El hobbie que unía a Diego Fernández Lima con Cristian Graf y lo llevó a la casa donde fue asesinado y sepultado

La hipótesis se desprende de la acusación que hizo el fiscal López Perrando y que espera se responda cuando indague al dueño de la casa donde aparecieron los restos.

13 de agosto, 2025 | 17.50

Una obra en construcción, el hallazgo de restos humanos en la casa donde vivió Gustavo Cerati y un crimen descubierto después de 40 años de cometido son los condimentos con los que empezaron a investigarse distintas hipótesis alrededor de un caso prescripto. No obstante, quienes están a cargo de la causa siguen trabajando para poder determinar qué pasó hace 41 años en esa casa del barrio de Coghlan donde Diego Fernández Lima fue asesinado y enterrado, junto a una "medianera viva", rodeado de plantas que evitaron que fuera descubierto hasta que una obra vecina desenterró el misterio.

Con la constatación de la identidad de la víctima y el informe del Equipo Argentino de Antropología Forense, el fiscal Martín López Perrando inició una investigación con la mirada puesta en los habitantes de la casa donde aparecieron los restos. Así pudo establecer distintos motivos que llevaron a acusar a Claudio Graf, ex compañero de colegio de Fernández Lima, por "encubrimiento agravado" y "supresión de evidencia", y le pidió al juez Litvack que lo indague. Esta acusación no tiene que ver con lo ocurrido hace 41 años sino con todo el accionar luego de que encontraran los huesos.

Sin embargo, cuando identificaron que la víctima era Diego Fernández Lima y reconstruyeron que existía un vínculo con Claudio Graf en el mismo año que se denunció la desaparición, el Fiscal López Perrando pudo poner en hipótesis qué es lo que habría llevado a la víctima a la casa donde hallaron sus restos. "Eran compañeros de colegio y ambos tenían afición por los motovehículos", describió el fiscal en su escrito, sumado a que varios vecinos relataron que el padre de Graf reparaba algunas motos en el fondo del domicilio, cerca de donde aparecieron los restos. Con estos datos, el fiscal determinó que es "posible aseverar sin cortapisa que efectivamente el nombrado conocía la existencia del cadáver en el fondo de su casa".

El fiscal aseguró no sólo que Graf conocía la existencia del cadáver de Fernández Lima en el fondo de la casa, sino que la situación se agrava porque el dueño de la casa mantuvo absoluto silencio desde la aparición de los restos buscando además "con maniobras evasivas y contradictorias" ocultar y entorpecer la investigación. 

Según el pedido de indagatoria que hizo el fiscal López Perrando al que accedió El Destape, Claudio Graf "inmediatamente luego del hallazgo de los restos practicó diversas maniobras tendientes a encubrir la averiguación de la verdad". Así, el fiscal describió que Graf hizo varios intentos por desviar la investigación cuando al momento en que iniciaron los trabajos de excavación en el domicilio lindero a su finca se mostró "preocupado, temeroso de que la verdad saliera a la luz y por ello les espetó a los obreros que tenían prohibido cortar un determinado árbol que se hallaba cercano a la medianera que dividían ambas propiedades". Además, el fiscal puntualizó que el 20 de mayo de 2025 al aparecer los restos en la obra, Germán Graf transformó su preocupación en ocupación "al exteriorizar su conducta encubridora; ello fue así a partir del ensayo de diversas excusas, pasando desde la existencia de una iglesia en donde habrían sido enterradas personas hasta que en una oportunidad habría pedido tierra para rellenar su terreno y que los restos habrían venido ocultos sin que nadie se diera la cuenta".

Ahora el fiscal busca en una posible indagatoria conocer más detalles acerca del crimen de Diego Fernàndez Lima aunque el caso haya prescripto y nadie pague en prisión por el asesinato.