Pese a que las vacaciones de invierno 2025 están llegando a su fin en algunas provincias, hay otras que aún pueden disfrutar de una semana más o están a la espera de los próximos fines de semana largo para hacer una escapada y conectar con la naturaleza. En este sentido, un pueblo jujeño es el elegido por ser un tesoro escondido entre las nubes.
Se trata de Santa Ana del Valle Grande, ofrece una oportunidad única a los aventureros. Al encontrarse entre uno de los pintorescos valles de la provincia de Jujuy, y a una altura de 4300 metros sobre el nivel del mar, es como caminar entre las nubes.
¿Cómo llego a Santa Ana del Valle Grande?
Está ubicada a 120 kilómetros de la ciudad de Humahuaca, para llegar se atraviesa el Abra del Zenta, un mirador ubicado a 4376 metros, dentro de la Reserva de Biósfera de las Yungas.
En auto desde San Salvador de Jujuy, hay que tomar la Ruta Nacional N° 34 y después la Ruta Provincial N° 83, es un viaje que llevará unas seis horas y media. Otra posibilidad es tomar la Ruta Provincial N° 73, que desciende casi mil metros desde el Abra del Zenta y ofrece una vista panorámica desde el Mirador del Hornacal del Cerro de los 14 colores.
¿Cómo es Santa Ana?
En el pueblo disponen de un puesto de salud, destacamento policial y capilla. El relieve de la zona es montañoso y el clima es típico de la puna, cálido de día y frío de noche, con un invierno crudo y precipitaciones durante el verano. La mejor época para viajar es de Abril a Diciembre, debido a que en verano en muchas oportunidades las precipitaciones obstaculizan el camino.
La fiesta patronal en honor de Santa Ana se festeja el 26 de julio. Es todo un acontecimiento que se inicia con misa, procesión y desfile de gauchos, domas y culmina con una feria de comidas regionales. La zona resulta ideal para el turismo de aventura. Se hacen excursiones por parajes de bellos paisajes y se pueden avistar aves, desde cóndores hasta colibríes.
¿Qué se puede hacer en Santa Ana?
Hay una gran cantidad de senderos que se pueden transitar, donde se funden el paisaje de la quebrada y la vegetación de las yungas. Uno de ellos es el Qhapac Ñan, que en lengua quechua significa “Camino principal”, tiene gran valor arqueológico y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ya que forma parte de la red de caminos de los Incas.
Nuestro país tiene 118,5 kilómetros de estos caminos, separados en 13 partes con 32 sitios arqueológicos repartidos en las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan y Mendoza.
Qapa Nam es la red vial compuesta por las rutas y corredores preincaicos, con vías principales y secundarias que partían de Cuzco, dividiéndose en cuatro caminos primarios que se internaban de norte a sur por los cuatro suyus del Imperio: el Chinchasuyu, el Antisuyu, el Cuntinsuyu y el Collasuyu.
De estos cuatro brazos se derivó una red con depósitos y postas donde los viajeros y caravanas encontraban descanso, forraje, alimento y agua. Uno de estos ramales recorría en sentido longitudinal la Quebrada de Humahuaca, con algunas bifurcaciones menores que entraban en las quebradas laterales a la Puna y los Valles orientales de Jujuy.