En la jornada de ayer se cumplieron diez años de la desaparición de Maximiliano Sosa, el niño de tres años que se ausentó en la ciudad santafesina de Ceres el 21 de diciembre del 2015. A más de una década de búsqueda, la causa se mantiene abierta aunque sin respuestas certeras.
Pese al paso del tiempo, no se logró escrarecer aún qué pasó aquella tarde donde el niño fue visto por última vez ni dónde esta Maxi ahora. Su familia, sin embargo, mantiene intacta la esperanza de encontrarlo.
Qué pasó con Maxi el 21 de diciembre del 2015
Ese día, el niño le dijo a su abuela que se iba a ir a jugar con un amigo del barrio. Desde entonces, su paradero es desconocido. La investigación comenzó en la Justicia de la Provincia de Santa Fe, pero después de un mes fue girada al fuero federal -con sede en Rafaela- por la gravedad del caso.
Hubo distintas líneas de investigación y múltiples rastrillajes y testimonios, pero ninguno permitió dar con Maxi. Para Daniela Sosa, la madre del niño, la principal hipótesis es que su hijo fue raptado y vendido. “La verdad es que no sé lo que pasó. Hasta el día de hoy no tengo una hipótesis contundente”, contó a La Nación. Además sugirió que su madre, Patricia Sayago, y su pareja, Ariel Reinaldo Malagueño, tendrían algún grado de responsabilidad en la desaparición de Maxi. Sayago era quien estaba a cuidado del niño el día de su desaparición.
La búsqueda que nunca frenó
Tanto Sayago como Malagueño estuvieron detenidos y llegaron a enfrentar un juicio como autores del delito de sustracción de un menor de 10 años. Sin embargo, fueron absueltos por falta de mérito, lo que sumó solo incertidumbre.
A mediados de este año, cuando se acercaba el 10° aniversario del caso sin resolverse, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ordenó profundizar la búsqueda. Los jueces Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti dispusieron nuevas medidas, como ampliar el alcance territorial de la investigación.
La CSJN solicitó verificar si Maximiliano pudo haber sido inscripto en algún registro civil provincial y también indagar sobre la existencia de algún cuerpo correspondiente a un niño de tres años, cuya identidad pudiera ser compatible con Maxi.
A diez años, el rostro de Maxi sigue siendo uno de los más visibles en las búsquedas de niños desaparecidos en Argentina y su nombre está vigente en Missing Children, donde aún se esperan respuestas.
