La jueza Julieta Makintach rompió el silencio este martes 27 de mayo en la reanudación del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, luego de siete días de suspensión por el escándalo del documental clandestino. La magistrada en cuestión, protagonista de los videos filmados durante las audiencias que ponen en riesgo la continuidad del proceso judicial, se justificó y aseguró que no se apartará del juicio tras la polémica que se generó en torno a su trabajo.
Sus dichos tuvieron lugar una vez iniciada la audiencia del día de la fecha, donde dejó en claro que no cometió ningún delito e incluso acusó que existe una "operación mediática" sobre su persona. Mientras tanto, el fiscal de San Isidro, Patricio Ferrari, solicitó -en primer lugar- la suspensión del juicio debido a esta situación responsabilizando a Makintach y luego, su recusación para continuar con el proceso.
En tanto, Maximiliano Savarino como Verónica Di Tomasso -integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro se despegaron del mencionado escándalo. "Yo no autoricé ninguna filmación, no sabía que había una grabación oculta. Escuché falsedades de mí y de la doctora, no tenemos nada que ver con el documental", dijo el primero, claramente enojado. "Vincularon mi apellido a escándalo, vanidad, injusticia, papelón y vergüenza. No lo merezco, soy la primera profesional de mi familia, no soy de familia judicial ni sobrina o hija de nadie", agregó Di Tomasso.
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La jueza Makintach se justificó tras el escándalo en el juicio por la muerte de Diego Maradona
La magistrada Julieta Makintach rompió el silencio este martes 27 de mayo, luego de la fuerte polémica que generaron las imágenes filtradas del supuesto documental que protagoniza. "La investigación no descubrió nada de lo que tenga que defenderme, no veo ilícitos. Veo, en cambio, una enorme difusión pública no autorizada de la entrevista dada en mi despacho. Sólo quise acercar la jueza a la sociedad, por eso di una entrevista hablando de la justicia a una amiga de mi infancia", se justificó en el inicio de su discurso.
En esa línea, la jueza sostuvo que "no fue oculto, prohibido ni ilícito" y aseguró que no ve "nada irregular en venir un domingo a trabajar", ya que -según dijo- es algo que suele hacer en el día a día. "Salió mal, fue desprolijo, torpe. La entrevista no iba a ser pública", dijo. "No seré causal de nulidad, tengo tranquilidad en alma y espíritu que puedo servir a la justicia. Se metieron en mis redes privadas, usaron de manera mal intencionada mis fotos... ¿Qué quisieron probar con verme en traje de baño?", lanzó.
Por otro lado, aseguró que seguirá firme en su puesto: "Yo no me voy a apartar, no voy a dar lugar a la nulidad de este debate porque no lo merece". "No veo hechos precisos, claros, potencialmente ilícitos penalmente relevante del cual yo pueda darle alguna explicación. No hay sospecha ninguna de falta de neutralidad. Yo no quiero ser una causa mal utilizada y tergiversada de este debate", expresó. Y posteriormente, agregó: "Nadie puede decirme que tengo inclinación en la balanza, recién inicia este debate. Estoy esperando recibir una prueba para formar convicción".
Con respecto a las polémicas filmaciones y los videos difundidos sobre el documental, Makintach sostuvo: "Di una entrevista a una amiga de mi infancia hablando de la Justicia, ese material era crudo, era íntimo. Fue un domingo a las 5 de la tarde. ¿Eso le da el mote de prohibido, oculto, ilícito?". Y sentenció: "No advierto que mi imparcialidad esté en juego. Me es importante decir, no hay sospecha ninguna de falta de neutralidad. Yo lamento de verdad todo este tiempo, si fue necesario por su paz esta interrupción del debate, ojalá podamos continuar".
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El fiscal Ferrari recusa a la jueza y da detalles del documental
Luego de pedir la suspensión del juicio, el fiscal Ferrari solicitó la recusación de la jueza Makintach tras mostrar diversas pruebas sobre su conocimiento del documental. "Exijo que la recusen", pidió. Tras mostrar el guión, dar a conocer su nombre (Ndr: fue titulado "Justicia Divina") y diversos videos del documental en proceso -incluso, existía un teaser y un tráiler que mostraron en la sala-, el resto de los integrantes del TOC 3 se mostraron perplejos y avergonzados.
El abogado Baqué, querellante en la causa de los infiltrados y por la muerte de Diego, terminó a los gritos contra la jueza y lo echaron de la sala, a pesar de que las querellas lo apoyaron. "Esto yo no lo hice, nada de esto es mío", se defendió la magistrada.
"Cuando me vinieron a preguntar para hacer el documental, me pareció raro. Yo suelo hacer sentencias pero me pareció que este juicio merecía que el Poder Judicial rindiera cuentas de su trabajo", se excusó al conocerse las imágenes del documental.
"Usted pidió pruebas, acá está la prueba", sentenció el fiscal Ferrari. "El interés personal excedió el decoro de un magistrado. Pido se corra vista al resto de las partes con la nueva prueba y exijo su recusación", insistió la fiscalía de San Isidro.