La causa por la muerte de Diego Fernández Lima, que había estado desaparecido desde 1984, no puede tener imputados porque proscribió, pero el fiscal federal Martín López Perrando solicitó indagar a Cristian Graf, excompañero de la víctima que vive en la casa donde hallaron los restos. ¿Cuáles son los indicios que lo llevaron a tomar esa decisión?
Cuáles son los indicios por los que piden indagar a Cristian Graf: "Preocupado y temeroso":
Diego, de 16 años, desapareció el 26 de julio de 1984 y desde entonces su familia lo buscó sin descanso. Hoy, el principal señalado por la Justicia es Cristian Graf, actual residente de la vivienda donde se descubrió la fosa con sus restos.
El fiscal considera que Graf intentó encubrir el homicidio de Diego Fernández Lima y sus pruebas luego de que se hayan encontrado los restos de Fernández Lima el pasado 20 de mayo. Para Perrando, no se pudo determinar con los restos quien fue el autor material del crimen, sí se estableció que la víctima fue asesinada y ocultada en el interior de la finca que habitó y habita Graf y su familia.
Algunos parecen muy lógicos, ya que Graf iba a colegio con Fernández Lima y vivía en la propiedad donde hallaron el cuerpo, los diferentes indicios que llevaron a que el fiscal pidiera indagar al principal sospechoso fueron:
- Intentó frenar tareas en la obra vecina: antes del hallazgo, pidió a los obreros que no cortaran un árbol cercano a la medianera que dividía su propiedad de la casa en construcción. El escrito detalla que, cuando comenzaron trabajos de excavación el acusado se mostró “preocupado”.
- Excusas contradictorias el día del hallazgo: el 20 de mayo de 2025, sugirió que los restos podían provenir de una antigua iglesia donde se habrían enterrado personas, y luego dijo que tal vez habían llegado ocultos en tierra usada para rellenar su terreno.
- Silencio absoluto: no brindó explicaciones públicas ni privadas sobre el caso, pese a la magnitud del descubrimiento y a que el cuerpo estaba enterrado en su jardín.
- Negación de vínculos relevantes: aunque se determinó que fue compañero de Diego en la ENET N°36 y compartían la afición por las motos, negó cualquier relación significativa con él.
- Maniobras para desviar la investigación: sus declaraciones buscaban, según la fiscalía, garantizar la impunidad de quienes cometieron el homicidio.
El fiscal le solicitó al juez Alejandro Litvack, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal N°56, que lo cite a declarar en indagatoria por los delitos de encubrimiento agravado y supresión de evidencia. Ambos tienen una pena en expectativa de 1 a 6 años y de 1 mes a 4 años de prisión, respectivamente.