Cada vez que llega el invierno o empiezan a sentirse las temperaturas más bajas, muchos recurren al aire acondicionado para calentar sus casas, pero hay que tener cuidado con algunos hábitos. Uno de los errores más comunes es subir la temperatura en exceso, pensando que así se calienta más rápido. Sin embargo, esto no solo es un mito, sino que también genera un consumo energético innecesario.
Técnicos en climatización y recomendaciones del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) destacaron que la temperatura ideal para usar el aire acondicionado en invierno oscila entre 20° y 21°. “Esta temperatura permite mantener los ambientes cálidos sin forzar el equipo”, aseguraron, y agregaron, que esto a su vez optimiza el consumo eléctrico.
Además, los expertos sugieren aprovechar la luz solar durante el día, abriendo cortinas y persianas para calentar naturalmente los espacios. Por la noche, cerrarlas va a ayudar a mantener el calor acumulado. Estas simples acciones, combinadas con un uso consciente del aire acondicionado, no solo mejorarán la comodidad, sino que también contribuirán a un hogar más eficiente y sostenible.
Asimismo, los expertos sugieren programar el aire acondicionado para que funcione en horarios específicos, evitando su uso continuo. “Utilizar temporizadores puede ayudar a regular el funcionamiento del aparato, adaptándose a nuestras rutinas diarias”, afirmaron los expertos. Con estos consejos, se puede disfrutar de un ambiente cálido sin descuidar el bolsillo.
Cuánto gasta el aire acondicionado a 24 grados
Poco se sabe que, al subir el termostato a 24° o más, cada grado extra puede aumentar el gasto energético hasta un 7%. "Una temperatura muy alta puede provocar malestares como sequedad del ambiente, doleres de cabeza o sensación de fatiga", afirmaron especialistas. Según ellos, el cuerpo humano se siente mejor con una diferencia moderada entre la temperatura exterior e interior. Mantener la calefacción apenas por encima de los 20° suele ser suficiente, especialmente si el aislamiento del hogar es adecuado.
Hay además otros tips cruciales, como por ejemplo mantener las puertas y ventanas cerradas para evitar pérdidas de calor y entradas de frío. Cada vez que abrimos sin necesidad, le exigimos más esfuerzo al equipo. También es buena idea revisar si hay rendijas o filtraciones en marcos de ventanas y puertas, ya que la utilización de burletes mejora notablemente la eficiencia térmica.
Asimismo, el uso de cortinas térmicas o blackouts pudo ser muy beneficioso, ya que colabora a retener el calor, especialmente en las noches o durante días muy fríos. Es importante no obstruir las salidas de aire del equipo, por lo que hay que asegurarse de que no haya muebles o cortinas impidiendo el flujo del aire caliente.
Finalmente, el mantenimiento es clave. Un aire acondicionado con filtros sucios o unidades mal mantenidas consume más energía y calienta menos. Hacer un chequeo antes de iniciar la temporada es fundamental.