Cinco años de la muerte de Maradona: cómo sigue el juicio a la enfermera que lo cuidaba

En el aniversario del fallecimiento del ídolo, el proceso contra Gisela Dahiana Madrid, la enfermera que estaba a cargo de Diego aquel 25 de noviembre de 202, continúa empantanado. El caso vuelve a exponer una trama judicial plagada de tensiones y dilaciones.

25 de noviembre, 2025 | 19.13

El 25 de noviembre marca, desde hace cinco años, un antes y un después en la historia argentina. Aquel miércoles de 2020, Diego Armando Maradona sufrió una descompensación en su casa del barrio San Andrés, en Tigre, y murió pese a las maniobras de reanimación del equipo médico. Entre los pocos testigos presenciales estuvo Gisela Dahiana Madrid, la enfermera asignada a su control durante la madrugada y la mañana. Hoy, su rol vuelve a estar en discusión mientras su juicio permanece detenido.

La causa por la muerte del Diez es una de las más resonantes de los últimos años, con múltiples imputados que incluyen a médicos, coordinadores y profesionales de la salud. Sin embargo, Madrid -acusada de “homicidio simple con dolo eventual”, igual que Leolpoldo Luque, Agustina Cosachov, Carlos Díaz y otros- es la única cuyo proceso no avanza

La enfermera de Maradona: qué se le imputa y por qué su caso es distinto

Madrid era la profesional que debía controlar los signos vitales del ídolo desde las 6 de la mañana del 25 de noviembre. Según la acusación de los fiscales Patricio Ferrari y Cosme Iribarren, no habría cumplido con ese deber: no entró a revisarlo hasta media mañana y argumentó que el paciente “dormía”. Cuando finalmente lo despertaron, ya era tarde.

Su abogado, Rodolfo Baqué, pidió que su defendida fuera juzgada por un jurado popular, una estrategia que la diferenció del resto de los imputados. Ese pedido generó idas y vueltas judiciales que retrasaron el inicio del debate. Recién a fines de 2024, la Cámara de Casación Bonaerense avaló la solicitud del defensor, y el caso quedó en manos del TOC N°7 de San Isidro, con la jueza María Coelho.

En julio de este año debía realizarse la audiencia preliminar para definir pruebas y testigos. Pero la nulidad del juicio principal -el que involucraba a los otros siete imputados y estalló por las irregularidades de la ex jueza Julieta Makintach- volvió a complicar el panorama.

Coelho decidió esperar una definición sobre el alcance exacto de esa nulidad antes de avanzar con Madrid. Cuando los nuevos jueces del caso (Alberto Ortolani, Alberto Gaig y Pablo Rolón) confirmaron que solo afectaba al proceso de los otros imputados, el camino parecía despejado.

Sin embargo, en plena fecha simbólica del aniversario de la muerte de Maradona, Coelho emitió una resolución que volvió a encender la polémica: antes de convocar la audiencia preliminar, pidió a la fiscalía y a las partes damnificadas que se pronunciaran sobre la solicitud. Para la defensa, fue “una maniobra dilatoria”.

Cinco años después: una causa que sigue sin justicia

La muerte de Maradona continúa siendo una herida abierta en la memoria colectiva argentina. El proceso judicial, lejos de esclarecer responsabilidades, se convirtió en un laberinto de decisiones cruzadas, demoras estructurales y peleas personales entre defensores, fiscales y magistrados.

La enfermera Madrid, testigo del último día de Diego, sigue esperando un juicio que no llega. Lo que debía ser una instancia para escuchar a un jurado popular terminó atrapado en una maraña procesal que suma capítulos, pero no respuestas.