“Las ampollas contaminadas están fuera de circulación”, afirmó este jueves el ministro de Salud de Córdoba, Ricardo Pieckenstainer, en alusión al caso de fentanilo contaminado. El funcionario también señaló que el distrito “no tiene ningún caso reportado en la Justicia”.
En una conferencia de prensa, Pieckenstainer remarcó que “se debe informar si hay casos sospechosos” de fentanilo contaminado. “Somos responsables” de que el fármaco “no esté al alcance de los pacientes”, agregó y resaltó que las clínicas tienen la obligación de informar la compra de algún lote contaminado.
Por otro lado, Pieckenstainer indicó que el gobierno cordobés se constituyó como querellante en la causa llevada adelante por el juez Ernesto Kreplak de La Plata, con quien está en “pleno contacto”.
A su vez, expresó “su mayor solidaridad” con los familiares de las 96 víctimas fatales que fueron inoculadas con el opioide y pidió por el esclarecimiento de las muertes. “Las farmacias y los hospitales públicos de Córdoba tienen a resguardo todos los medicamentos de HLB Pharma”, el laboratorio del empresario Ariel García Furfaro.
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Qué es el fentanilo y cuál es el origen
El fentanilo es un medicamento que ha ganado notoriedad por su potencia y por los riesgos asociados a su uso indebido. Utilizado principalmente en entornos hospitalarios, su administración requiere estricta supervisión médica. Conocer qué es el fentanilo y su origen del fentanilo resulta clave para comprender su función y los peligros que puede implicar.
Qué es el fentanilo y sus usos médicos: para qué sirve
Según explicó el Dr. Gabriel Arcidiacono (MN 117.135), jefe de Toxicología del Hospital de Clínicas de la UBA, a El Destape, el fentanilo es “un opioide que pertenece al grupo de los medicamentos similares a la morfina, pero tiene mayor potencia que esta sustancia”. Su uso principal es aliviar el dolor intenso en pacientes sometidos a cirugías, terapias intensivas o procedimientos cortos como endoscopías.
El medicamento puede administrarse de forma endovenosa o a través de parches y, en algunos casos pediátricos, en golosinas o chupetines especialmente formulados. Como advierten los especialistas, “es un medicamento seguro siempre y cuando se administre en las dosis correctas. A mayores dosis, pasa a ser peligroso porque puede comprometer funciones como la cardíaca, la respiración y el estado de conciencia del paciente”.
Además, el fentanilo tiene potencial adictivo: “Como todo opioide, también tiene una capacidad adictiva. Esto significa que el uso prolongado puede generar dependencia y, ante la ausencia de la medicación, manifestaciones de síndrome de abstinencia”.
Con información de Noticias Argentinas