Así fue el ataque final a Fernando Báez Sosa: la patada mortal y la foto de la zapatilla de Máximo Thomsen

La autopsia, las pericias de ADN y estudios scopométricos establecieron que el rugbier le propinó la patada final a Fernando Báez Sosa. Por qué. 

14 de noviembre, 2025 | 10.00

El brutal crimen de Fernando Báez Sosa conmocionó a la Argentina el verano del 2020. El joven de 18 años fue asesinado a golpes por un grupo de rugbiers a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell. Los investigadores definieron que fue Máximo Thomsen quien le dio la patada que acabó con su vida.

Cómo fue la patada final a Fernando Báez Sosa: por qué la zapatilla de Máximo Thomsen fue clave

Máximo Thomsen, uno de los ocho condenados por el asesinato de Fernando, fue identificado por diferentes testigos como la persona que golpeó y le propinó patadas en el piso al joven estudiante de Derecho cuando ya estaba inconsciente. Pero, además, la autopsia, las pericias de ADN y estudios scopométricos que se realizaron sobre sus prendas determinaron que él fue quien le dio la patada mortal. 

La zapatilla de Máximo Thomsen tenía sangre compatible con el ADN de Fernando Báez Sosa

 

Una de las grandes claves estuvo en la zapatilla Cyclone que usaba Thomsen aquella noche del 18 de enero del 2020. Los estudios científicos comprobaron que Thomsen pateó en la parte derecha de la cabeza a Fernando cuando ya estaba en el piso, la suela de la zapatilla quedó impresa en el rostro de la víctima.  El informe de Policía Científica, que también fue ratificado a posteriori por la pericia scopométrica, definió: "Se estableció correspondencia entre la impresión del pie derecho a nombre de Thomsen con la estampa de la plantilla derecha de la zapatilla marca cyclone". 

Luego, la perito Graciela Noemi Parodi confirmó que ese calzado tenía sangre, en tanto que César Guida ratificó que correspondía al ADN de Fernando durante el juicio que se llevó adelante durante todo enero de 2023 en el Tribunal Oral de Dolores. Así, se estableció que Thomsen fue quien propinó el golpe que terminó con la vida del adolescente, aunque la autopsia se establece que el adolescente murió "producto de un paro cardíaco traumático por shock neurogénico producido por múltiples traumatismos de cráneo que generaron hemorragia masiva intra craneana".

Máximo Thomsen fue identificado por las pericias y los testigos como el que le dio la patada mortal a Fernando Báez Sosa

El médico forense Diego Duarte, que dio detalles de la autopsia durante el juicio, explicó que el cuadro con el que se encontró fue de una “visible saña sobre el cuerpo, con múltiples lesiones”. “Fueron traumatismos multicausales, donde hay lesiones de varios órganos, entonces es una sumatoria de todo. Pero por más que tuviera lesiones aisladas, tanto en el hígado como en el pulmón, lo más importante es el sistema nervioso”, continuó.

Específicamente sobre la huella de la zapatilla en la cara de la víctima, el forense señaló: “Es por un traumatismo de alta energía contra un cuerpo que ofrece resistencia. Está en el piso y al aplicar compresión queda marcada”. Y agregó que “la misma marca continúa en el cuello”. 

“En cara y cráneo presentaba la mayoría de los golpes. Son áreas centrales, porque allí se alojan la mayoría de las funciones del organismo”, explicó y remarcó que Fernando presentaba una “lesión cerebral aguda” que produjo su “muerte instantánea”

El testimonio clave de los testigos a la salida del boliche 

Tomás Bidonde, quien presenció la brutal golpiza, declaró durante el juicio que vio cuando el rugbier le pegó "dos puntinazos" en la cabeza al joven cuando estaba en el suelo. "Después recuerdo que lo agarra de la cabeza y le vuelve a dar dos o tres patadas", relató. Además, Lucas Begide aseguró que "Thomsen le pegó a Fernando una patada en la cabeza con el pie derecho".

Por su parte, Tatiana Caro, testigo presencial del hecho que no pertenecía a ninguno de los dos grupos declaró sobre aquella noche: "Pertossi y Thomsen fueron los que más pegaron, que le pisaban y le pateaban la cabeza. Fernando cayó al piso y le empezaron a pegar entre ellos dos y luego vinieron un par más a pegarle". "Le estaban pegando a una bolsa de papas, le siguieron pegando unos cinco o seis minutos", describió.