Síntomas de moquillo en perros: cuáles son y qué hay que saber

Esta enfermedad suelen contraerlas perros que entran en contacto con otro animal enfermo, cómo identificarla y cuáles son sus tratamientos.

26 de junio, 2025 | 19.47

Los perros son parte de nuestra familia y una de las enfermedades más preocupantes que pueden contraer es el moquillo. Cómo identificarlo, cómo evitar que tu mascota lo contraiga y cuáles son los tratamientos disponibles. 

Qué es el moquillo en perros y cuáles son los síntomas

El moquillo es una enfermedad contagiosa causada por el paramixovirus que afecta varios sistemas del cuerpo: respiratorio, digestivo, dermatológico y, frecuentemente, el sistema nervioso central. Se considera altamente peligroso para los cachorros. Además de los perros, puede afectar a la fauna silvestre, como zorros, lobos, coyotes, mapaches, zorrillos, visones y hurones. Incluso, se ha reportado en leones, tigres, leopardos y otros y en focas.

Los perros pueden contraerlo a través de la exposición aérea (por estornudos o tos) al virus. Lo más probable es que se contagien por otro animal que ya lo tenga. El periodo de incubación suele ser de 2 a 3 semanas, aunque las primeras señales pueden aparecer entre los días 3 y 6. Los síntomas varían de acuerdo a la etapa de la enfermedad.

Síntomas de moquillo en perros: cuáles son y qué hay que saber.

En la fase inicial:

  • Fiebre (suele ser bifásica).

  • Decaimiento y pérdida de apetito.

  • Secreción nasal y ocular (inicialmente acuosa, luego purulenta).

  • Vómitos, diarrea y deshidratación.

Síntomas en la fase avanzada:

  • Tos y dificultad para respirar (neumonía).

  • Cambios en piel y mucosas: endurecimiento de almohadillas de las patas y nariz (“piel dura”).

  • Síntomas neurológicos: comportamiento circular, inclinación de la cabeza, tirones musculares, convulsiones con movimientos de mandíbula y salivación (como si mascaran chicle).

Cuál es el tratamiento del moquillo en perros Síntomas de moquillo en perros: cuáles son y qué hay que saber.

  1. Rehidratación intensiva: la deshidratación en los perros es común debido a la fiebre, vómitos y diarrea. Es esencial reponer los líquidos y electrolitos perdidos mediante fluidoterapia.
  2. Antibióticos de amplio espectro: Aunque el moquillo es una enfermedad viral, la inmunosupresión que provoca puede facilitar el desarrollo de infecciones bacterianas secundarias, especialmente a nivel respiratorio y gastrointestinal.
  3. Control de los síntomas neurológicos: el moquillo puede afectar el sistema nervioso central, causando convulsiones, tics musculares y otras afecciones, por lo que los anticonvulsivos son fundamentales.
  4. Tratamiento antiinflamatorio: En casos de inflamación severa de los tejidos pulmonares o neurológicos, se pueden utilizar antiinflamatorios para reducir el daño.
  5. Suplementación inmunológica y nutricional: Los perros con moquillo suelen estar inmunocomprometidos, por lo que es útil proporcionar soporte inmunológico y nutricional para mejorar su respuesta frente al virus.

Los perros que sobreviven al moquillo pueden requerir cuidados prolongados a largo plazo, especialmente en el caso de secuelas neurológicas. Una de las formas en las que se puede acompañarlos a sobrellevar las molestias y el dolor es la fisioterapia.