cuenta que en ese momento estaba presente un ex policía, de apellido Mendez, amigo del entonces comisario de 9 de Julio quien deberá declarar en el juicio como lo hizo en la instrucción. Para los acusadores, la plantación del botín no buscaba otra cosa que distraer y confundir la investigación.
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La toalla ensangrentada
Otro indicio que figura en el expediente es una toalla con manchas de sangre que la mamá de Loan, María, aseguró que su hijo llevaba al momento de la desaparición. Esta toalla figura como el punto número 30 de los indicios recolectados y el acta explica que fue obtenida durante los rastrillajes en el lugar conocido como “la escuela abandonada” que es cerca de donde se lo vio al pequeño por última vez y donde los investigadores creen que se pudo hacer un “pasa manos” con el pequeño para sacarlo del lugar.
La presencia de Loan en el Ford Ka de Caillava y Pérez
Para sacarlo del lugar, los investigadores creen que se utilizaron los vehículos de Carlos Pérez y Victoria Caillava. Esto se estableció en la acusación cuando los acusadores destacaron que hubo pericias odorológicas que determinaron la “presencia” de Loan en la camioneta del ex marino y en el vehículo de la ex funcionaria. En el expediente, la jueza destacó que se obtuvo muestras de una mancha pardo rojiza en el baúl del auto de Caillava y también una muestra similar en el tapizado del mismo Ford Ka. Además, indicaron los rastros positivos que marcaron en la camioneta Ford Ranger de las muestras tomadas en la caja del vehículo. Con estos datos, la jueza destacó que tanto Pérez como Caillava dieron “detalles minuciosos” de sus movimientos que alimentaron la sospecha de una coartada premeditada.
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Uno de los rastros hallados en el Ford Ka rojo.
La falsa aparición del nene, a horas de iniciarse su búsqueda
El otro detalle que la elevación a juicio describe puntualmente es el episodio durante la madrugada del 14 de junio, unas 12 horas después de la desaparición del pequeño, es el detalle de la falsa aparición de Loan. Para los acusadores se trató de un movimiento preciso de los imputados para distraer la atención de la búsqueda y ejecutar parte del plan criminal. Las evidencias del acto están marcadas por los intercambios telefónicos en donde la jueza detalló que hubo gente en el pueblo que se enteró de que el niño había aparecido incluso antes que aquellos que participaban de la búsqueda en el campo. Sin embargo, en los investigadores persiste la duda si esa noche falsearon la noticia de la aparición o si en verdad hubo algún movimiento con el menor en la zona o simplemente entendieron que iban a entregarlo y eso no pasó.
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Estas cuatro cuestiones serán clave para el desarrollo del juicio. Algunas pericias serán analizadas y consultadas a los especialistas y otras esperan que puedan ser respondidas por testigos o, incluso, que los procesados declaren y contesten preguntas que permitan descubrir qué pasó con Loan.
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