Las investigaciones posteriores a la imponente explosión dentro del Polígono Industrial Spegazzini de Ezeiza revelaron que el incendio comenzó en un sector donde se guardaban sustancias de alto riesgo. Según explicó Pablo Celabe, presidente de Logischem S.A., la empresa contaba con varios galpones destinados a diferentes materiales. Dos de ellos contenían sustancias de riesgo.
1. Depósito con sustancias químicas altamente peligrosas (2000 m²)
Acá se almacenaban sustancias oxidantes, corrosivas, tóxicas y otras altamente reactivas con el agua. Entre los oxidantes se encontraban hidrosulfito de sodio —un compuesto que reacciona con el agua liberando gases inflamables— y aluminio metácilo, que también reacciona violentamente con la humedad.
El depósito también contenía corrosivos capaces de dañar tejidos, metales y contenedores al contacto, además de un grupo de sustancias tóxicas, entre ellas 30 garrafas de 50 kilos de bromuro de metilo al 100%, un pesticida de elevada toxicidad.
A esto se sumaban materiales extremadamente sensibles a la humedad, como fósforo sólido almacenado en cuñetes, que puede inflamarse de manera espontánea, aluminio en polvo que produce hidrógeno explosivo al contacto con agua, y cuñetes de 50 kilos de cianuro, cuya reacción con ácidos genera gas cianhídrico.
En las últimas horas, el responsable técnico informó que en esa misma planta había también un volumen significativo de sustancias reactivas: 25.000 kilos de fósforo rojo y 16.000 kilos de aluminio en polvo.
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2) Depósito de inflamables (1500 m²)
En este galpón se guardaban sustancias inflamables en diferentes tipos de envases. Según el presidente de la empresa, el depósito contenía IBC (grandes contenedores plásticos reforzados), tambores de 200 litros y garrafas de 200 gramos de gas butano diseñadas para mecheros portátiles.
El principal riesgo asociado a este galpón era el incendio, debido a la facilidad con la que estos materiales pueden arder, y la posibilidad de explosiones derivadas tanto del gas butano como del comportamiento de los líquidos inflamables bajo temperaturas elevadas.
Por otro lado, la empresa tenía otros tres galpones sin sustancias de alto riesgo. Uno de 500 m² que estaba vacío y contenía únicamente maquinaria; otro de 2000 m² destinado a cargas generales sin especificación de productos peligrosos; y un quinto galpón de 3000 m² orientado al almacenamiento de productos farmacéuticos, que generalmente no presentan un nivel elevado de peligrosidad.
La expansión del fuego y las empresas afectadas
En una primera etapa, el incendio alcanzó a la empresa Lagos Plásticos, que sufrió una afectación total. Luego avanzó hacia Aditivos Alimentarios “El Bahiense”, con daño parcial, y destruyó por completo el depósito de papel de Iron Mountain. También afectó de forma parcial a Larocca Minería, dedicada a la producción de neumáticos.
Tras el relevamiento de Bomberos de la Policía Bonaerense, Policía Federal y cuerpos voluntarios, se constató que el fuego también llegó a FLAMIA S.A.I.C.Y A. (aberturas de aluminio), Almacén de Frío (refrigeración de mercadería en tránsito) y PARNOR S.A., una fábrica de galletitas.
