El rincón natural bonaerense donde podés cruzarte con carpinchos y es una escapada imperdible

Cuál es la reserva natural que queda a poco más de una hora de Capital Federal y hay carpinchos merodeando por el lugar.

02 de septiembre, 2025 | 16.29

A solo una hora y media desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Reserva Natural Otamendi, ubicada en la provincia de Buenos Aires, emerge como una escapada excepcional para observar carpinchos en su hábitat natural, junto con otras especies icónicas de los humedales. Este paisaje de humedales abiertos es un refugio ideal para ver cómo estos roedores se desplazan, se refrescan y se alimentan tranquilamente frente a los visitantes.

La escapada ideal a la Reserva Natural Otamendi

La reserva protege ambientes ricos en biodiversidad. Además del carpincho, es posible avistar fauna variada como nutrias, zorros pampeanos, mulitas, y una diversidad de aves acuáticas y mamíferos típicos de la región. Caminar por los senderos o participar de recorridos guiados permite comprender el ecosistema y apreciar la vida silvestre que convive justo al sur de la gran ciudad.

Más que un vistazo rápido, Otamendi representa una oportunidad para conectar con la ecología y la conservación. Guías especializados brindan recorridos interpretativos que resaltan el valor ambiental y cultural de los humedales. Por ende, convertir esta escapada en una experiencia educativa y de contacto sincero con la naturaleza es su verdadero encanto.

La ruta ideal parte desde la Ciudad hacia el noroeste, cruzando el acceso a la Autovía 9 y luego hacia empalmes que conducen hacia Escobar y finalmente la reserva. El acceso es cómodo tanto en auto como en transporte interurbano hacia municipios cercanos, combinados con un traslado corto a la reserva. Un trayecto de entre 1 h 15 m y 1 h 30 m que permite aprovechar un día completo de naturaleza.

La cercanía con Buenos Aires convierte a Otamendi en una opción perfecta tanto para una salida de un día como para un fin de semana corto. Podés planear caminatas suaves, picnic y observación de fauna sin necesidad de desplazamientos extensos ni grandes logísticas, ideal para relajarse y reconectarse con un entorno natural sorprendente.

De esta manera, una visita a la Reserva Otamendi es mucho más que un paseo: es una experiencia de inmersión en un ecosistema de costa bonaerense, donde el carpincho es el verdadero protagonista. Combina naturaleza, biodiversidad, accesibilidad y tranquilidad a un paso de la ciudad, perfecto para quienes buscan destacarse del turismo habitual con una propuesta de proximidad y ecología viva.